Bangladesh investiga al ISIS y radicales locales por el asalto
Los atacantes agredieron con machetes y dejaron desangrarse a la mayoría de los rehenes
Aunque el asalto a un restaurante de Dacca (Bangladesh), en el que 20 rehenes fueron salvajemente asesinados el sábado, fue asumido por el Estado Islámico (ISIS, en sus siglas inglesas), el ministro de Interior, Asaduzzaman Khan, aseguró que los atacantes pertenecen al grupo extremista local Jamaat-ul-Muyahidin. Por su parte, el subinspector general de la policía, Shahidur Rahman, dijo a Reuters que están investigando conexiones con grupos internacionales como Al Qaeda o el ISIS.
El jefe policial también informó de que los atacantes eran educados y de familias ricas de Bangladesh, aunque no dio más detalles. Según testimonios de supervivientes, los agresores hablaban buen inglés. Otro investigador añadió que cinco de ellos eran buscados como milicianos extremistas, y que las autoridades habían intentado detenerlos previamente.
La mayoría de las víctimas —entre las que hay nueve italianos, siete japoneses, una india y un estadounidense— fueron agredidas a machetazos y murieron desangradas. “Este ataque no tiene precedentes en Bangladesh: por tratarse de un ataque de un comando yihadista, por el gran número de víctimas, por la violencia extrema”, explica el director del Instituto para la Gestión de Conflictos de India, Ajai Sahni.
“Estoy con mis amigos escondida en un baño. Creo que nos van a matar uno por uno”. Fueron algunas de las últimas palabras que Tarishi Jain, de 18 años, la única víctima india, dijo por teléfono a su padre. Jain fue la única víctima india en el ataque terrorista en el restaurante Holey en Dacca, Bangladesh. Era una estudiante de Economía en la Universidad de California. Su padre, Sanjiv Jain, recibió la llamada tras una noche de larga espera fuera del restaurante.
Jain estaba cenando con dos de sus amigos, que también perdieron la vida. Abinta Kabir, era una estudiante estadounidense de origen bangladesí que estaba visitando a su familia y amigos y Faraaz Hossain, que era de la capital bangladesí, pero estudiaba en la Emory University, al igual que Kabir. El ataque fue dirigido a los extranjeros, así que Hossain podría haber sobrevivido, aseguró uno de sus familiares a los medios, pero eligió quedarse con sus amigas.
De los nueve italianos, ocho eran empleados o empresarios de la industria textil en Bangladesh y una era la esposa de uno de ellos. El hermano de Marco Tondat dijo a la agencia ANSA que “En Italia hay muchas dificultades para encontrar trabajo y el emigró. Era supervisor en una empresa textil en Dacca. Parecía que estaba feliz de tener esa oportunidad”. De los siete japoneses, se sabe que eran consultores de la agencia de cooperación internacional de ese país y que estaban relacionados con la construcción del metro.
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