Rasmussen: “La OTAN no tiene ninguna intención de intervenir en Irán”
El secretario general descarta cualquier implicación de la Alianza en la operación impulsada por el Gobierno de Netanyahu
La OTAN no tiene ninguna intención de intervenir en un posible conflicto en Irán, según ha anunciado esta mañana el secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen. Recién llegado de Libia, donde decenas de miles de armas de grueso calibre, incluidos misiles antiaéreos, han desaparecido de los arsenales de Muamar el Gadafi, Rasmussen ha señalado que es responsabilidad “de todos los miembros de Naciones Unidas” cumplir y hacer cumplir el embargo de armas en torno a Libia. “No excluyo que algunos aliados lo hagan a petición de las autoridades libias”, ha precisado.
No ha querido el secretario general comentar las crecientes especulaciones sobre una posible intervención de Israel, Estados Unidos y Reino Unido en Irán para acabar con los planes nuclearizadores de la República Islámica, pero si ha dicho que la Alianza estará fuera de cualquier acción.
“La OTAN no tiene ninguna intención de intervenir. No está implicada en la cuestión”, ha declarado. “Apoyamos los esfuerzos políticos y diplomáticos para resolver el conflicto. Pido a las autoridades iraníes que cumplan las resoluciones del Consejo de Seguridad y detengan el programa de enriquecimiento” de uranio.
En conferencia de prensa y recién llegado de Trípoli, Rasmussen ha celebrado el hecho de que “por primera vez un secretario general de la OTAN ponía el pie en el país”.
La Alianza se dice dispuesta a contribuir a la reforma de los sectores de defensa y seguridad de la nueva Libia “si las autoridades libias se lo piden”, apunta Rasmussen, según el cual la OTAN podría ayudar a que ambas áreas de fuerza “queden sometidas a control civil y democrático, a organizar una defensa con estructuras modernas o a creer un Ministerio de Defensa, con su correspondiente Estados Mayor”.
Los arsenales desaparecidos, que pueden haber salido del país para equipar a heterogéneas bandas que operan en los países vecinos o a grupos afectos a Al Qaeda en el Sahel, tienen un gran potencial desestabilizador en una región ya de por si complicada. Rasmussen ha explicado que aunque la operación Protector Unificado de la OTAN, con su vertiente de vigilancia del embargo de armas a Libia, ha concluido, “sigue vigente el mandato de Naciones Unidas” sobre el particular.
“Es responsabilidad de todos los miembros de Naciones Unidas, incluida Libia, hacer cumplir la resolución”, indica el secretario general aliado. “No excluyo la posibilidad de que algunos aliados individuales puedan ayudar a ello a petición de las autoridades libias”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.