Tusk presiona a la Eurocámara para que apruebe el registro de pasajeros

Los Gobiernos de la UE lo tienen claro: el macrofichero europeo de pasajeros de líneas aéreas es una necesidad acuciante para detectar el retorno de combatientes yihadistas a territorio comunitario. El presidente del Consejo, Donald Tusk, anunció ayer en Riga que el próximo martes exhortará al Parlamento Europeo a “acelerar” la aprobación de un registro común (PNR, por sus siglas en inglés) que “puede ayudar en la detección de viajes de personas peligrosas”. La Comisión de Libertades, Justicia e Interior, encargada de lidiar con este asunto, ya se pronunció contra la medida en abril de 2013. Tal y como adelantó este diario el miércoles, el Ejecutivo español ultima la creación de su propio registro en los próximos meses.

Un creciente número de eurodiputados de esta comisión parlamentaria confía en que el atentado contra la revista satírica Charlie Hebdo y los tres ataques terroristas posteriores en territorio francés sean factores adicionales que espoleen a los grupos políticos más beligerantes a dar luz verde al PNR. La oposición frontal de la Izquierda Unitaria, liberales y verdes a la creación del registro tiene que ver con la restricción de libertades que, a su juicio, llevaría aparejada. En el lado contrario, los partidos conservadores (Partido Popular y conservadores británicos) han mostrado su respaldo total a la medida. A mitad de camino, el grupo socialista defiende la necesidad de crear un PNR único, pero recela de la propuesta que hasta ahora ha remitido el Consejo por considerarla lesiva para los derechos de los ciudadanos.

La Comisión Europea busca que el registro sea de índole comunitaria y no unilateral por parte de algunos Estados miembros. “La efectividad de un PNR paneuropeo sería mucho mayor”, alegan desde Bruselas. Hasta la fecha, países de la talla de Reino Unido o Francia han adoptado o están en vías de adoptar su propio fichero, pero los técnicos europeos insisten en que el intercambio de datos entre países es una primordial para garantizar la eficacia de la medida. La importancia del asunto es capital para muchos Estados miembros, tal y como afirmó ayer Tusk, y ocupará un lugar destacado en la agenda reunión que mantendrán el domingo en París los ministros de Interior de la UE y de EE UU.

Por otro lado, el presidente del Consejo Europeo anunció ayer que la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los Veintiocho de febrero dedicará un espacio importante a discutir posibles medidas para hacer frente a la amenaza terrorista. “Tras mi conversación con Hollande [François, el presidente francés], tengo la intención de aprovechar la reunión para debatir la respuesta que la UE puede aportar a estos desafíos”, afirmó el polaco al término de un encuentro con el primer ministro letón Taavi Rõivas.