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Serbia detiene a ocho sospechosos de participar en la matanza de Srebrenica

Los arrestados son expolicías. Son los primeros arrestos en el país por la matanza masiva

María R. Sahuquillo
Memorial de las víctimas Srebrenica en el cementerio de Potocari.
Memorial de las víctimas Srebrenica en el cementerio de Potocari.Sulejman Omerbasic (AP)

Casi dos décadas después de la matanza de Srebrenica, la localidad bosnia en la que 8.000 varones musulmanes fueron asesinados, las autoridades serbias han detenido a ocho sospechosos de participar en la masacre. Los arrestados, que están acusados de crímenes de guerra contra la población civil, son antiguos miembros de una unidad especial de la policía serbobosnia, según explica la Fiscalía especial serbia de crímenes de guerra.

Los ocho expolicías, que han sido detenidos en distintas localidades serbias, están acusados de participar en la muerte de al menos 1.000 musulmanes bosnios en la zona de Srebrenica, según precisa por teléfono Novak Vuco, jurista de la Fiscalía especializada y uno de los encargados del caso. Según sus investigaciones, los detenidos, miembros del denominado Centro de instrucción de Jahorina, trasladaron al menos 15 autobuses llenos de hombres desde un campo de prisioneros de Srebrenica hasta la localidad cercana de Kravica, donde fueron ejecutados. Primero a tiros y después con granadas, según los datos de la Fiscalía.

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En el enclave musulmán de Srebrenica (ahora en la república serbia de Bosnia), más de 8.000 varones bosnios —entre ellos adolescentes y mayores— fueron asesinados a manos de las tropas serbobosnias. Srebrenica se encontraba en ese momento en la zona de protección de los cascos azules en julio de 1995. La matanza está considerada como el único crimen de genocidio perpetrado en Europa después del fin de la Segunda Guerra Mundial.

Las detenciones de hoy son las primeras llevadas a cabo en Serbia por la matanza masiva y ordenadas por la fiscalía especializada. Aunque en 2005, según precisa Vuco, cinco miembros del grupo paramilitar Scorpions ya fueron arrestados por asesinar a seis musulmanes durante la masacre. Cuatro de los paramilitares, que grabaron en vídeo sus crímenes, lo que permitió probar los hechos, fueron sentenciados en 2007 a entre cinco y 20 años de prisión.

Las autoridades no han divulgado los nombres de los detenidos, que pueden enfrentarse a hasta 20 años de prisión. Sin embargo, fuentes oficiales citadas por la prensa local y la agencia Reuters indican que entre ellos está Nedeljko Milidragovic, conocido como Nedjo el carnicero, de 57 años, comandante de la unidad. Las autoridades serbias buscan a más personas supuestamente vinculadas con el crimen.

La Justicia serbia detuvo con anterioridad al líder político serbonosnio Radovan Karadzic (en 2008)  su comandante militar, Ratko Mladic (en 2011). Ambos están siendo juzgados por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), con sede en La Haya por crímenes de guerra, entre los que están su responsabilidad por lo ocurrido en Srebrenica. Su captura era era una de las condiciones impuestas por la UE a Serbia para allanar el camino de Belgrado hacia la integración; un proceso que aún continúa y que está previsto para 2020.

Un técnico del centro de Tuzla (Bosnia) donde se analizan los restos  encontrados en fosas comunes cerca de Srebrenica, el pasado día 11.
Un técnico del centro de Tuzla (Bosnia) donde se analizan los restos encontrados en fosas comunes cerca de Srebrenica, el pasado día 11.

Hoy, casi 20 años después de la masacre, alrededor de 1.800 víctimas no han sido aún identificadas. Mientras, los procesos judiciales que tratan de dirimir responsabilidades continúan. El pasado julio, la justicia holandesa —el país de los cascos azules que protegían el enclave-- consideró al Estado responsable, por primera vez, de la deportación que terminó con el asesinato de 300 varones musulmanes bosnios el 13 de julio de 1995 durante la caída de Srebrenica. La justicia determinó que los cascos azules no les protegieron adecuadamente.

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Sobre la firma

María R. Sahuquillo
Es jefa de la delegación de Bruselas. Antes, en Moscú, desde donde se ocupó de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y el resto del espacio post-soviético. Sigue pendiente de la guerra en Ucrania, que ha cubierto desde el inicio. Ha desarrollado casi toda su carrera en EL PAÍS. Además de temas internacionales está especializada en igualdad y sanidad.

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