Una nueva coalición amenaza al centroizquierda oficial en Chile
12 partidos, movimientos y organizaciones sociales se han unido para formar el Frente Amplio
Con un diagnóstico negativo de los logros conseguidos en la transición a la democracia y con críticas al Gobierno de Michelle Bachelet, al que acusan de renunciar a su agenda reformista con la que llegó al poder en 2014, 12 partidos, movimientos y organizaciones sociales se unieron en Chile para formar el Frente Amplio. Con la mirada puesta en Uruguay, pero conscientes de que los modelos no pueden imitarse totalmente, la nueva coalición chilena aspira a desplazar a la Nueva Mayoría como la principal fuerza de centroizquierda del país.
Con una abstención que en las últimas municipales alcanzó un 65%, los dirigentes de la nueva coalición piensan que existe un extenso espacio electoral para crecer fuera de los dos grandes bloques que han liderado Chile en las últimas tres décadas.
Entre sus líderes se hallan dos de los personajes con mejor valoración política entre la ciudadanía: los exlíderes del movimiento estudiantil de 2011, los diputados Gabriel Boric, de 31 años (Movimiento Autonomista) y Giorgio Jackson, de 30 años (Red Democrática). De acuerdo con la última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) de enero pasado, ambos solo eran superados en respaldo por el senador Alejandro Guillier, candidato oficialista a La Moneda con miras a las presidenciales de noviembre próximo. Como por edad ninguno de los dos parlamentarios puede postularse a la presidencia —la Constitución exige tener al menos 35 años— Boric y Jackson respaldan la candidatura de Beatriz Sánchez, una periodista popular de radio y televisión que en cuestión de semanas alcanza un 6% de las preferencias, de acuerdo con el sondeo de la encuestadora Cadem. Tras el expresidente de derecha Sebastián Piñera y de Guillier, Sánchez es la tercera favorita.
“Si miramos a la Nueva Mayoría y a Chile Vamos [los dos bloques de centroizquierda y derecha tradicionales], el Frente Amplio es el único que plantea un cambio de verdad”, indicó Sánchez recientemente en una entrevista con el diario El Mercurio. Feminista y partidaria del aborto libre en un país como Chile, donde todavía está penalizado en todos los casos, Sánchez critica a los partidos por haberle dado la espalda a la ciudadanía. En Chile, son las instituciones peor valoradas y las que despiertan mayor desconfianza en la gente, de acuerdo con la encuesta del CEP. La periodista tiene un discurso basado en tres pilares: mayor participación ciudadana, una economía democrática en la que el crecimiento alcance para todos y derechos sociales básicos garantizados.
No es la primera vez que existen intentos de sobrepasar por la izquierda al bloque oficialista Nueva Mayoría, que entre 1990 y 2013 se llamó Concertación. En los años noventa y 2000, el Partido Comunista llevó a cabo distintas estrategias, sin éxito, para agrupar a las fuerzas de izquierda disgregadas fuera de las dos grandes coaliciones. En 2009, el exsocialista Marco Enríquez-Ominami alcanzó un 20% de los votos en las presidenciales con un discurso marcado la promesa de cambio y por la ruptura con el centroizquierda tradicional, pero tampoco logró que su candidatura mantuviera los apoyos.
Vocación de poder
A diferencia de lo que ha ocurrido en los últimos 30 años, el Frente Amplio tiene vocación de poder y su proyecto da la impresión de no estar basado en personalismos. No solo buscan reunir a las pequeñas fuerzas que en los años noventa y 2000 aparecían de elección y elección en forma de archipiélago, disgregadas.
Tras dos meses de su aparición formal —la nueva coalición fue presentada en febrero—, el Frente Amplio tiene a su favor los liderazgos jóvenes, un discurso basado en el cambio y una candidata que muestra un buen desempeño. De alguna forma, aspiran a repetir en noviembre en el Parlamento la fórmula de las últimas municipales cuando dieron la sorpresa y ganaron la ciudad de Valparaíso de la mano de Jorge Sharp. Abogado de 32 años, derrotó al centroizquierda y a la derecha en una campaña marcada por formas organizativas como las asambleas ciudadanas, soberanas en sus respectivos territorios.
Por lo pronto, sin embargo, el Frente Amplio ha movido el tablero y logrado que el candidato oficialista Guillier endurezca su discurso, en un intento de que su electorado no se le fugue por la izquierda.
El modelo del Frente Amplio uruguayo
Con los comunistas integrando ahora la coalición de Gobierno, los frenteamplistas buscan superar a la oficial Nueva Mayoría. El modelo a seguir es el Frente Amplio uruguayo, aunque sus líderes también han tendido puentes con el español Pablo Iglesias, de Podemos. En plena campaña española de fines de 2015, Boric y Jackson lo apoyaron a través de un vídeo: “Ojalá que logren romper con la casta con los partidos tradicionales que ya no representan las fuerzas de cambio (…) Estaremos atentos mirando su experiencia”, indicó entonces el diputado Boric.
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