Europa hará controles de pasajeros y equipaje en los trenes internacionales
Tras el ataque al Thalys, los ministros de Interior y Transportes de nueve países solicitan endurecer las normas de Schengen para inspecciones “sistemáticas” en fronteras
El ataque yihadista del pasado día 21 en el tren Thalys que cubría la línea Ámsterdam-París puso de manifiesto que las medidas de seguridad en los trenes europeos son muy escasas pese a la creciente amenaza terrorista. Los ministros del Interior y Transportes de nueve países europeos, reunidos ayer en París en reaccionaron ayer en París y, tras una cumbre antiterrorista, acordaron establecer “controles de identidad y equipajes” en los medios de transporte público “que se considere necesario”, en referencia a trenes de largo recorrido y transfronterizos y, en concreto, más concretamente a las líneas de alta velocidad. Solo España y Reino Unido aplican ahora ese tipo de controles.
Además, y de acuerdo con el comunicado conjunto leído por el ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, los países asistentes —los conectados por tren con Francia— representados pedirán a la Comisión Europea un endurecimiento de los reglamentos del espacio Schengen para facilitar controles fronterizos “permanentes” donde se considere necesario, “y solo donde se considere necesario”, remachó el ministro galo.
Los nueve países piden que todos los miembros de la UE incluyan en el sistema de información Schengen los nombres de sospechosos yihadistas
Los reunidos se mostraron partidarios de efectuar inspecciones policiales “coordinadas y simultáneas” en trayectos ferroviarios específicos. Uno de los más sensibles es precisamente el de París-Bruselas que cubre el tren Thalys, de alta velocidad. Asimismo, ampliarán el número de patrullas policiales mixtas en trenes de recorridos internacionales y exigirán que los billetes para líneas de largo recorrido o transnacionales sean nominativos como norma general.
Los servicios de información coordinarán más sus acciones para que se alerte de los movimientos de sospechosos, especialmente cuando accedan a un medio de transporte público. En ese sentido, Cazeneuve destacó que Europa explotará al máximo las posibilidades que ofrece el sistema de información de Schengen. Los ministros hicieron un llamamiento a todos los Estados miembros de la UE para que incluyan “de manera sistemática” en las bases de datos de Schengen “el nombre de las personas sospechosas de ser yihadistas”, una petición realizada por iniciativa de París.
Los agentes de seguridad de las compañías ferroviarias (en Francia hay más de 3.000), de otro lado, tendrán acceso a bases de datos de seguridad para colaborar más activamente con las fuerzas de seguridad.
A la cita en la capital francesa acudieron los titulares de Interior y Transportes de ocho países, además de Francia: Alemania, Reino Unido, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Suiza, Italia y España. Se trata de los Estados que tienen importantes conexiones ferroviarias con Francia, el país más amenazado por el yihadismo. También participaron en la reunión el coordinador antiterrorista europeo, Gilles de Kerchove; el comisario de Interior, Dimitris Avramopoulos, y la comisaria de Transportes, Violeta Bulc.
Varias compañías ferroviarias europeas han señalado estos días que resulta prácticamente imposible imponer controles estrictos y sistemáticos de seguridad en todas y cada una de las estaciones en las que paran trenes de líneas internacionales. El enorme gasto necesario repercutiría en el coste de los billetes y, además, los controles implicarían grandes molestias para los pasajeros y mucho márgenes de tiempo de espera antes de acceder a los trenes. Cazeneuve reiteró que en todo momento se respetará “la fluidez de la circulación en las fronteras”.
Atocha como ejemplo
La ministra española de Fomento, Ana Pastor, anunció ayer en París que varios de sus colegas europeos visitarán en septiembre la estación de Atocha para conocer de cerca sus sistemas de seguridad. Pastor asegura que los dispositivos de control de la red ferroviaria española son un modelo en Europa y que Atocha es “una de las estaciones de alta velocidad con los sistemas de seguridad más completos de la Unión Europea”.
España es, junto a Reino Unido, uno de los pocos países que dispone de controles exhaustivos de equipajes y viajeros en estas líneas. Los atentados de marzo de 2004, que costaron la vida a 191 personas, fueron un acicate para extenderlos, como señaló el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. “Muchas de las medidas que se han barajado aquí ya están en marcha en España”, dijo.
España registra 450 millones de pasajeros ferroviarios al año y tiene 2.000 estaciones. Pastor considera que generalizar los billetes nominativos de tren es una medida de compleja aplicación, una percepción en la que coincidieron varios de los ministros reunidos. ayer en París.
Fernández Díaz puso énfasis en la necesidad de aplicar cuanto antes el PNR (un sistema de registro e intercambio de datos de pasajeros entre compañías aéreas y servicios de seguridad) en sus siglas en inglés) en el transporte aéreo y se manifestó contrario a modificar la propuesta europea. Incorporar ahora los datos de los viajeros de tren, cree el ministro, podría retrasar el PNR aéreo, que considera podría ponerse en marcha este mismo año.
Solo en Francia, cinco millones de personas utilizan a diario el tren (1,23 millones en España) frente a los 480.000 pasajeros diarios en avión, al que se accede en todo caso tras pasar estrictos controles de identidad y equipajes. En Francia, y pese a que la amenaza terrorista está en niveles históricos máximos, los controles para acceder a los trenes, incluidos lo de alta velocidad, son inexistentes.
No hay ninguna inspección de equipajes. Tampoco es necesario mostrar el billete para acceder a los vagones. En algunos casos, ni siquiera el revisor controla que los pasajeros portan sus billetes. La seguridad está centrada en la presencia policial y militar en las principales estaciones y en algunas patrullas mixtas con Bélgica en los Thalys. En Bruselas, salvo en el tren Eurostar que cubre la línea con Londres, la situación es similar.
Por eso, el presunto yihadista marroquí Ayoub el Khazzan subió sin problemas el pasado día 21 a su vagón del Thalys en la capital belga con un fusil de asalto, una pistola, cientos de balas y una botella con gasolina. Solo la valentía de cuatro pasajeros evitó una matanza.
España es el país europeo con más kilómetros de alta velocidad (2.500), seguido de Francia (2.000), Alemania (1.350), Italia (923), Bélgica (209), Holanda (120), Reino Unido (113) y Suiza (35). En septiembre se reunirá en Bruselas el Comité de Seguridad de Transportes para analizar el paquete común de medidas y, en otoño, lo estudiará el Consejo de la UE.
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