La justicia investiga por lavado de dinero a Daniel Scioli, excandidato presidencial de Cristina Kirchner

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Mientras toda la atención pública se concentraba en el pedido de detención contra Cristina Fernández de Kirchner, el hombre que ella eligió como candidato presidencial para las elecciones de 2015 protagonizaba una silenciosa batalla judicial. Daniel Scioli, gobernador durante ocho años de Buenos Aires, la provincia más grande de Argentina, vicepresidente de Carlos Menem en los años 90 y hoy diputado electo, está sospechado de lavado de dinero. Hoy la policía allanó una propiedad y tres empresas vinculadas a negocios que la Justicia considera al menos poco claros. La investigación puede apagar aún más la estrella de Scioli, luego de que una expareja denunciara que le pidió que abortara el bebé que esperaban.

La justicia realizó una serie de allanamientos simultáneos en un terreno de 41.000 metros cuadrados en las afueras de Buenos Aires, en una constructora y en dos sociedad inmobiliarias. El terreno linda con la casa que el exgobernador tiene en Villa La Ñata, una propiedad enorme con salida al rio y un campo de fútbol sala que tiene a Scioli como la estrella de su equipo. El terreno perteneció a Scioli hasta marzo pasado, cuando pasó a manos de la empresa Miller Building Internacional SA por 3,8 millones de dólares.

A la justicia le llamó la atención que Miller Building Internacional fue proveedora de obra pública durante la gestión del exgobernador y sospechó de un sobreprecio en la venta del terreno que puede esconder “un regreso de fondos” por los contratos recibidos. También fue allanada la empresa Capanone SA, que cuenta a Scioli entre sus accionistas y que tenía bajo su nombre la titularidad del terreno, y la inmobiliaria Estudio Mercado y Asociados. La policían retiró además documentación de una empresa que realizaba eventos dentro de la casa de Villa La Ñata.

Miller Building hizo buenos negocios durante la gestión sciolista, sobre todo gracias a la construcción de 15 Unidades de Pronta Atención (UPA), como llamó Scioli a unos centros de medicina de baja complejidad que su gobierno ubicó en zonas especialmente sensibles del conurbano industrial de Buenos Aires. Las UPA fueron una de las principales apuestas de Scioli durante la campaña para las elecciones presidenciales de 2015. Scioli ganó aquellas generales a Mauricio Macri en la primera vuelta, pero perdió en la segunda.

Derrotado, el excandidato se mantuvo lejos de las luces de la política, hasta que en mayo de este año reveló, cuando nadie lo esperaba, que su novia 30 años menor estaba embarazada. Lo que podía ser una página de revista del corazón se convirtió en un culebrón cuando la mujer rompió la relación publicando en las redes sociales mensajes por WhatsApp de su pareja con una presunta amante. Para completar el cuadro, la mujer dijo que Scioli le pidió abortar al bebé, un verdadero escándalo para un político que ha hecho campaña con el apoyo del papa Francisco y se declara abiertamente contrario a la legalización del aborto. El tiempo pasó y el escándalo quedó en el olvido. La investigación judicial por un posible cobro de sobornos puede complicarlo mucho más.