Los jefes de los principales organismos de la ONU piden actuar en el conflicto sirio
Los responsables de Acnur, Unicef, Ocha, la OMS y el Programa Mundial de Alimentos piden a la comunidad internacional que aúne su influencia para conseguir que termine la guerra
"Ya basta, ya basta". Así de contundente es el arranque del comunicado con el que dirigentes de los organismos de Naciones Unidas que actúan para paliar las consecuencias que el conflicto sirio tiene para la población piden a la comunidad internacional que actúe. Los jefes de Acnur, Unicef, la Organización Mundial de la Salud, el Programa Mundial de Alimentos y Ocha (la coordinadora de asuntos humanitarios) denuncian inacción por parte de los políticos de todo el mundo para acabar con la guerra. "Parece haber un escaso sentimiento de urgencia entre los gobiernos y las partes que podrían poner fin a la crueldad y la matanza en Siria", se quejan.
La guerra civil en Siria se ha cobrado desde su inicio hace más de dos años más de 70.000 vidas, incluidos miles de niños. En este tiempo más de cinco millones de sirios se han visto obligados a abandonar sus hogares, y otro millón de refugiados viven en países vecinos sometidos a una intensa presión, según datos de estas organizaciones. Los firmantes del manifiesto piden a los gobiernos que usen su "influencia colectiva" para "insistir en una solución política" al conflicto.
Los firmantes
- Valerie Amos, coordinadora de Socorro de Emergencia de Ocha.
- Ertharin Cousin, directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos.
- António Guterres, comisionado de la ONU para los Refugiados.
- Anthony Lake, director ejecutivo de Unicef.
- Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de la Salud.
En el comunicado, los responsables de estos organismos también recuerdan la labor que realizan para aliviar a la población mientras persisten los combates entre las fuerzas del régimen de Bachar el Asad y los rebeldes. Además de prestar alimentos y curir otras necesidades básicas como acceso a agua potable y saneamiento, han vacunado a más de 1,5 millones de niños contra enfermedades como el sarampión y la poliomelitis.
Pese a todo, consideran que la ayuda que pueden prestar es insuficiente, ya que "las necesidades están aumentando al tiempo que disminuye nuestra capacidad". Estas limitaciones, advierten, podrían llevar a tener que suspender algún tipo de apoyo humanitario.
Sin embargo, insisten en que "en esta ocasión" no piden fondos ni más recursos para realizar su labor —"pese a que son necesarios"—. Dirigiéndose "a todos los involucrados en este conflicto brutal", y a los gobiernos "que pueden influir en ellos", les piden con otro sonoro "¡Basta!" que aúnen su influencia "para salvar al pueblo sirio y salvar a la región del desastre".
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