Los demócratas animan a votar por correo cuanto antes para evitar colapsar el servicio

El papel del servicio postal en las elecciones presidenciales de Estados Unidos se ha convertido en el tema central del debate electoral. En pleno enfrentamiento con el presidente Donald Trump por la legitimidad del voto por correo, los demócratas han lanzado una campaña a favor del voto anticipado, defendiendo su especial relevancia ante el avance de la pandemia de coronavirus. Tras el aviso de correos a los 50 Estados de que existe un “riesgo significativo” de que las papeletas para votar no puedan ser procesadas a tiempo para los comicios del 3 de noviembre, ante el déficit de fondos y personal, los demócratas han pedido a los estadounidenses que tan pronto como se abra el periodo para solicitar el voto por correo acudan a las oficinas postales.

El envío de las papeletas por correo comienza a finales de septiembre y se estima que unos 80 millones de personas usen el servicio postal para votar. Trump se ha negado a autorizar un presupuesto de 25.000 millones de dólares (más de 21.000 millones de euros) para modernizar el servicio postal y también ha impedido la asignación de 3.600 millones de dólares adicionales para un fondo extraordinario para financiar el voto por correo, como habían solicitado los demócratas.

Su líder en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ha llamado a los legisladores a interrumpir el receso de verano para votar una ley que impida introducir cambios en el servicio postal en puertas de las elecciones.

Esto sucede después de que el director del USPS (siglas en inglés del servicio postal estadounidense), Louis DeJoy, emprendiera una serie de medidas que han obstaculizado las operaciones de correos, como la suspensión de las horas extra para los trabajadores, la disminución del uso del transporte oficial, la restricción en la utilización del equipo electrónico para procesar el correo y la congelación de nuevas contrataciones. DeJoy, un empresario republicano conocido por sus generosas donaciones a la campaña de Trump, fue nombrado para el cargo en mayo pasado.

Los cambios en el servicio postal ya han generado demoras en las entregas de correo. Y en algunas localidades, los ciudadanos han denunciado también la retirada de buzones. “De manera alarmante, el director general de correos ha actuado como cómplice en la campaña del presidente para hacer trampa en las elecciones, ya que lanza nuevos cambios operativos radicales que degradan los estándares de entrega y retrasan el correo”, señalaron los demócratas en un comunicado. Los congresistas han pedido a DeJoy que se presente a testificar sobre las irregularidades en el servicio postal el próximo lunes día 24. Algunos demócratas, incluso, han pedido al FBI que investigue al director del USPS.

Trump ha defendido a DeJoy y ha asegurado que las nuevas medidas sirven para mejorar el USPS y “salvarlo del desastre”. Trump ha insistido en los últimos meses que el voto por correo es fraudulento y permite la suplantación de identidad, aunque no ha presentado pruebas de sus denuncias. El presidente estadounidense aseguró este lunes en una entrevista con la cadena Fox News que con la votación por correo “nunca habrá una elección presidencial justa”. Sin embargo, Trump ha pedido el voto por correo para las primarias de su partido en Florida que se celebran esta semana.