El Supremo de Brasil condena a tres banqueros por el ‘caso mensalão’
El tribunal considera culpables de gestión fraudulenta a varios directivos del Banco Rural. En el proceso están acusadas 38 personas por corrupción durante los Gobiernos de Lula
El Supremo Tribunal Federal de Brasil, la máxima corte de justicia, ha condenado por primera vez en la historia de este país a tres banqueros, dentro del proceso por el escándalo de corrupción del mensalão, en el que están siendo juzgados 38 acusados.
Los tres condenados el jueves, dos de ellos por unanimidad y uno por ocho votos a dos, son tres directivos del Banco Rural: Kátia Rabello, dueña y presidenta de la entidad, el actual vicepresidente, Vinícius Samarane y el exvicepresidente, José Roberto Salgado.
Los tres han sido condenados por “gestión fraudulenta”. Los magistrados absolvieron por falta de pruebas a Ayanna Tenório, exvicepresidenta del banco.
Los tres condenados estaban acusados de haber concedido préstamos irregulares por valor de 32 millones de reales (12,3 millones de euros) al Partido de los Trabajadores (PT) y a dos sociedades del empresario Marco Valerio, condenado también en este proceso por haber intermediado entre el partido del Gobierno del entonces presidente Lula da Silva y los bancos para que el PT obtuviera créditos que, según los magistrados, "ni siquiera estaban registrados" y que fueron renovados 10 veces seguidas sin ningún tipo de garantías.
Los banqueros condenados podrán serlo de nuevo por blanqueo de dinero en las próximas sesiones del proceso, que continuará el lunes.
Hasta ahora, el Supremo ha condenado ya por amplia mayoría a ocho acusados y absuelto a dos de los 38 procesados.
Entre los condenados, el caso que más ha preocupado al Gobierno es el de João Paulo Cunha, que fue presidente del Congreso en la Administración de Lula. Cunha, que es diputado, era candidato a la Alcaldía de Osasco, en el Estado de São Paulo, ciudad donde nació el Partido de los Trabajadores. Su condena le ha obligado a desistir como candidato y perderá también su escaño al publicarse oficialmente la sentencia.
Lo que más está llamando la atención es que los acusados que el Supremo ha condenado hasta ahora fueron defendidos por la flor y nata de la abogacía de Brasil, entre ellos, el exministro de Justicia de Lula, Thomas Bastos, que llega a cobrar hasta 15 millones de reales (unos 5,7 millones de euros) por defender a un acusado.
Mientras tanto, la presidenta Dilma Rousseff, que hasta ahora ha mantenido silencio frente al mayor proceso de corrupción política de Brasil, apareció el jueves en televisión, en cadena nacional, para dar un regalo a los ciudadanos: anunció que a partir del uno de enero de 2013, la factura de la luz bajará un 16,2% para los particulares y un 28% para la industria. La idea de la presidenta es ayudar al desarrollo económico fomentando el consumo e impulsando a la industria, a la que está liberando de otros impuestos en algunos sectores.
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