Un narco colombiano asegura haber sobornado al fiscal mexicano de Carlos Salinas
Jorge Cifuentes revela en el juicio al 'Chapo' Guzmán haber pagado a Ignacio Morales Lechuga y a 70 policías federales para traficar droga
Los capos de la droga del cartel de Sinaloa no fueron los únicos que sobornaron a las más altas instancias judiciales en México para garantizarse protección. El narcotraficante colombiano Jorge Cifuentes, más conocido como El J o Simón, reveló durante el juicio contra Joaquín El Chapo Guzmán en Brooklyn que pagó dinero en efectivo al procurador general Ignacio Morales Lechuga durante la administración del expresidente Carlos Salinas (1988-1994).
El último cooperante estrella llamado por la fiscalía de Estados Unidos, explicó también que llegó a tener a 70 policías federales mexicanos a su servicio. “Pagué sus salarios”, dijo. La doble revelación la hizo durante el interrogatorio de la defensa, que corrió a cargo del abogado Jeffrey Lichtman. El abogado le preguntó directamente si había sobornado a fiscales en Colombia. Jorge Cifuentes, miembro de una conocida familia de narcos, respondió con un “no, soborné a procuradores en México”.
Ignacio Morales Lechuga fue procurador general de la República entre 1991 y 1993. Anteriormente lo fue del Distrito Federal, la capital mexicana. El abogado fue nombrado después embajador de México en Francia. El narcotraficante colombiano, que se mostró muy combativo en el interrogatorio, no precisó qué cantidades habría desembolsado para garantizarse la protección ni si realizó los pagos directamente o a través de un intermediario.
El exfiscal mexicano rechazó en Twitter las declaraciones de Cifuentes en Brooklyn. "Son totalmente falsas y por lo tanto calumniosas y difamatorias las acusaciones hechas en mi contra por parte de un narcotraficante en el juicio de Joaquín Guzmán", escribió Morales Lechuga, quien amenazó con la posibilidad de demandar por lo que considera una injuria. Sin embargo, esta no es la única vez que el exprocurador ha sido vinculado con la delincuencia organizada. En marzo de 1998, un exfuncionario de la fiscalía lo acusó de haber permitido el aterrizaje de aviones cargados de droga para el cartel del Golfo en el Estado de Veracruz, Estado del que Morales Lechuga intentó ser gobernador.
En Brooklyn, Lichtman también trató de presionar a Cifuentes al preguntarle si alguna vez trató de sobornar a agentes de la policía antidroga de los EE UU u otras autoridades americanas. Negó este extremo pero sí contó ante el jurado que alguien en Colombia le entregó una memoria electrónica tipo USB con información que los agentes estadounidense habría recopilado sobre él, incluidas llamadas telefónicas pinchadas.
Tras el testimonio de Jorge Cifuentes será el turno de Pedro Flores, el mayor distribuidor de la droga del cartel de Sinaloa en Chicago y otras ciudades de Estados Unidos como Nueva York o Filadelfia. Durante la vista que marca el inicio de la sexta semana del juicio no estuvo Emma Coronel, la primera vez que está ausente. La mujer de El Chapo, que se dejó ver en todas la audiencias formales celebradas hasta ahora, faltará durante toda la semana previa al receso navideño.
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