Un Frente con muchas grietas
La disputa por la elección del candidato presidencial mexicano divide a la coalición del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano
Es la casa ideal para millones de electores desencantados. Se plantea como una alternativa a la continuidad del PRI y al miedo a la llegada al poder de Andrés Manuel López Obrador. Una opción distinta de la corrupción que representa el partido gobernante y al populismo en el que enmarcan al candidato de Morena y, por el momento, líder en todas las encuestas. El Frente Ciudadano por México, la alianza del Partido Acción Nacional (PAN), el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC) es la construcción en la que muchos habitarían si no fuera por las dudas que generan sus cimientos.
La falta de claridad sobre el método para elegir al candidato presidencial amenaza con colapsar la coalición. Los líderes de los partidos decidieron anteponer la definición de las líneas maestras del Frente a la concreción de un líder con el que aspirar a vencer en las presidenciales de julio de 2018. Una estrategia a la que ha apostado todo su capital político Ricardo Anaya, presidente del conservador PAN, cuyas aspiraciones son indudables. El dirigente, de 38 años, considera que el candidato debe salir de su partido, porque es el que tiene más poder, algo en lo que no discrepan ni Alejandra Barrales, máxima responsable del PRD ni Dante Delgado, líder de Movimiento Ciudadano, los otros dos grandes valedores del Frente.
Anaya no solo está convencido de que el candidato ha de ser del PAN. Cree que tiene que ser él. Ello irrita al resto de aspirantes, que consideran la falta de claridad en la elección una argucia para dilatar una decisión que está tomada. Bajo esta premisa, abandonó el PAN Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calderón, que ha decidido aspirar a la presidencia como candidata independiente. La última voz altisonante ha sido la del jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, quien con el apoyo de sectores del PRD –que le impulsaron a dirigir la capital- busca competir con Anaya.
Mancera urgió a definir un método de elección abierto “para no caer en lo mismo que otros grupos políticos”. “Debe ser una en la que tú, como ciudadano, a la hora que te comuniquen, puedas decir que hubo una competencia y alguien resultó ganador; la otra forma es la de la caja negra cuando sale un ganador y no sabes lo que pasó en la caja negra”.
Las declaraciones de Mancera este fin de semana se producen después de reunirse con el exgobernador de Puebla Rafael Moreno Valle (PAN), también aspirante y al que acudió Zavala, que, según Mancera, les confesó que si el Frente hubiese tenido un método claro de elección del candidato ella seguiría trabajando en la coalición. El círculo más próximo a Anaya asume que el encuentro, que buscaron en vano hacerlo pasar como algo espontáneo, era otra muestra más de presión al líder del PAN.
Anaya se muestra, sin embargo, imperturbable a críticas. También ante los ataques que le llegan desde el PRI. Desde que se registró la coalición ante el Instituto Nacional Electoral (INE) en septiembre, Anaya, Barrales y Delgado, han tratado de mostrar las bondades de la coalición, de recalcar lo que no son más que de definir lo que pretenden.
La amalgama de corrientes que abarcan los tres partidos –uno claramente conservador y dos progresistas- complica la definición de un proyecto conjunto. Para paliar este déficit, este fin de semana, el PAN y MC han suscrito un documento que sienta las líneas generales del Frente. El PRD ha pospuesto el aval a la coalición por las pugnas internas. Algunos sectores exigen claridad sobre el método de elección del candidato.
El documento hace énfasis en la transformación que, a juicio de los partidos, México requiere. Repleto en muchas ocasiones de lugares comunes, no termina de aclarar la posición del Frente sobre asuntos como el matrimonio igualitario, el aborto o el uso medicinal de la marihuana, donde discrepan abiertamente los partidos.
“No pretendemos mimetizarnos, ni renunciar a nuestra historia y principios, es decir, a nuestra identidad como organizaciones políticas autónomas”, asegura el documento, en el que los partidos insisten en que la unión “va más allá de una coalición electoral” y que lo que pretenden es un gobierno de coalición, para lo que ponen los ejemplos de Chile, Uruguay y Alemania. “El nuevo sistema político debe construirse, no en función de partidos ni candidaturas, sino a partir de un proyecto de Estado”. “El actual régimen político mexicano está rebasado y es por completo inviable para las actualidades necesidades y retos del país”. “El régimen actual está agotado y no será suficiente para afrontar los retos del futuro”.
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