“Nos hemos quedado por debajo de la línea roja en la recaudación para Yemen”
La ONU estudia un recorte drástico de sus programas en el país ante los magros fondos comprometidos por la conferencia de donantes
“Nos hemos quedado por debajo de la línea roja”, resume Lise Grande, la coordinadora humanitaria de la ONU para Yemen, al día siguiente de a conferencia de donantes con la que Naciones Unidas intentaba conseguir 2.400 millones de dólares (2.150 millones de euros) para financiar sus programas en ese país hasta finales de año. Ni siquiera se han alcanzado los 1.600 millones de dólares que la organización fijó como mínimo. Grande advierte que eso implica “recortes catastróficos” tanto en el reparto de alimentos del que depende una gran parte de los yemeníes, como en el apoyo al sistema sanitario justo cuando afronta la pandemia de covid-19.
De hecho, tampoco el total de los 1.350 millones de dólares prometidos por una treintena de países el martes durante la conferencia virtual están dirigidos al Fondo Humanitario para Yemen. Solo 14 de los donantes especificaron ese destino, según la web de la Oficina para la Coordinación de los Asuntos Humanitarios de la ONU. El resto va a canalizar la ayuda a través de sus propias organizaciones u ONG de su elección. Grande, que conversó por teléfono con EL PAÍS, no quiere entrar en ese tema porque dice que aún no está claro el reparto. Pero de los datos publicados se desprende que el dinero consignado a la ONU no llega a la mitad del apalabrado.
Pregunta. ¿Cómo evalúa los resultados de la conferencia de donantes?
Respuesta. La ONU y las ONG con las que trabaja necesitan un mínimo de 2.400 millones de dólares hasta final de año para atender a 24 millones de yemeníes, aproximadamente el 80% de la población. Nuestra línea roja eran 1.600 millones. No conseguirlos significa tener que cerrar parte de los programas que financiamos. Agradecemos los 1.350 millones prometidos y somos conscientes de las dificultades que los países afrontan en la actualidad. Pero nos hemos quedado por debajo de la línea roja.
P. ¿A qué programas va a afectar?
R. Estamos revisándolos todavía, pero parece claro que vamos a tener que cerrar nuestros proyectos en 189 hospitales que la ONU apoya en el país. Intentamos proteger los proyectos clave, aquellos que pueden salvar más vidas. Pero resulta desgarrador. La covid-19 amenaza con llevarse por delante a Yemen. La tasa de letalidad es mucho más alta que en el resto del mundo. Está muriendo un 25% de quienes requieren tratamiento frente al 7% de media en otros países. Es demoledor.
P. Tengo entendido que muchos de los enfermos ni siquiera llegan a los hospitales, que están muriendo en sus casas. ¿Tienen datos al respecto?
R. Es cierto, pero no disponemos de estadísticas. La recogida de pruebas y los análisis son responsabilidad de las autoridades nacionales. Hay miles, posiblemente decenas de miles, de contagiados y cientos, posiblemente miles, de muertos por el coronavirus.
P. ¿Qué está haciendo la ONU ante esa situación?
R. La clave para suprimir el virus y frenar su expansión está en las comunidades locales. La ONU apoya a 19.000 voluntarios que se encargan de difundir en sus comunidades tres mensajes muy sencillos: Esto es el coronavirus; así es cómo se para, y qué hacer en caso de que uno se sienta enfermo. Es la mejor forma de ponerle coto.
P. ¿De qué sirve, por ejemplo, aconsejar el lavado de manos frecuente cuando al menos el 50% no tiene acceso al agua corriente?
“Nos hemos quedado por debajo de la línea roja”, resume Lise Grande, la coordinadora humanitaria de la ONU para Yemen, al día siguiente de a la comunidad cómo hacerlo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.