Bollywood entra en política
Las elecciones estrechan las relaciones entre el cine y los partidos en India
El gran espectáculo de las elecciones indias ha tocado a su fin y este sábado se conocerán los resultados . Encandilados con Bollywood (la gran industria local que rivaliza en títulos con la estadounidense), los 1.100 millones de habitantes de esta gran potencia emergente viven su derecho al voto como un acontecimiento, un espectáculo que, en algunos casos, ayuda a mitigar los problemas económicos debido a la lluvia de rupias que genera el proceso. Los medios de comunicación indios calculan que los partidos y los candidatos han gastado cerca de 2.500 millones de euros en la compra de sufragios.
La relación entre la política y el cine no es nueva, pero en estos comicios el peso de actores y celebridades ha sido mayor que en anteriores ocasiones.
Sanjay Dutt, icono del cine indio, condenado a seis años de cárcel por su conexión con los atentados de Bombay de 1993 en los que murieron 275 personas, trató de presentarse candidato por Lucknow, capital del Estado de Uttar Pradesh (el más poblado de India, con 175 millones de habitantes), pero el Tribunal Supremo se lo impidió hace un mes pues existe una ley que prohíbe concurrir a las elecciones a quienes han sido condenados en firme a más de dos años.
El actor se presentaba por el minúsculo Partido Samajwadi (SP), el único de India incluido en la Internacional Socialista, un partido que ya cuenta con la popular actriz Jaya Bachchan en la Cámara alta. La ambición política como el estrellato los heredó Sanjay Dutt de su padre, el legendario Sunil Dutt, quien en 2004 fue nombrado por el actual primer ministro, Manmohan Singh, ministro de Deportes, cartera que ejerció hasta su muerte al año siguiente.
Los lazos entre Bollywood y la política tomaron cuerpo en 1984 cuando dos ídolos (Amitabh Bachchan y Dilip Kumar) entraron en el Parlamento de la mano del Partido del Congreso, formación que, según numerosos analistas, se proclamará vencedora de las elecciones. La tremenda expansión en estos años, tanto de la industria del cine como de la televisión, no ha hecho más que incrementar las conexiones, en las que el dinero desempeña un importante papel.
No sólo los artistas interpretan anuncios y documentales solicitados por la maquinaria de propaganda de los partidos, sino que también los directores hacen negocios. El martes, el Ministerio de Exteriores y la Comisión Electoral participaron en la presentación de una película de Laxmana Dadmia sobre la tarea titánica que exige el tratar de garantizar unas elecciones seguras a 714 millones de votantes.
"Los indios son muy sensibles y apasionados, además de tener conciencia política", afirma el actor Karthik Muthuraman, que ha fundado su propio partido, el AINMK, con el que ha concurrido para hacerse con uno de los escaños de Tamil Nadu, su Estado natal, en el sureste de India.
Sobre todo para las cuatro quintas partes de la población que no se han beneficiado del crecimiento económico experimentado en India durante la última década, votar es más que una pasión. "Es mi derecho", contestó casi ofendida Chanda Baph, una maestra de 34 años, cuando la periodista extranjera le preguntó por qué iba a votar.
Chanda, la única que hablaba inglés de la fila de mujeres que aguardaban su turno en un colegio electoral en Amritsar, capital del Estado de Punjab, repitió su respuesta en panyabi para que las otras la entendieran y, como por un resorte, toda la fila balanceó la cabeza en el típico acto afirmativo indio, que en España sería negativo.
Con numerosas actrices involucradas en causas sociales y de defensa de la ecología, el actor y productor Aamir Khan, tras el clamoroso éxito obtenido este año con la película Ghajini, realizó una cinta de un minuto para televisión en la que pedía "votar por la integridad y por la buena gente". Según Khan, los atentados de Bombay de noviembre "han revelado la necesidad de ser exigentes con los políticos".
Convencidos de que corrupción y política son la misma cosa (el comisionado electoral S. Y. Qureishi ha reconocido que sigue siendo "muy difícil controlar el poder del dinero" en las elecciones) y resignados a que el lujo es cosa de películas (las excavadoras dejaron sin chabola a uno de los protagonistas de la más que oscarizada Slumdog millionaire), muchos indios están dispuestos a votar por sus estrellas favoritas. Sin embargo, la mayoría de los príncipes de Bollywood, según la prensa india, no se ha molestado en acudir a las urnas.
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