Las dos Coreas intercambian fuego de artillería en la frontera
Pyongyang da un ultimátum a Seúl para acabar con las transmisiones de propaganda
La siempre tensa frontera entre las dos Coreas volvió a encenderse este jueves. Ambos ejércitos intercambiaron fuego, en el incidente de este tipo más serio de los últimos 5 años. Después de recibir un proyectil norcoreano lanzado contra uno de sus altavoces de propaganda en la zona occidental de la línea divisoria, Corea del Sur lanzó “decenas” de rondas de artillería de 155 milímetros, ha indicado el Ministerio de Defensa en Seúl. No se han registrado víctimas.
“Nuestros soldados han incrementado la vigilancia y supervisan muy de cerca los movimientos militares norcoreanos”, indicó el Ministerio. El Consejo de Seguridad Nacional surcoreano tiene previsto reunirse para abordar la situación, según ha informado Yonhap, la agencia de noticias del país. Seúl ha ordenado la evacuación de los residentes en la zona del enfrentamiento, a unos 60 kilómetros al norte de la capital surcoreana.
Por su parte, Corea del Norte ha dado 48 horas a su vecino del sur para poner fin a esas transmisiones, asegura la agencia surcoreana. De lo contrario, Pyongyang ha advertido que emprenderá acciones militares.
Las tensiones entre los dos países en la zona fronteriza habían aumentado desde comienzos de este mes. Dos soldados surcoreanos habían quedado heridos cuando, en una patrulla rutinaria, pisaron una mina. Uno de ellos perdió una pierna y el otro sufrió una doble amputación. El Ministerio de Defensa del país llegó a la conclusión de que se trataba de un artefacto de procedencia norcoreana colocado recientemente, no una reliquia de la guerra que enfrentó a los dos países entre 1950 y 1953 y que técnicamente continúa, detenida solo por un armisticio.
Tras prometer que respondería con firmeza, Seúl comenzó a transmitir propaganda a través de altavoces en la frontera, una práctica de la que los dos países se habían abstenido desde 2004.
El pasado lunes, Pyongyang también comenzó a transmitir sus propias consignas.
El proyectil norcoreano, según Seúl, tenía como objeto uno de los altavoces propagandísticos, aunque no logró alcanzarlo ni se registraron daños de otra naturaleza. El incidente se produjo en un área montañosa cerca de una base militar surcoreana en la ciudad de Yeoncheon.
El intercambio de disparos se produce cuando Corea del Sur y EEUU desarrollan maniobras militares anuales, un ejercicio que el vecino del norte considera como preparativos para la guerra.
La última vez en que ambos países intercambiaron fuego ocurrió en noviembre de 2010, cuando Corea del Norte lanzó proyectiles contra la isla surcoreana de Yeonpyeong. Dos soldados y dos civiles murieron en el ataque. Seúl replicó con rondas de proyectiles sobre posiciones norcoreanas.
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