Netanyahu promete anexionar parte de Cisjordania si es reelegido
El primer ministro anuncia que extenderá la soberanía israelí a los asentamientos en territorio palestino
A tres días de unas disputadas elecciones legislativas, Benjamín Netanyahu, a cuyo partido Likud le resultan adversas las encuestas, anunció este sábado que extenderá la soberanía de Israel sobre el territorio palestino ocupado de Cisjordania si es reelegido. El primer ministro conservador afirmó durante una entrevista en el canal 12 de la televisión hebrea que la creación de “un Estado palestino puede amenazar la existencia de Israel”.
Después de ser preguntado en el programa Encuentro con la prensa sobre si ––tras la anexión a Israel de Jerusalén Este (en 1980) y del territorio ocupado sirio de los Altos del Golan (en 1981), ambos conquistados también en 1967 en la llamada Guerra de los Seis Días––, iba a dar el paso de absorber los asentamientos en Cisjordania, Netanyahu replicó: “Si me pregunta si vamos a pasar a una siguiente fase, la respuesta es sí, voy a extender la soberanía”. Más de 400.000 colonos israelíes se han instalado en más de dos centenares de asentamientos, reconocidos o no por el Estado hebreo, en el último medio siglo.
El Gobierno de Israel ha interpretado hasta ahora que los grandes bloques de asentamientos, como Maale Adumim (este de Jerusalén), Gush Etzion (al sureste de Belén) o Ariel, (en el norte de Cisjordania) van a formar parte del Estado judío después de cualquier eventual acuerdo de paz con los palestinos. “No distinguiremos entre grandes bloques de asentamientos o colonias aisladas, porque cada uno de ellos forma parte de Israel y no los pondremos bajo soberanía palestina”, puntualiza ahora el mandatario israelí, en una promesa electoral que amenaza con desencadenar una airada protesta el los territorios palestinos y en los países árabes.
El secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Sabe Erekat, dijo a través de Twitter que “con Netanyahu, Israel continúa violando de forma sistemática la legislación internacional, mientras la comunidad internacional le concede impunidad”.
Al mismo tiempo, el primer ministro israelí advirtió de que no dividirá Jerusalén, en cuya parte oriental (con asentamientos habitados por más de 200.000 colonos judíos) los palestinos aspiran a establecer la capital de su futuro Estado y que tampoco ordenará la evacuación de ninguna comunidad o asentamiento judío, al tiempo que garantizará el control militar sobre la ribera occidental del río Jordán. “He soportado en los últimos años enormes presiones (para crear el Estado palestino) que ningún primer ministro hubiese resistido. Tenemos que controlar nuestro destino”, advirtió.
La comunidad internacional considera que todos los asentamientos en territorio ocupado carecen de legitimidad. El Consejo de Seguridad de la ONU lo reiteró por última vez en diciembre de 2016, en una resolución que fue unánimemente votada, salvo por EE UU, que se abstuvo por primera vez en décadas, en la recta final de la Administración del presidente Barack Obama, para no ejercer el habitual derecho de veto en favor de Israel.
La ecuación paz por territorios apenas se ha mencionado en la campaña para las legislativas del 9 de abril en Israel. El célebre eslogan, que hace más de 25 años se tradujo políticamente en los Acuerdos de Oslo con palestinos, no parece atraer los votos. Ni las fuerzas conservadoras agrupadas en torno al primer ministro saliente, Benjamín Netanyahu, ni la oposición de centroizquierda recogen en sus planes electorales la fórmula de los dos Estados para sellar la paz.
En el poder desde 2009, el jefe del Gobierno aspira a revalidar su cuarto mandato consecutivo con su política de mantenimiento a ultranza de un statu quo que considera favorable a los intereses de Israel. Netanyahu defendió hace diez años, en un discurso en la Universidad de Bar Ilan, la solución de los dos Estados bajo la presión del demócrata Obama, pero no se ha esforzado en aplicarla. Las últimas negociaciones con los palestinos, impulsadas por Estados Unidos, quedaron canceladas en abril de 2014.En los dos últimos años, tras la llegada a la Casa Blanca del republicano Donald Trump, Israel ha acelerado la expansión de los asentamientos judíos en territorio palestino ocupado desde hace más de medio siglo.
El Gobierno israelí planeó en 2018 la construcción de 9.400 viviendas en Cisjordania, y de otras 6.400 casas en Jerusalén Este, según las estimaciones de un reciente informe de la UE, que añade que el empuje urbanizador supondrá el establecimiento de 60.000 nuevos colonos.
Bajo la presidencia de Trump, EE UU se ha alineado cada vez más con Israel, hasta el punto de que los dirigentes palestinos le niegan autoridad para desempeñar el papel de mediador. La UE, mientras tanto, resalta en sus informes la discriminación que sufren los palestinos, pero las recomendaciones de sus diplomáticos para tratar de paliar los efectos de la ocupación israelí aún siguen sobre la mesa en Bruselas.
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