Militares europeos apoyarán a las tropas de Malí en dos semanas
Los ministros de Exteriores de la UE aprueben enviar a 500 personas para entrenar y asesorar al Ejército maliense
Europa ha dado el visto bueno definitivo a la misión que ya ha empezado a desplegar en Malí. Los ministros de Asuntos Exteriores de los Estados miembros han aprobado este lunes enviar a 500 personas para entrenar y asesorar al Ejército maliense. El despliegue se realizará escalonadamente –ya hay 70 personas sobre el terreno- con la idea de que puedan empezar a trabajar en unas dos semanas, según ha explicado la alta representante para la Política Exterior, Catherine Ashton, al término de la reunión.
Pese al tiempo que la Unión Europea lleva anunciando la misión, el trabajo real de entrenamiento a las tropas malienses no podrá realizarse hasta abril, cuando ya esté desplegado todo el personal y garantizada la seguridad de los europeos. Tanto Ashton como el presidente del Comité Militar de la UE, Patrick de Rousiers, han insistido en que no se trata de una misión de combate, sino de inculcar al ejército de Malí unas reglas de respecto de la autoridad civil, de protección de los derechos humanos y de atención a la ayuda humanitaria, entre otras. “Evidentemente, la misión es difícil y no está exenta de riesgos, pero es necesario imponer la paz sobre la acción de los tiranos”, ha asegurado De Rousiers. El general ha invocado los “10 años de experiencia de los europeos en Afganistán” como bagaje para la misión africana.
En principio, la labor de entrenamiento y asesoramiento durará 15 meses, aunque dependerá de los acontecimientos, y trabajará de forma separada a la misión francesa en el terreno. Para lanzar oficialmente este proyecto ha hecho falta que la Unión Europea reclutase a los 500 expertos de entre los países miembros. Lo más difícil –y lo que ha retrasado el lanzamiento en los últimos días- ha sido conseguir fuerzas de seguridad suficientes para proteger a los europeos en un escenario de guerra. España y República Checa han sido los países que más personal aportan en este capítulo, el más arriesgado de la misión.
En el caso de España, son unas 50 personas las que se desplazarán al país africano para labores de formación, aunque el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, ha asegurado que se sumarán otros como fuerzas de protección. El secretario general de Política de Defensa, Alejandro Alvargonzález, aseguró la semana pasada que serían unos 30 militares más, aunque Margallo ha eludido hoy dar cifras.
Más allá de Malí, el Consejo Europeo de Exteriores ha dado un pequeño paso adelante en su titubeante actitud hacia el conflicto sirio. Por primera vez desde que se inició el sistema de sanciones, que establece, entre otras cosas, un embargo de armas hacia la zona, los ministros quieren explorar la posibilidad de dar a la oposición lo que denominan “apoyo no letal y asistencia técnica para la protección de civiles”. Los ministros han prorrogado por tres meses más el régimen de sanciones, lo que significa que esencialmente nada cambia, pero sí incluyen una enmienda como mensaje al régimen de Bachar el Assad para advertir de que Bruselas está dispuesta a apoyar de un modo más claro (con material y con recursos económicos) a las fuerzas opositoras. Ashton ha eludido dar detalles de en qué consistirá esa relativa relajación del embargo mantenido hasta ahora y ha asegurado que ahora los representantes de cada país discutirán cómo plasmar esa idea en medidas concretas.
Los países comunitarios han decidido además endurecer las sanciones contra Corea del Norte tras el ensayo nuclear realizado el pasado 12 de febrero. Se trata de restringir más la venta de determinados materiales necesarios para fabricar misiles, así como de aplicar otras restricciones financieras. De ese modo, la UE va más allá de lo aprobado por Naciones Unidas tras la prueba nuclear.
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