La visita de Diosdado Cabello a Brasil
Para los venezolanos, el papel que el gigante latinoamericano juega en su crisis política y económica interna es determinante
La misión de los senadores brasileños que este jueves llegó y partió de Caracas denunciando el acoso de los militantes y el Gobierno chavista a su visita es una más entre una serie de viajes de políticos de otras nacionalidades, entre ellos el expresidente español Felipe González y el colombiano Andrés Pastrana. Ninguno ha logrado ver al líder opositor encarcelado Leopoldo López, objetivo de todas estas misiones. No obstante, para la oposición venezolana ha sido clave que estas personalidades visiten el país y puedan influir en la percepción que existe en el exterior sobre el Gobierno y el tratamiento de los presos políticos.
"Esta visita tiene implicaciones bilaterales y multilaterales muy importantes porque Brasil es un jugador clave en el escenario internacional," dijo Milos Alkalay, exembajador de Venezuela en Brasil hasta 2001, y quien acompañó en su más reciente gira de lobby a ese país a las esposas de López y del alcalde Antonio Ledezma, Lilian Tintori y Mitzy Capriles.
Para los venezolanos, el papel que Brasil juega en medio de su crisis política y económica interna es determinante, y no solo entre sectores opositores. La visita de los senadores se produce una semana después de que el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello viajara a Brasil. Cabello se reunió con el expresidente Lula Da Silva, quien en tiempos de Chávez jugaba un papel de mediador y consejero fundamental del Gobierno. Cabello también se reunió con la presidenta Dilma Rousseff, aunque al parecer, no era una visita acordada previamente.
Así como trascendió que Brasil jugó un papel importante y sigiloso en el acercamiento entre los Estados Unidos con Cuba, es probable que algo similar pueda estar ocurriendo con Venezuela. En Caracas llamó la atención que luego de su visita a Brasil, Cabello partiera rumbo a Haití, donde se reunió con el alto consejero del Departamento de Estado, Thomas Shannon, quien hasta el año pasado fungía como embajador de Estados Unidos en Brasilia, y cuya misión es reanudar las relaciones entre Washington y Caracas.
Además de sus oficios diplomáticos, Brasil tiene entre sus principales socios comerciales a Venezuela, que le compra 5 billones anualmente en alimentos, medicamentos y otros productos. Y aunque los empresarios brasileños se quejan de las deudas que el gobierno venezolano mantiene, el país del sur le apuesta a continuar el flujo comercial, pues es un mercado que ya tiene conquistado, y que en medio de su propia crisis económica, es una ventana comercial que no quiere perder.
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