El proeuropeo Tadic se presenta como la única opción moderada en Serbia
Pese a que el conservador Nikolic ha moderado su discurso, sigue siendo percibido como un ultranacionalista El mandatario es el único que garantiza avanzar hacia la UE
“No hay excusas: votamos contra un ultranacionalista camuflado en populista, que su único objetivo pasar por alcanzar el poder a toda costa”, señala Ivan, músico de una banda de rock. Está resignado a las promesas incumplidas por parte de su candidato, el proeuropeísta Boris Tadic, del Partido Democrático (PD). Pero votará por él para frenar al conservador Tomislav Nikolic, del Partido Progresista Serbio (SNS), escisión del Partido Radical (SRS). “Una vez más, se elige al menos malo de los presidenciables y Tadic vuelve a serlo”, añade el guitarrista y desempleado, bajo un tórrido sol a la salida de un colegio electoral próximo a las orillas del Danubio, a su paso por Belgrado.
Pese a que Nikolic ha moderado su discurso dejando atrás sus años como líder del Partido Radical, los serbios desconfían de su palabra y, sobre todo, su giro hacia la Unión Europea. “Somos conscientes de que Serbia necesita acercarse a la Unión Europea y que el opositor de centroderecha ralentizaría nuestro ingreso a la gran familia, ya que sus exigencias serían mucho más duras”, lamenta Alecsandra Pavlicevic, estudiante de Historia de Arte.
Escéptica con la formación del próximo Gobierno, la joven subraya que también se perdería con la adhesión del país balcánico a la UE: “Venderíamos una gran parte de las empresas estratégicas a inversores extranjeros, por lo que dependeríamos demasiado de las economías de otros países.” En cambio, reconoce que la única solución a la crisis consiste en atraer inversión del exterior.
En la papeleta de votación, se aprecia bajo el número uno el nombre del candidato de la coalición “Elección para una vida mejor” de Tadic, que aspira a un tercer mandato y quedó primero con 25,31%, en la primera vuelta celebrada el pasado 6 de mayo, mientras que bajo el número dos está el de la coalición “Impulsemos a Serbia” de Nikolic, quien obtuvo un 25,05%.
No obstante, la clave del inminente Ejecutivo que saldrá tras los comicios está en el socialista Ivico Dacic, quien ya expresó su apoyo a Tadic para encabezar la coalición como primer ministro. “Tampoco nos gusta Dacic, sabemos de qué pie cojea”, resalta Ivan, quien no le perdona que haya sido el ex portavoz del régimen de Slobodan Milosevic (presidente durante las guerras de la antigua Yugoslavia). “Asusta que haya duplicado los escaños en el Parlamento, lo que hace al Partido Socialista imprescindible en el Gobierno y, sobre todo, le da carta blanca para moverse a su antojo”, exhorta Plavicevic.
Muchos electores admiten que han elegido a Tadic como garante de la vía europea de Serbia hacia Bruselas, pero advierten de que las presidenciales están reñidas y que la diferencia resultará mínima entre un ganador y el otro. El último sondeo realizado por el Centro por Elecciones Democráticas (CESID) daba como vencedor al candidato reformista, pero nadie se moja.
“Con Tadic, el desempleo ha aumentando, la vida se ha encarecido y los salarios se han estancando, por lo que se merece una oportunidad Nikolic, quien creo que podría mejorar nuestra calidad de vida”, cuenta Jelena, cajera de un supermercado en el centro de la capital y cuyo salario roza los 350 euros al mes.
Kosovo, que se autoproclamó independiente en 2008, apareció poco entre las discusiones de los serbios, aunque los candidatos se enzarzaron en acusaciones sobre el conflicto. “Mientras Tadic era presidente de Serbia, Kosovo proclamó su independencia. Además quiero recordarles que Tadic llegó a escribir una carta al Tribunal Penal de La Haya pidiéndoles que diesen su punto de vista sobre la independencia”, explicó Nikolic días antes del final de la campaña electoral.
“Serbia perdió su soberanía en Kosovo simplemente porque fuimos expulsados por las armas. Yo ocupaba la presidencia pero en ese momento no teníamos ni un solo soldado, ni un solo policía allí. Tampoco ninguna institución”, replicó Tadic.
Desde que se inició la crisis, se han perdido más de 400.000 empleos, el paro ha alcanzado el 23,7%, desde un 14% en los comicios de 2008. El dinar –moneda local- se ha depreciado un 30%, la deuda se ha incrementado a un 16%, mientras que el salario medio ronda los 350 euros.
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