Buteflika dimitirá antes del 28 de abril, cuando expira su mandato
El mandatario argelino anuncia “importantes medidas” para asegurar la transición, según un comunicado de la presidencia
El presidente de Argelia, Abdelaziz Buteflika, de 82 años, dimitirá antes del 28 de abril, cuando expira su cuarto mandato presidencial, según anunció este lunes la presidencia mediante un comunicado. El escrito precisa que antes de abandonar el poder Buteflika tomará “importantes medidas para asegurar la continuidad del funcionamiento de las instituciones del Estado durante el periodo de transición”. El anuncio llega mientras se abre una lucha entre el clan de Buteflika y el del jefe del Estado Mayor, Ahmed Gaid Salah, de 77 años. Las primeras víctimas han sido algunos empresarios que se enriquecieron a la sombra de Buteflika y ahora son investigados por corrupción.
Hace varias semanas que los principales representantes de la sociedad civil daban por descontado que Buteflika caería de una forma o de otra. Pero ahora la calle no se conforma con eso. Quiere que se vayan todos los integrantes del régimen, incluido el jefe del Ejército, que lleva 15 años en el puesto. Gaid Salah ha sido un aliado clave de Buteflika. Lo fue cuando el presidente decidió aspirar a un cuarto mandato tras sufrir un infarto cerebral en 2013; ha sido un sostén clave incluso cuando comenzaron las primeras manifestaciones contra el quinto mandato, el 22 de febrero. Pero se convirtió en el peor enemigo de Buteflika y de sus dos hermanos, Said y Nacer, el martes 26 de marzo cuando pidió la inhabilitación del presidente por motivos de salud, mediante la aplicación del artículo 102.
La aplicación del 102 permite inhabilitar al presidente, pero también deja espacio para su dimisión. La dimisión forzada, tras más de un mes de unas protestas pacíficas imponentes en el país, será una salida humillante para un político que llegó al poder en 1999, reformó la Constitución en 2008 para optar a un tercer mandato y se mantuvo los últimos cinco años en el poder, sentado en una silla de ruedas, sin pronunciar ningún discurso público y sin viajar apenas al extranjero. Su pretensión de optar a un quinto mandato en las presidenciales que estaban previstas para el 18 de abril desbordó la paciencia de los argelinos.
El comunicado donde se anuncia la dimisión llega un día después de que la presidencia anunciara una remodelación del Gobierno. Ese nuevo Ejecutivo sorprendió a muchos argelinos porque mantiene en el cargo de viceministro de Defensa a Ahmed Gaid Salah, el jefe del Ejército que había pedido cinco días antes la inhabilitación del presidente y también ministro de Defensa. El sitio digital TSA, el más leído del país, señala que ese Gobierno implicaría un pacto implícito entre los Buteflika y el jefe del Ejército.
La presidencia ha anunciado “importantes medidas” para asegurar la transición dentro del actual marco legal. Pero millones de argelinos ya han rechazado en las calles ese camino. Las caras más visibles de la sociedad civil ya han expresado de forma pacífica que no quieren el recorrido del artículo 102, alegando que eso implicaría continuar con el mismo régimen, aunque sin Buteflika. Las multitudes también rechazaron el viernes pasado al jefe del Ejército, tres días después de que pidiera inhabilitar a Buteflika a través de la Constitución. Los argelinos reclaman un verdadero cambio de régimen, con una nueva Constitución y elecciones presidenciales transparentes. “El pueblo no prefiere un clan a otro. Quiere un Estado de derecho”, declaró este domingo Karim Tabbou, coordinador del opositor Unión Democrática y Social.
Mientras tanto, las luchas en el seno del poder están arrojando sus primeras víctimas sobre los tribunales del país. En la madrugada de este domingo fue detenido Ali Haddad, constructor de 54 años que ha amasado la mayor parte de su fortuna bajo el régimen de Buteflika. Haddad intentaba atravesar en coche la frontera de Argelia hacia Túnez en el paso de Oum Téboul. Llevaba dos pasaportes y 5.000 euros en metálico cuando la legislación local solo permite un máximo de 1.000 euros para cruzar la frontera.
Haddad es un estrecho colaborador de Said Buteflika, de 61 años, el influyente hermano menor del presidente. Era presidente de la patronal argelina (FCE, por sus siglas en francés) hasta que dimitió la semana pasada y es director ejecutivo de la constructora ETRHB, principal concesionaria de obra pública.
El cerco sobre los empresarios afines a Buteflika va más allá de Haddad. La fiscalía de Argel ha anunciado este lunes, mediante un comunicado, que ha emprendido investigaciones por “corrupción y transferencia ilícitas de capitales hacia el extranjero”. La Fiscalía ha prohibido la salida de “ciertas personas” al extranjero. Las autoridades impedirán los vuelos en avionetas privadas fuera del país.
Djilali Hadjadj, presidente de Asociación Argelina de Lucha contra la Corrupción, señaló en una entrevista a TSA: “Con el poder tal como está ahora mismo, o los trozos de poder que quedan, ¿quién está habilitado para detener a quién? ¿Quién tendría legitimidad?”
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