El rey de Marruecos indulta a 5.600 presos a causa del coronavirus
La gracia real se otorgará de forma progresiva y los beneficiarios han de guardar la cuarentena en sus domicilios
El rey Mohamed VI ha concedido este domingo la gracia real a 5.654 presos (sobre un total de más de 85.700) como medida preventiva para evitar la expansión del coronavirus. Marruecos se suma a países como Túnez, donde el presidente, Kais Said, indultó el 31 de marzo a 1.400 presos, y Argelia, cuyo jefe de Estado, Abdelmayid Tebún, indultó el miércoles a 5.037 detenidos. También en Libia, el Gobierno de Unidad Nacional, con sede en Trípoli, liberó el 30 de marzo a 466 presos.
La gracia real se otorgará de forma progresiva y los presos deberán someterse a “pruebas médicas” y a una cuarentena domiciliaria, según informó el Ministerio de Justicia. El comunicado oficial no precisa cómo se aplicaran las “pruebas médicas” a tantos presos liberados, ya que Marruecos sufre una gran escasez de los llamados test rápidos, igual que sucede en la mayoría de países, como España, Estados Unidos o Francia.
En Marruecos se habían registrado hasta este domingo 990 contagios y 69 muertos, cifras muy bajas si se comparan con las de los países más afectados. El sábado falleció la primera sanitaria, una médico de 53 años. Y este domingo murieron otros dos médicos. El ritmo de contagios se duplica cada seis días, lo cual refleja una expansión de la pandemia más lenta que en la vecina Argelia (1.251 contagiados; las infecciones se duplican cada 4,5 días) y más rápida que en Túnez (553 positivos y se duplican cada 7 días).
La ONU ha recomendado reducir el número de presos en las prisiones para evitar que la pandemia se propague con más facilidad. Aunque el Estado marroquí no ha anunciado ningún caso en las cárceles, las autoridades son conscientes de que el hacinamiento es el gran aliado del virus.
El responsable de la Delegación General de la Administración Penitenciaria y de la Reinserción, Mohamed Salah Tamek, se ha quejado en varias ocasiones de la falta de recursos humanos y materiales con que cuenta para combatir la superpoblación carcelaria, que se cifra en un 36,9%.
En las cárceles del Magreb las celdas individuales son una excepción y los detenidos suelen compartir espacio en grupos de más de 20 personas. Marruecos cuenta con 237 reos por cada 100.000 habitantes, según datos recogidos por el Instituto para la Investigación de Política Criminal (ICPR, en inglés), con sede en Londres. La cifra supera a España (124), Túnez (195), Egipto (116) y Arabia Saudí (197).
En Marruecos son habituales los indultos concedidos por el rey con motivo de las fechas festivas. En 2018 se beneficiaron de la gracia real 4.080 detenidos. El 30 de julio de 2019, aniversario de su llegada al Trono, el monarca indultó a 4.764 personas. En esa misma fecha del año 2014 la gracia se extendió a 13.218 detenidos. Pero ni siquiera los indultos evitan la superpoblación. En las 76 prisiones del país hay 85.767 individuos, según los últimos datos oficiales, correspondientes a 2019. De ellos, el 40% son presos preventivos.
El Ministerio de Justicia aclara que los criterios para otorgar la gracia real se han hecho en función de la edad, del estado de salud precaria, de la duración de la condena, “de la buena conducta, del comportamiento y la disciplina”.
Marruecos ha sido uno de los países que con mayor determinación y previsión decretó medidas de confinamiento. El 12 de marzo comenzó a cerrar su espacio aéreo y marítimo, el 13 de marzo se cerraron los centros de educación y el 16 de marzo el rey decretó el cierre de las mezquitas, hecho sin precedentes en el país. El 20 de marzo entró en vigor el estado de urgencia sanitaria, a partir del cual se requiere un salvoconducto para salir de casa.
Pero no es fácil contener a tanta gente en sus hogares. Sobre todo, en los barrios más pobres. El ministerio de Justicia tiene abierto expedientes contra 4.835 personas que violaron el estado de urgencia. De ellos, 334 se encuentran presos. Uno de los detenidos más famosos es el jeque salafista Abdelhamid Abú Naim, quien criticó en un vídeo el cierre de las mezquitas decretado por el rey y tachó al Estado de apóstata. El jeque ha sido condenado este sábado a un año de cárcel.
Ciudadanos que no pueden regresar al país
Marruecos comenzó a cerrar sus fronteras de forma paulatina a partir del 12 de febrero. Desde entonces, miles de turistas europeos han podido salir del país y regresar a sus casas. Pero los marroquíes que se encontraban en el extranjero no pueden regresar a su país. La ciudad autónoma de Ceuta ha alojado en dos albergues a 150 adultos y 114 menores. Muchos de ellos piden volver a su país. Las autoridades de Melilla han alojado a 300 marroquíes en un campamento y piden a Marruecos que facilite el regreso a sus nacionales.
Desde Estambul, cientos de marroquíes se han visto también atrapados y han sido alojados en un hotel alquilado por el consulado marroquí. “Las autoridades dicen que son 1.000 los que están en Estambul, pero nosotros creemos que hay más. Había desde turistas hasta gente de negocio y marroquíes que pretendían emigrar a Europa”, explica Khadija Ryadi, miembro de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH).
El colectivo de marroquíes bloqueados en Estambul ha escrito una carta pública dirigida al jefe del Gobierno, Saadedín el Otmani, en la que se quejan de “condiciones insalubres”. “Tenemos derecho a que se organicen viajes para llevarnos de regreso a nuestra patria; de manera similar a lo que hicieron la mayoría de los países del mundo, incluidos los países que son el foco de la epidemia”, señalan.
Marruecos ha sido uno de los países que con mayor determinación y previsión decretó medidas de confinamiento. El 12 de marzo se comenzó a cerrar el espacio aéreo y marítimo el 12 de marzo, un día después se cerraron los centros de educación y el día 16 el rey decretó el cierre de las mezquitas, hecho sin precedentes en el país. El día 20 entró en vigor el estado de urgencia sanitaria, a partir del cual se requiere un salvoconducto para salir de casa.
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