Rusia, condenada a indemnizar con 37.000 millones a los accionistas de Yukos
El tribunal considera que el Gobierno ruso expropió los activos de los demandantes
La Corte Permanente de Arbitraje, organismo internacional especializado desde 1899 en resolver diferencias comerciales entre Estados y particulares, ha dictado la mayor indemnización de su historia contra un Estado soberano, en este caso Rusia: 37.000 millones de euros. Los beneficiarios son cinco accionistas de Yukos, la petrolera rusa en su día propiedad del magnate Mijaíl Jodorkovski. Declarada en quiebra en 2006, y expropiada por el Gobierno en 2007, los árbitros han considerado ilegal la operación. Su fallo ha sido unánime y señala que Yukos “fue atacada por motivos políticos por las autoridades hasta llevarla a su destrucción”. También afirma que “la Federación Rusa no pretendía recaudar impuestos; quería declarar la quiebra de Yukos y apropiarse de sus valiosos activos”. Jodorkovski, añade la decisión arbitral, empezaba a convertirse en “un oponente político del presidente Putin”.
Yukos fue la mayor compañía privada surgida tras la desaparición de la Unión Soviética. La Corte subraya que Rusia “violó el artículo 13 del Tratado sobre la Carta de la Energía (1994), al expropiarla”. Otra firma rusa, Rosneft, que se quedó con la mayoría de las acciones de Yukos, trabajaba para Putin, “y sus empleados se encargaron de destruir la petrolera”, concluye la resolución. Aunque la Corte no ha concedido los 114.000 millones de dólares de compensación que pedían los accionistas, el caso facilita la presentación de nuevas demandas contra Rusia por parte de unos 55.000 socios afectados.
El próximo jueves, el Tribunal Internacional de Derechos Humanos de Estrasburgo también tiene previsto anunciar su propia decisión sobre la reclamación allí presentada contra Rusia por otros accionistas. Estos alegan “haber sido despojados ilegalmente de sus propiedades”. A su vez, denuncian “la imposición de tasas abusivas que derivaron en la venta fraudulenta de la compañía”. Ambos litigios, y las instancias judiciales que los han analizado, son muy distintos. Sin embargo, al haber coincidido en los tiempos legales, complican la situación rusa.
De Jodorkovski a Rosneft
• Durante años Mijaíl Jodorkovski ocupó el primer puesto en el ranking de hombres más ricos de Rusia. En 1995 había comprado a precio de ganga Yukos, que llegó a bombear el 20% del petróleo ruso.
• Jodorkovski pagó caro su inmenso poder y sus críticas al Kremlin. En octubre de 2003 es detenido por fraude y evasión fiscal. Pasará 10 años en prisión, antes de ser amnistiado en diciembre pasado por Vladímir Putin.
• En 2003 la justicia rusa congela los activos de Yukos. En 2004, el Estado reclama a la compañía 6.800 millones de dólares en impuestos correspondientes a 2000 y 2001.
• En diciembre de 2004 se decreta la suspensión de pagos. Sale a subasta una filial, que es adquirida por un grupo desconocido, Baikal, por 9.400 millones. La estatal Rosneft compra Baikal.
• En 2005 Jodorkovski cede el 70% de Yukos a su principal socio, Leonid Nevzlin, refugiado desde 2003 en Israel.
• En 2006, un tribunal de Moscú declara insolvente el grupo y procede a su liquidación. Rosneft se convierte en la mayor empresa rusa del sector en 2007.
Vladímir Putin está sometido a fuertes presiones internacionales por sus presuntos vínculos con el derribo del vuelo MH17 de las líneas aéreas malasias, que cayó sobre Ucrania el pasado 17 de julio causando 298 muertos. La tragedia se ha visto agravada por la negativa de los separatistas prorrusos a franquear la entrada al lugar del siniestro a forenses y peritos internacionales. En Holanda, que ha perdido 194 nacionales, y en Australia, de donde procedían otras 27 personas, se considera una falta de respeto que haya cadáveres aún sin recoger.
Los 37.000 millones suponen el 2% del PIB ruso en un momento en el que el país empieza a sufrir muestras de recesión económica. El fallo de la Corte de Arbitraje es vinculante, y Moscú debe empezar a pagar a partir de 2015 para no acumular intereses. De ahí el rechazo de los ministerios rusos de Finanzas y Exteriores, que lo han tildado de “político, parcial y absurdo, por ponerle precio a estas alturas a lo ocurrido con Yukos”. Moscú piensa apelar y ya ha advertido de que no ha firmado el Tratado de la Carta de Energía, por lo que considera que La Haya no tendría competencia sobre Yukos. Sin embargo, sí ha suscrito las convenciones fundacionales de la Corte de Arbitraje, de la que es miembro de pleno derecho. De modo que si los cinco litigantes actuales ganaran la apelación, podrían pedir la congelación de bienes rusos ante tribunales extranjeros.
El quinteto de demandantes lo forman Leonid Nevzlin, propietario del 70% del grupo GML, recibido directamente de Jodorkovski. El empresario controlaba Yukos desde Gibraltar, y antes de caer en desgracia dividió la petrolera en dos partes, una con sede en Rusia y la otra en Ámsterdam. La holandesa está valorada en mil millones de euros y no figura en la decisión de la Corte de Arbitraje. Los demás accionistas son Platon Lebedev, Mijaíl Brudno, Vladímir Dubov y Vasili Shaknovski. Jodorkovski no ha participado en el caso y tampoco recibirá suma alguna. Reside en Suiza desde que en diciembre de 2013 fue indultado por Putin tras pasar una década encarcelado.
Los accionistas sopesan reclamar a BP
No sólo a Rusia se le han subido los colores con el dictamen del Tribunal de Arbitraje de La Haya: también la petrolera británica BP, que posee el 20% del capital de la rusa Rosneft, puede acabar saliendo trasquilada. Una parte de los antiguos accionistas de Yukos que han ganado el arbitraje han amenazado con reclamar el dinero a BP si Rusia se niega a pagar la compensación. “No hemos llegado hasta aquí para conseguir una victoria pírrica y que la gente conozca nuestra posición. Hemos llegado hasta aquí para conseguir que nos compensen por las pérdidas que sufrimos”, declaró en Londres Tim Osborne, abogado británico y miembro del consejo de GML, antiguo propietario mayoritario de Yukos.
“Creo que es justo decir que aquí nadie está a salvo. Vamos a estudiar todas las posibilidades y tomaremos una decisión que sin duda será una decisión pragmática”, afirmó Osborne en referencia al riesgo que corren los actuales propietarios de la antigua Yukos de acabar pagando la factura del contencioso.
Quien se va a ver más beneficiado por el arbitraje es Leonid Nevzlin, el hombre de negocios israelí nacido en Rusia y antiguo ejecutivo de Yukos que fue juzgado en ausencia por Moscú en 2008 y condenado a cadena perpetua. Nevzlin, que debería recibir el 70% de la compensación acordada por el Tribunal de Arbitraje, mostró su satisfacción por el dictamen a través de un comunicado publicado en Tel Aviv: “Estoy encantado de que el Tribunal Internacional de La Haya haya decidido que Rusia violó las leyes internacionales y expropió Yukos de forma ilegal”, señaló.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.