EE UU califica de "irresponsable e idiota" el regreso de Zelaya a Honduras

El embajador estadounidense ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Lewis Anselem, ha calificado hoy de "irresponsable e idiota" el regreso del presidente depuesto hondureño Manuel Zelaya al país centroamericano el pasado lunes antes de cerrar antes un acuerdo con el Gobierno de facto instaurado en el país desde el golpe de Estado.

En las declaraciones más duras de EE UU contra Zelaya hasta ahora, Anselem -que participa en la reunión de emergencia del Consejo Permanente de la OEA- ha recomendado al presidente despuesto que desista de "realizar alegaciones incendiarias y de actuar como si estuviera protagonizando una película antigua".

Anselem recordó que Washington previno a Zelaya, en repetidas ocasiones, para que no regresara a Honduras sin que antes hubiera un acuerdo y responsabilizó, tanto al mandatario depuesto como a quienes le ayudaron a entrar en Honduras, de la violencia política desatada desde su regreso entre sus partidarios y el Ejército hondureño.

"Al haber escogido, con ayuda exterior, regresar por sus propios medios, el presidente Zelaya y aquellos que han facilitado su regreso tienen una responsabilidad especial de las acciones de sus seguidores", subrayó. Anselem instó a Zelaya a "ejercer liderazgo" para contener a sus seguidores y al Gobierno golpista a garantizar "la restricción y contención" de las fuerzas de seguridad que mantienen sitiada la Embajada brasileña en Tegucigapla, donde permanece refugiado el presidente derrocado desde que regresó al país el pasado lunes.

El diplomático estadounidense deploró que el Gobierno de facto de Roberto Micheletti no autorizara la entrada de una delegación de la OEA el pasado domingo a Honduras, cuyo objetivo era tratar de mediar entre las partes en liza, así como la decisión del mismo de suspender durante 45 días los derechos de circulación, de reunión y expresión.

En cualquier caso, Anselem aseguró que la Administración estadounidense seguirá insistiendo a ambas partes para que alcancen una solución a la crisis política que vive el país en el marco del Acuerdo de San José que, auspiciado por el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, defiende el regreso de Zelaya al poder hasta que concluya su mandato legítimo y la celebración de nuevas elecciones presidenciales.