Afganistán recibirá de la comunidad internacional 12.000 millones en los próximos cuatro años

La comunidad internacional se ha comprometido hoy a proporcionar ayuda a Afganistán por un valor total de 4.400 millones de dólares para el periodo 2004-2005, ha anunciado hoy el ministro afgano de Finanzas, Ashraf Ghani, en la III Conferencia sobre Afganistán que se celebra en Berlín.

Afganistán habrá satisfecho "al cien por cien" sus expectativas para ese periodo, mientras que para 2005-2008, la comunidad internacional añadirá otros 8.200 millones de dólares, ha añadido. A diferencia de la conferencia de Tokio, en la que la mayor parte de lo recaudado se destinó a ayuda humanitaria, en esta ocasión la mayor parte del dinero se va a emplear en programas de "reconstrucción, buen gobierno y fortalecimiento del proceso político", ha aclarado el ministro afgano.

La mayor parte de ese dinero saldrá de los bolsillos de Estados Unidos. Su secretario de Estado, Colin Powell, ha ofrecido a primera hora de la tarde al presidente afgano, Hamid Karzai, "mil millones de dólares adicionales" para financiar la reconstrucción, hasta llegar a los 2.200 millones, situándose así a la cabeza de las donaciones. Ha sido el propio Karzai quien ha confirmado la ayuda estadounidense en el transcurso de las reuniones: EE UU "sigue siendo el mayor donante y le damos muchas gracias por su tremenda generosidad", ha declarado en nombre de todos el pueblo afgano.

El canciller alemán Gerhard Schröder, acompañado de Karzai, ha inaugurado esta mañana en la capital alemana la nueva conferencia sobre Afganistán, que, durante dos días, intentará impulsar la reconstrucción del país y abordar los problemas que persisten en materia de seguridad y drogas. Delegaciones de 56 países asisten a la cita.

"Esta conferencia demuestra cuán importante es para la comunidad internacional el desarrollo de Afganistán", ha proclamado Schröder en su discurso inaugural, y ha agregado que cada paso adelante en Afganistán es un éxito del pueblo afgano "pero también de la comunidad internacional". Ha destacado además la importancia de avanzar en la democratización del país y, en ese sentido, ha saludado la decisión de Karzai de retrasar de junio a septiembre las elecciones presidenciales y legislativas, pues así, ha recordado, se asegurarán las condiciones adecuadas para la celebración de los comicios.

Más dinero para que Afganistán no caiga en el caos

Antes del comienzo de la cumbre, un informe elaborado por el Gobierno afgano situaba en 27.500 millones de dólares el dinero a invertir en los próximos siete años para evitar que el país, minado por un espectacular incremento del cultivo de la heroína, vuelva a caer completamente "en el caos y en la violencia".

La falta de seguridad y el enorme retraso en el registro de diez millones de votantes ha llevado al presidente afgano, después de una recomendación de Naciones Unidas, a aplazar las elecciones presidenciales y legislativas, las primeras en décadas, desde junio hasta mediados o finales de septiembre. Desde que en 2001 cayera el régimen talibán, la falta de seguridad, además de la carencia de infraestructuras, es uno de los grandes caballos de batalla del Gobierno afgano, con el Sur del país controlado por los talibanes y el Norte y el Este en manos de los señores de la guerra, en teoría leales al Gobierno, pero dedicados ante todo a mantener sus esferas de poder.

La Fuerza Internacional de Asistencia a la Estabilidad de Afganistán (ISAF), bajo mando de la OTAN, tiene desplegados unos 5.500 soldados de 30 países, entre ellos España, que tiene previsto aumentar el número de tropas, pero están concentrados en Kabul, aunque ha sido anunciada repetidas veces la intención de desplegarse fuera de la capital afgana, algo imposible sin el envío de refuerzos. Estados Unidos tiene desplegados unos 12.000 soldados en el país, aunque su misión es perseguir a los talibanes y, sobre todo, intentar capturar a Osama Bin Laden y a sus lugartenientes.