Elon Musk defiende su permanencia como asesor económico de Trump
El fundador de Tesla y SpaceX sigue, pese a las críticas, en el consejo que asesora al presidente
Elon Musk es el sucesor natural de Steve Jobs en Silicon Valley, el personaje que encarna el papel de visionario capaz de cambiar el mundo con productos revolucionarios. Durante los últimos cinco años ha sido el ejemplo de las escuelas de negocios y el ejemplo a seguir por los emprendedores tecnológicos. Desde la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos su imagen ha comenzado a tambalearse, pero no su postura. Musk es el único líder de Silicon Valley que sigue compartiendo impresiones con el máximo dirigente de Estados Unidos.
Desde el jueves por la tarde, cuando Travis Kalanick, fundador y máximo dirigente de Uber, dejó el consejo asesor, todas las miradas están puestas en Musk. El sector tecnológico cuenta con la inmigración de alta cualificación como motor de creación. El veto a la entrada de hasta siete nacionalidades ha terminado por romper los puentes con Washington. Solo Musk sigue como consejero.
Los tuits criticando la decisión de mantener una relación tan estrecha con el inquilino de la Casa Blanca se multiplican. El fundador de Tesla y Space X ha dado su explicación a través de Twitter e insiste en su intención de mantener su asiento. En su opinión, sentarse con Trump y mantener un diálogo es la mejor manera de acelerar sus metas futuristas, sus dos obsesiones, que el mundo funcione solo con energía sostenible y hacer que la humanidad habite otros planetas.
Regarding the meeting at the White House: pic.twitter.com/8b1XH4oW6h
— Buff Mage (@elonmusk) February 3, 2017
“Podré expresar nuestras objeciones a su decreto sobre inmigración y proponer sugerencias para cambiar esta norma”, puse en su mensaje de Twitter. Musk, es inmigrante de origen sudafricano, considera que es mejor mantener un puente de negociación y diálogo: “debatir sobre problemas críticos pondrá cierto equilibrio y servirá para conseguir un bien mayor”.
En Silicon Valley, cada vez son más las voces que opinan que la voz de Musk es más valiosa del lado de los que protestan que susurrando al oído del presidente. A diferencia de la mayoría de las empresas de tecnología, los productos de Tesla están hechos en Estados Unidos. SpaceX, la firma dedicada a la aeronáutica, factura la mayoría de sus contratos a nombre del Gobierno de Estados Unidos.
Uber, que acaba de emprender una agresiva campaña de descuentos en San Francisco con viajes a cinco dólares a casi cualquier punto de la Bahía si se viaja solo, o dos y medio si se comparte transporte, llegó a perder hasta 200.000 usuarios. La campaña #deleteuber se convirtió en trending topic el domingo, cuando las protestas llegaron también al aeropuerto.
Desde Tesla han dejado claro que no van a hacer ninguna declaración al respecto, que se están analizando los posibles daños, pero también que la decisión es de Musk, no es de la empresa.
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