Las claves del pacto firmado con Irán en 2015
El embargo de armas fue uno de los grandes obstáculos para el acuerdo alcanzado en Viena
El acuerdo al que llegaron en Viena en 2015 Irán y seis potencias internacionales (EE UU, China, Rusia, Alemania, Francia y Reino Unido) quedó plasmado en un texto de 109 páginas. Estas fueron algunas de sus claves:
Uranio y plutonio
Con la intención de alejar a Irán de cualquier posibilidad de armar una bomba nuclear, las potencias internacionales obligaron a Teherán a desprenderse de dos tercios de sus centrifugadoras, las máquinas que se utilizan para enriquecer uranio. Entre otras medidas relacionadas, Irán también queda obligado a reducir su stock de uranio de 10.000 kilogramos a 300 durante 15 años. Para evitar que Irán tampoco pueda producir plutonio, quedó obligado a rediseñar una planta con un reactor de agua pesada.
Sanciones
El 16 de enero de 2016 la ONU levantó las sanciones impuestas entre 2006 y 2010 que pesaban sobre Irán. El acuerdo prevé un mecanismo para reinstalar las sanciones en un plazo de 65 días en caso de incumplimiento, uno de los puntos que provocó más discordia en Viena. La UE también levantó las sanciones que había impuesto unilateralmente al régimen de los ayatolás.
Embargo de armas
Las únicas sanciones contra Irán que se mantuvieron son las relativas a las compras de armamento. Los embargos de la ONU sobre las armas convencionales y los misiles balísticos se mantienen hasta 2020 y 2023, respectivamente. Sin embargo, el Consejo de Seguridad puede acordar excepciones en casos particulares. Irán, con el apoyo de Rusia, defendió que el embargo se levantara junto al resto de sanciones. Estados Unidos fue reacio por el temor a que las armas acabaran en manos del régimen de Bachar el Asad o de grupos como Hezbolá, el partido-milicia chií libanés.
Inspecciones
Para garantizar el cumplimiento de lo pactado, el acuerdo impuso a Irán un régimen de inspecciones intenso. Desde la firma del acuerdo se han llevado a cabo más de 400 inspecciones regulares y 25 por sorpresa. Uno de los puntos de fricción durante la negociación, fue la posibilidad de que las inspecciones pudieran extenderse a los centros militares iraníes. Las potencias occidentales consideraban que, debido a la vigilancia internacional sobre las plantas nucleares, las bases militares podrían servir como instalación potencial para desarrollar armamento nuclear. Según el acuerdo, los inspectores podrán acceder a las instalaciones del Ejército iraní , pero se requiere un procedimiento previo: acudir a un comité de arbitraje compuesto por las seis potencias firmantes, Irán y la Unión Europea.
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