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El Parlamento Europeo confirma a Von der Leyen como presidenta de la Comisión en una ajustada votación

La candidata del Partido Popular Europeo obtiene el respaldo de 383 eurodiputados, de un total de 747

Ursula von der Leyen durante su discurso de candidatura a la presidencia de la Comisión del Parlamento europeo este martes en Estrasburgo. En vídeo, el anuncio del resultado de la votación.Vídeo: FREDERICK FLORIN (AFP) / REUTERS

Ursula von der Leyen tomará las riendas de la Comisión Europea a partir del 1 de noviembre después de lograr el aval del Parlamento Europeo por un estrechísimo margen. El apoyo explícito de las tres grandes familias políticas —que suman 444 votos— no le evitó sudar para romper la barrera de 374 diputados que fija la mayoría absoluta de la Cámara. Al final, sacó adelante su candidatura por 383 votos a favor, 327 en contra y 22 abstenciones. Tras conocer el resultado, Von der Leyen llamó a todos los grupos a “trabajar juntos” por una “Europa fuerte y unida”.

Por primera vez desde su fundación en 1958, una mujer estará al frente de la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE. Lo hizo tras superar el examen del Parlamento Europeo, aunque de forma mucho más ajustada de lo previsto. A pesar de que populares, liberales y socialdemócratas le anunciaron su apoyo, Von der Leyen logró acceder a la presidencia del Ejecutivo por solo nueve votos de margen.

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Un elevado número de parlamentarios, pues, decidió hacer caso omiso a las instrucciones que llegaron de las direcciones de sus partidos. La victoria de Von der Leyen dependió, además, del apoyo de partidos populistas. Tanto el M5S italiano como los ultraconservadores polacos de Ley y Justicia (PiS) aseguraron haber respaldado a la política alemana.

La fotografía de este lunes, pese al anonimato de los votos, confirma la complejidad de un hemiciclo muy fragmentado que ya no controlan populares y socialdemócratas y de cuyos equilibrios dependerá que salga adelante el ambicioso programa que presentó la futura jefa del Ejecutivo de la UE.

Von der Leyen no quiso comentar la circunstancia de que el M5S o el PiS pudieran haber sido decisivos en su elección escudándose en el hecho de que el sufragio era secreto. “No sé quién ha votado por mí”, sostuvo en su comparecencia posterior a la votación. La futura jefa de la institución más emblemática de la UE sí justificó esa estrecha victoria en el hecho de que solo tuvo “dos semanas para acelerar y presentar su programa para los próximos cinco años” y “ganarse la confianza de los miembros del Parlamento Europeo”.

La hasta este martes ministra de Defensa de Angela Merkel también pagó con creces que los jefes de Estado y de Gobierno rechazaran nombrar como presidente de la Comisión a uno de los cabezas de lista que se presentaron a las elecciones europeas, lo cual muchos diputados consideraron como un desprecio a la Cámara. Von der Leyen admitió la existencia de ese “resentimiento”, por lo que abogó por trabajar con los partidos políticos para blindar la figura del Spitzenkandidat.

Fuentes parlamentarias también atribuyeron la exigua victoria a que en el sprint final para atraer a liberales y socialdemócratas elevó su perfil progresista con un discurso social, ecologista y feminista. Eso le hizo perder apoyos en la derecha, tanto dentro de su partido como entre los conservadores del ECR, que se declararon decepcionados al constatar que “las posiciones” de Von der Leyen habían “cambiado bastante” en la última semana, en palabras de su diputado Raffaelle Fitto.

En una vibrante intervención, la política alemana, de 60 años, presentó un programa que pasa por ir más allá en la lucha contra el cambio climático para llegar a la descarbonización de la economía europea en 2050; en una mayor solidaridad con mecanismos como un seguro de paro comunitario, y con pasos más firmes en la lucha contra la violencia machista, como tipificarla como delito en los tratados.

Von der Leyen estuvo arropada en el plenario por el actual ministro español en funciones Josep Borrell, nominado por los jefes de Estado y de Gobierno de la UE para ser su Alto Representante para Política Exterior. En su discurso, la futura presidenta fue incluso más lejos de las cartas que remitió el pasado lunes a liberales y socialistas en las que accedía a buena parte de las exigencias que estos le habían planteado en las reuniones de la semana pasada.

El discurso de Von der Leyen fue rematado por una sonora salva de aplausos, procedente incluso desde escaños que rechazaban su nombramiento. Sin embargo, tras su discurso abandonó el hemiciclo sin más apoyos más allá de los de su formación, el Partido Popular Europeo (182 diputados). “No vamos a reparar el daño causando un nuevo daño”, subrayó el líder popular y aspirante a presidir la Comisión, Manfred Weber.

División en las filas socialistas

Los liberales de Renovar Europa anunciaron su respaldo a Von der Leyen antes de la votación. Su líder, Dacian Ciolos, minimizó las disensiones a un puñado de apenas cinco diputados. Más pesaron, seguramente, los votos disidentes dentro de los socialdemócratas, que no lograron recoser la división dentro del grupo parlamentario.

La posición oficial de los socialistas fue la de apoyar a la alemana. La jefa del grupo, Iratxe García, afirmó que la formación superó el “escepticismo” de semanas anteriores tras constatar que Von der Leyen aceptaba sus “principales demandas”. Aun así, fuentes socialistas explicaron que al menos ocho delegaciones —entre ellas, Alemania, Holanda o Austria— rechazaron esa consigna.

El discurso de Von der Leyen no logró atraer ni a Los Verdes ni a la Izquierda. El líder de la formación ecologista, Philippe Lamberts, admitió que los postulados de la futura presidenta de la Comisión constituían “un progreso importante”, pero todavía insuficiente para contar con su apoyo.

También los conservadores de ECR, salvo Ley y Justicia, decidieron retirar su apoyo a la exministra alemana, aunque en este caso al considerar que había virado hacia posiciones progresistas. Los ultraderechistas de Identidad y Democracia (grupo impulsado por Matteo Salvini y Marine Le Pen) también votaron en contra.

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