“La gente ha salido a la calle para derrocar a Yanukóvich, no por la UE”
El jefe de uno de lo movimientos se declara en contra de la integración en la Unión Europea Mantiene que su grupo no ha salido a la calle para liberar a Yulia Timoshenko
“La gente quiere la cabeza de Yanukóvich y nada más”, dice Andréi Tarasenko, uno de los líderes del Sector de Derechas, una organización que integra a “El Tridente de Stepán Bandera”, el movimiento que él dirige, y otros grupos nacionalistas ucranianos. Tarasenko, nacido en la provincia de Dniepropetrovsk, tiene como lengua materna el ruso (su madre procede de Udmurtia, en la Federación Rusa), pero se comunica sólo en ucraniano. En todas las regiones de Ucrania, explica “viven ucranianos, pero en el Occidente del país la gente habla en ucraniano desde su nacimiento, mientras en el Este, el pasarse al ucraniano es una declaración de principios”. “La tarea de todo nacionalista es crear un entorno ucraniano a su alrededor”, sentencia.
Esta entrevista tuvo lugar antes del jueves, día en que en la sede del Sector de Derechas (el quinto piso del edificio central de los sindicatos en Kiev) se produjo el estallido de un paquete bomba que malhirió a dos activistas, uno de los cuales perdió una mano, y otro está en peligro de perder un ojo.
“El Sector de Derechas”, en alianza con los veteranos de Afganistán, ha pactado con el Consejo de Seguridad y el ministerio del Interior una tregua durante la cual las autoridades liberan a los activistas encarcelados a cambio de ir desalojando las inmediaciones de la sede del gobierno.
Aunque comenzaron a raíz de la negativa del presidente Víctor Yanukóvich a firmar el acuerdo de Asociación con la Unión Europea, los mítines y manifestaciones conocidos como el “Euromaidán” tenían raíces más profundas. “Comprendimos desde el principio que, para la mayoría de los que se manifestaban, la firma del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea y otras leyes integradoras en Europa eran una cosa secundaria, y que lo importante para ellos era derrocar al régimen y nosotros los unimos”, explica Tarasenko
“Durante los últimos tres años, desde que (Yanukóvich) llegó a la presidencia, ha habido muchísimas protestas, pero antes las disolvían”. “La gente ha salido a la calle por la cabeza de Yanukóvich; no ha salido por la integración europea ni por liberar a Yulia (Timoshenko). Ha salido a la calle para derrocarlo”, reitera.
Tarasenko ríe al definirse como un “revolucionario profesional”. El activista no acabó sus estudios en la facultad de Económicas, porque ingresó en el “Tridente de Estepán Bandera” y le echaron. “Me dedico a preparar la revolución y por fin lo hemos conseguido”. La ideología de su grupo es de “derechas” y “antiliberal”. Afirma que en “El Sector de Derechas” hay chicos del Este de Ucrania, ruso parlantes, y del Oeste, de lengua ucraniana, y que lo único que puede unirlos es “la idea nacional”, que él resume como “el derecho de los ucranianos a mandar en Ucrania”. “El régimen de Yanukóvich es un régimen de ocupación interna”, dice, “porque piensan solo en dos cosas, en sí mismos y en su bolsillo”.
A la pregunta de si está por la integración de Ucrania en la UE responde con un rotundo “no”. Ahora bien, si el tratado de Asociación “es un acuerdo comercial y económico a favor del Estado, ¿por qué no lo vamos a firmar?”. “Consideramos que la UE es una estructura supranacional donde domina el totalitarismo liberal y esto es un gran mal, pues se está produciendo la “desnacionalización” y la “descristianización” de Europa. Tarasenko está en contra de la prohibición de mostrar símbolos religiosos cristianos en lugares públicos, en contra de la eutanasia y en contra de los matrimonios entre personas del mismo sexo, porque “para el cristianismo la sodomía es un pecado que debe ser castigado”.
“Desde el punto de vista de la civilización, Ucrania es Europa y también es el centro geográfico de Europa. Los ucranianos eran europeos seguramente antes de que surgiera la palabra “Europa”, afirma. Para él, los rusos “no son europeos”. “Nosotros les dimos toda su cultura”, exclama, entendiendo por “nosotros” lo que él, que habló en ruso hasta los 18 años, considera “ucraniano”. Nos enzarzamos en una discusión histórica sobre los confines orientales y occidentales de Europa. Para él, Pedro I “no fue europeo”, porque “exterminaba masivamente porque sí”. En cambio la Inquisición española, si lo fue, “porque exterminaba por una causa”. “No tengo nada contra la Inquisición”, dice. “Todo era muy simple. Había un sacerdote que le preguntaba al reo si se arrepentía y si el reo no se arrepentía, el sacerdote se lavaba las manos y ahí ya intervenían las autoridades que torturaban, quemaban...”
“El Sector de Derechas” está por “el poder popular” con “elecciones a todos los niveles, desde el municipio hasta la jefatura del Estado, pasando por los diputados, los policías, los fiscales y los jueces” y todo esto con “un mecanismo muy simple para cesar a los elegidos”. A Tarasenko le da igual “si la constitución es “presidencial parlamentaria o parlamentaria presidencial”. “Lo importante para nosotros”, dice, “es que en ella se diga que se trata de un estado ucraniano”. Debe existir una “ideología del Estado”, y por tal entiende “un sistema construido de tal modo que el presidente no pueda hacer nada contra el pueblo ucraniano y se vea obligado a actuar en beneficio de la nación. De otro modo, lo echarán inmediatamente”.
“La constitución debe decir que la nación titular son los ucranianos. Al parlamento no podrá ir cualquiera sino solo patriotas, que dominen la lengua ucraniana”. En su opinión, “Yanukóvich no es un patriota”, aunque habla en ucraniano. Insiste en que lo único que desean es que se marche y que están dispuestos a “dejarle huir, porque no queremos sangre”. No queda claro cuánto tiempo van a esperar, pero sí que de momento esperan, aunque se están impacientando.
Sobre los tres líderes de la oposición parlamentaria, Vitali Klichkó, Arseni Yatseniuk y Oleg Tiagnibok, afirma: “No son nuestros líderes. No nos preguntan qué hacer y nosotros no vamos a preguntarles tampoco”. Por “nosotros” entiende “el pueblo entero”, porque “nosotros decimos lo que quiere el pueblo. Nosotros no nos inventamos algo sobrenatural. El pueblo vino aquí por Yanukóvich y decimos que Yanukóvich debe dimitir”.
“Han intentado muchas veces obligar al Maidán a dispersarse, pero la gente no se va. Ellos (los líderes de la oposición parlamentaria) no saben qué hacer con esto, porque están en el mismo sistema, pero nosotros no somos parte de este sistema, no somos un partido parlamentario. Nosotros tenemos una Ley superior, la ley de Dios y la ley de la Vida Cotidiana de la Nación Ucraniana. A esas leyes estatales inventadas (las del Estado ucraniano hoy), nosotros las llamamos 'instrucciones para carceleros y reglas de comportamiento para los esclavos'. Esas son sus leyes”.
Oleg Tiagnibok, el líder del partido nacionalista “Libertad” es un “nacionalista de pacotilla”, dice Tarasenko, utilizando un juramento ruso. “En lengua ucraniana no hay tacos”, se justifica. Tiagnibok “usa la idea nacionalista para obtener respaldo, pero no hace lo que debe hacer un nacionalista, porque se dedica a sofocar la revolución”, opina.
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