El uso electoral de las filtraciones en México

Por si alguno lo dudaba, esta semana quedó más que claro que la estrategia del Partido Acción Nacional para tratar de acortar la ventaja que lleva el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia mexicana, Enrique Peña Nieto, va encaminada a sembrar la sospecha de posibles nexos entre priístas y narcotráfico.

No es novedad que durante las elecciones se filtren informaciones sobre supuestas averiguaciones de la procuraduría federal: lo hicieron en 2006, cuando la elección de gobernador de Jalisco; lo hicieron en la elección de 2009 en Michoacán, donde detuvieron a más de 20 personas por supuestos vínculos con el narco, de las cuales no pudieron procesar ni a una sola por falta de pruebas, pero igual las detuvieron en pleno proceso electoral. Se repitió el asunto el año pasado, en la elección de gobernador de Guerrero: una semana antes se filtró un rumor sobre una supuesta averiguación previa que estaba llevando a cabo la fiscalía federal en torno al candidato del PRI a la gubernatura, averiguación que por supuesto nunca existió.

Ahora la novedad fue la noticia de una “alerta migratoria” donde se solicitaba que se impidiera la salida del país a tres exgobernadores de Tamaulipas, Estado frontera con EE UU, los tres, por supuesto, de extracción priísta. 16 horas tardó la fiscalía en salir a aclarar el asunto, asegurando que todo había sido un error del comandante del aeropuerto de Tampico y que en ningún momento se pidió que se les impidiera el libre tráfico a los exfuncionarios. Pero la fiscalía confirmó que hay una averiguación previa en contra de los exgobernadores de ese Estado, indagatoria que incluye en total a 46 personas, según publicaron diversos diarios.

Si hay la menor sospecha de vínculos con el narcotráfico, la obligación de la procuraduría federal es investigar, sea quien sea el involucrado y las consecuencias que pudiera tener. Lo que no se entiende es por qué el conocimiento por parte de la opinión pública sobre esas averiguaciones siempre se da en momentos electoralmente muy convenientes para el partido en el Gobierno.

La encuesta de esta semana la dedicamos a medir lo que piensa el público de esta situación y los resultados que obtuvimos son interesantes. Lo primero es que la mayoría (73%) no se quiere creer el asunto de que todo fue un error del comandante del aeropuerto y más bien sospechan que se trata de una estrategia del PAN para tratar de acortar la ventaja que lleva el candidato del PRI a la presidencia, y por eso se piensa que la tardanza en aclarar el asunto fue deliberada, porque a los panistas les convenía que el rumor se extendiera.

Lo segundo es que solo el 36% piensa que con este tipo de estrategia en PAN va a lograr desbancar a Peña Nieto del primer lugar en la carrera por la presidencia, mientras que el 35% asegura que lo único que están demostrando es que están desesperados y que con este tipo de cosas no van a conseguir más votos. De hecho, por cada entrevistado que nos dijo que conocer este tipo de información lo hacía menos dispuesto a votar por Peña Nieto, encontramos otro que nos dijo que lo que hacían estos juegos era aumentar su disposición a votar por el PRI para la presidencia. A un 17% el asunto le tiene sin cuidado y el resto o no piensa votar o no sabe cómo va a hacerlo.

María de las Heras es directora de la encuestadora Demotecnia.