‘El Rey’ Zambada detalla los sobornos del cartel de Sinaloa a autoridades mexicanas
El narcotraficante revela en el tercer día de juicio de El Chapo cómo pagó a militares, policías y agentes de Interpol para traficar cocaína
Jesús Zambada García, alias El Rey, se está explayando en el juicio por narcotráfico contra Joaquín Guzmán Loera. El primer cooperante estrella en la causa contra el capo del cartel de Sinaloa de la droga se centró este jueves en detallar la estructura montada para sobornar a las autoridades federales, estatales y municipales mexicanas. “Hice pagos en nombre de El Chapo”, afirmó quien es hermano menor de Ismael El Mayo Zambada, otro de los líderes históricos del imperio criminal sinaloense.
Zambada ha explicado al jurado que Guzmán era su “compa”, por la amistad entre ambos. Y al igual que hizo el miércoles durante la primera parte del interrogatorio, reiteró que El Chapo era “socio” de El Mayo. El Rey operaba en Ciudad de México, donde dijo contaba con 40 empleados hasta ser detenido junto a otros 14 narcotraficantes por las autoridades mexicanas en octubre de 2008. En la capital mexicana supervisaba los almacenes que recibían la droga proveniente de Colombia y que, tras ser clasificada, era transportada a Estados Unidos.
Las bodegas, explicó, recibían cargamentos de El Chapo y El Mayo en envíos de hasta siete toneladas. “Llegan entre cuatro y cinco al año”, precisó. “Eso les generó miles de millones en beneficios”. Además, controlaba el aeropuerto en Ciudad de México y se encargaba de la “seguridad gubernamental”, para proteger los movimientos de la droga. Entre sus obligaciones estaba la de corromper altos mandos en nombre de los líderes del cartel.
“Eran personas de confianza”, dijo. “Amigos que haces durante los años y que te introducen a nuevos funcionarios para que trabajen con nosotros”. Zambada citó en concreto el pago que realizó a un mando militar a quien identificó como el "general Toledano", que estaba a cargo del Estado de Guerrero, una región del Pacífico mexicano en el que se siembra marihuana y amapola. Era una plaza en la que Zambada García deseaba operar, para así poder facilitar las importaciones de cocaína desde Colombia. “Hable de ello con Guzmán y este me dijo que [el general Toledano] era su amigo”, comentó El Rey durante su testimonio.
“Me dijo que fuera a verle, que le saludara, y le diera 100.000 dólares en efectivo como regalo y le dijera que iba a trabajar en su Estado”, detalló. A partir de allí amplió el abanico de la trama de sobornos para explicar que pagó también a un comandante de la oficina del Procurador General de la República, al que llamaban Yanqui. También corrompió a oficiales de la policía federal de caminos, de la Policía judicial del Distrito Federal e incluso policía de la Interpol.
300.000 dólares en sobornos
El Rey Zambada dijo que solo en Ciudad de México pagaba unos 300.000 dólares mensuales en sobornos a oficiales. “Yo era el que les daba el dinero negro en nombre de los líderes”, afirmó. Esas coimas, dijo, eran esenciales para que se pudiera dar seguridad a la plaza que controlaban “porque las autoridades trabajan solo para un cartel”. Lo combinaban, además, con los sicarios, los grupos armados de la organización criminal, que se encargaban de eliminar cualquier amenaza.
Los sobornos, según El Rey, permitían también desviar o paralizar cualquier investigación en marcha por las autoridades de asesinatos a rivales. “Se entraba en contacto con el mando para entender la línea de investigación y se le pedía directamente al comandante que actuara”, ha señaló Zambada este jueves. “El dinero en efectivo servía para hacerla descarrilar”. Los sicarios respondían a las órdenes tanto de El Chapo como de El Mayo, aunque eran ellos quienes decidían “a quién eliminar”.
Jesús Zambada contó que Joaquín Guzmán estuvo al frente de guerras sangrientas entre grupos rivales. El Chapo, explicó, controlaba junto a El Mayo la zona conocida como el Triángulo de Dorado, una zona formada por territorios en tres Estados: Sinaloa, Durango y Chihuahua. Allí se produce goma de opio para la heroína y marihuana. “Oro es dinero”, comentó Zambada García ante el jurado. “Estas drogas generan mucho dinero”. Pero el poder de los dos capos abarcaba todo el país, a través de los sublíderes que la organización tiene en cada uno de los 32 Estados del país.
Guzmán, que se enfrenta a cadena perpetua como Zambada por narcotráfico, era conocido por controlar los túneles que permitían cruzar la droga por Sonora. “Por eso los colombianos le llamaban el rápido”, explicó El Rey, “era la forma más segura de pasarla a EE UU y permitía hacerlo en grandes cantidades”. Esa red de túneles se utilizaba, además, para traer de vuelta a México el dinero en efectivo recaudado con la venta de los estupefacientes e importar armas desde EE UU. Así se conseguía la cuadratura del círculo.
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