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Dos naufragios con 40 muertos destapan la miseria del transporte náutico en Brasil

Las autoridades anuncian investigaciones para aclarar el hundimiento de dos barcos de pasajeros, uno en un río en la Amazonia y otro en el mar de Bahía

Meire Reis, superviviente en el naufragio de Bahía.Foto: atlas

Meire Reis estaba viendo la televisión el miércoles por la noche y se encontró con el reportaje sobre el hundimiento de un barco de pasajeros en el río Xingu, en la Amazonia brasileña, que dejó 21 muertos y un número aún sin especificar de desaparecidos. Impresionada, Meire Reis, una mujer de 53 años del Estado de Bahía, preguntó a su marido cómo debería reaccionar en un caso similar. Este jueves, como todos los días, Meire tomó el barco que une la isla de Itaparica con Salvador, atravesando la Bahía de Todos los Santos. Poco después, la mujer se vio inmersa en la misma situación a la que pocas horas antes habia asistido como simple espectadora de televisión. "Ahora estoy sana y salva gracias a lo que me explicó mi marido", contó al periódico Correio da Bahia.  No tuvieron la misma destreza o la misma suerte otras 18 personas que viajaban con ella en el barco Cavalo Marinho I, que perecieron ahogadas tras volcar la embarcación.

Las dos tragedias náuticas en menos de 36 horas han conmovido a Brasil. Y en ambos casos hay evidencias abrumadoras de que las embarcaciones no reunían ni de lejos los requisitos de seguridad. En el caso de Bahía, la propia fiscalía del Estado, en una nota pública, denunció que llevaba diez años alertando sobre "numerosas irregularidades" en el transporte marítimo de pasajeros que "ponían en riesgo diariamente a cientos de pasajeros". Ahora, tanto las autoridades bahianas como las del Estado de Pará, donde ocurrió el otro siniestro, han anunciado que abrirán investigaciones para esclarecer lo ocurrido. El propio presidente de la República, Michel Temer, tras lamentar los hechos y mostrar sus condolencias, ha anunciado que "los responsables serán castigados".

Meire Reis cruzaba a diario la Bahía de Todos los Santos desde Mar Grande, en la isla de Itaparica, hasta la ciudad de Salvador, donde trabaja como administradora de un edificio residencial.  Cuando la mañana de este jueves, todavía con las imágenes del naufragio del día anterior en la mente,  vio que para la travesía el barco disponible era el Cavalo Marinho I, estuvo a punto de quedar en tierra. "Pensé: 'No voy'.  De hecho, ocho o nueve personas desistieron cuando vieron que era el Cavalo Marinho" , contó al periódico local. "No sé decir lo que pasó. He cruzado ese mar con mucho más viento y nunca pasó eso. La embarcación es lo peor que puede haber. Para hacerse una idea, cuando está atracada en el puerto, ya queda completamente escorada".  

A bordo de la embarcación viajaban 133 personas, 129 pasajeros y cuatro tripulantes, y, según la Associação de Transportadores Marítimos de Bahía, tenía capacidad para 160 personas.  En un primer cálculo las autoridades cifraron los muertos en 23, aunque posteriormente rebajaron la cifra provisionalmente  a 18, entre ellos un bebé de seis meses. El Cavalo Marinho volcó en medio de la travesía y muchos de los pasajeros cayeron al agua. Meire Reis siguió las indicaciones de su marido y logró alejarse del barco: "También Dios me ayudó porque en un primer momento quedé debajo de la embarcación y no sé cómo salí de allí. Pero golpée mucho con la cabeza y lo conseguí". Otros supervivientes relataron que el barco, tras volcar, empezó a deshacerse.

Pescadores y embarcaciones particulares que se acercaron a la zona tras tener noticia del naufragio fueron los primeros en acudir al rescate de los supervivientes. Posteriormente se sumaron navíos y buceadores de la Marina brasileña.

Sobre el naufragio del miércoles en el río Xingu, en el Estado norteño de Pará, ni siquiera se conoce con exactitud el número de víctimas.  Por el momento se han encontrado 21 cadáveres y fueron rescatadas con vida 23 personas. El dueño de la embarcación asegura que viajaban a bordo unas 48 personas, pero no existe certeza total sobre la cifra.La lancha no estaba autorizada para transportar viajeros y, de hecho, ya tenía un apercibimiento oficial desde el pasado 5 de junio, según explicó el Gobierno del Estado.

El accidente ocurrió sobre las 21.00 horas del martes entre los municipios de Porto de Moz y Senador José Porfírio, en una localidad llamada Ponta Negra, y, por ahora, se desconocen las causas, aunque en el momento del naufragio se registraban fuerte lluvia y viento. Algunos testimonios aseguran que vieron sobre el cielo algo parecido a un tornado.  El barco había partido la noche del martes de la ciudad de Santárem.

Entre los años 2000 y 2015, el último con datos disponibles, murieron en Brasil 1.327 personas en naufragios. Casi la mitad fueron en ríos de la región amazónica. En esa parte del país, con multitud de núcleos de población aislados y diseminados por las orillas de los grandes ríos, los barcos son el único medio de transporte disponible.

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