Londres concede más tiempo a Irlanda del Norte para formar Gobierno
El Ejecutivo de Theresa May considera que “no hay apetito para unas nuevas elecciones”
En la tarde de este lunes expiró, sin haber alcanzado un acuerdo, el plazo que tenían los dos principales partidos de Irlanda del Norte para formar el Gobierno de poder compartido, después de las elecciones anticipadas celebradas el pasado 2 de marzo. El secretario de Estado para Irlanda del Norte, James Brokenshire, anunció poco después que prolongará “unas pocas semanas” el periodo de negociaciones porque “no hay apetito para unas nuevas elecciones”.
El acuerdo de poder compartido en Irlanda del Norte implica que el Ejecutivo debe tener representación de unionistas y nacionalistas, y el partido más votado debe proponer el candidato a ministro principal. La dimisión del republicano Martin McGuinness, el recientemente fallecido número dos del Gobierno saliente, por un escándalo que salpicaba a los unionistas de la ministra principal, Arlene Foster, provocó un adelanto de las elecciones. Estas depararon una histórica subida del Sinn Féin, que se quedó a un solo escaño del DUP.
Desde entonces, el DUP y el Sinn Féin llevan cuatro semanas tratando de reeditar el Gobierno de poder compartido, en unas negociaciones que ayer quedaron rotas. Unos y otros se acusan mutuamente de la ruptura.
Ante el fracaso de las negociaciones, el Gobierno británico tiene las opciones de imponer el mandato directo de Londres en la región o convocar unas nuevas elecciones. Pero Brokenshire optó este lunes por abrir, en sus palabras, “una breve ventana” para reanudar las negociaciones entre ambos partidos. “Seguimos decididos a contemplar un resultado positivo”, dijo. “He hablado con los líderes de las dos partes y no hay apetito para ninguna de las otras alternativas”, dijo.
Sin Gobierno, Irlanda del Norte no ha podido elaborar los Presupuestos de este año. La labor, hasta que se resuelva la crisis, la asumirán los funcionarios del departamento de Finanzas.
Foster, líder del DUP, ha acusado al Sinn Féin de exhibir una “actitud contraria al acuerdo”. “Su decisión de bloquear la creación de un nuevo Gobierno es lamentable y dañina para la gente a la que representamos”, dijo. El Sinn Féin quiso poner como condición que se legisle para otorgar oficialidad a la lengua irlandesa, entre otras. “Desafortunadamente, el DUP mantuvo su posición en relación a bloquear la igualdad de los ciudadanos, y eso es un problema”, dijo Michelle O’Neill, del Sinn Féin.
La situación en Irlanda del Norte añade un delicado frente más al Gobierno de Theresa May, que se dispone a activar este mañana el proceso de salida de Reino Unido de la Unión Europea. El Brexit, contra el que votó el 55,8% de los norirlandeses, abre colosales interrogantes en la región. En la isla que comparten la república de Irlanda e Irlanda del Norte, nadie quiere oír hablar de controles fronterizos. Además, la ruptura con la UE arroja incertidumbre sobre al Acuerdo de Viernes Santo, que en 1998 puso fin a 30 años de violencia y se basa en la pertenencia de ambas partes a la UE.
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