El ‘número dos’ del partido neonazi Aurora Dorada ingresa en una prisión de máxima seguridad tras nueve meses en busca y captura
Jristos Pappás era el único dirigente de la formación ultraderechista griega que aún no había entrado en la cárcel después de que la justicia definiera al grupo como una “organización criminal”
Después de nueve meses de fuga, Jristos Pappás, presunto ideólogo, ex diputado y miembro de la cúpula del partido neonazi Aurora Dorada, ha entrado este viernes en la prisión de máxima seguridad de Domokos, en el centro de Grecia, donde ya cumplen condena el resto de los dirigentes de la formación. Todos fueron sentenciados a más de 13 años de cárcel el pasado octubre al considerar la justicia griega que los ataques, intimidaciones y asesinatos cometidos por sus militantes y simpatizantes no fueron decisiones individuales, sino que obedecieron a órdenes dadas por la cúpula de Aurora Dorada, definida como una organización criminal.
Pappás, de 59 años, ha sido conducido al centro penitenciario en medio de un fuerte despliegue policial. Permanecerá en una celda de aislamiento entre siete y 14 días por las medidas sanitarias contra la covid, tras su espectacular detención en la noche del jueves en un apartamento de Zografu, un suburbio en el centro de Atenas. El número dos de Aurora Dorada llevaba nueve meses en busca y captura y se creía que había conseguido salir del país, por lo que la policía griega había emitido una orden de arresto europea a través de Europol.
Junto a él, según informó la policía, se arrestó a una mujer de 52 años de origen ucranio, naturalizada griega en 2015 y simpatizante de la extrema derecha, que presuntamente cobijó a Pappás. La última vez que se vio al exdiputado en público fue el 1 de octubre, cuando cumplió su obligación de presentarse en una comisaría de la policía local. Según los medios griegos, ha estado escondido en el apartamento en el que fue detenido durante todo este tiempo. “El arresto de Jristos Pappás cierra el círculo de Aurora Dorada”, asegura el periodista griego Nikos Giannopoulos. “Sin embargo, el hecho de que haya estado fugado durante nueve meses es algo a tener en cuenta porque en teoría estaba controlado todo el tiempo por la policía griega. De todas formas, que ingrese en prisión, junto a los otros miembros de Aurora Dorada, ofrece una sensación de alivio y justicia porque ahora ya están todos cumpliendo condena. No hay duda de que se trata de una buena noticia para la democracia griega porque debería recordarse que no era solo una organización de extrema derecha, sino neonazi, la más dura de toda Europa”.
En este sentido, la portavoz del Gobierno griego, Aristotelía Peloni, también ha celebrado la noticia y ha asegurado que con la detención de Pappás se cierra por completo el capítulo relacionado con la organización neonazi y el ministro de Protección Civil, Michalis Chrysohoidis, ha asegurado en conferencia de prensa que la captura ha sido “fruto de una “búsqueda metódica y sistemática”. En abril, la policía belga detuvo a Yannis Lagós, otro miembro de la cúpula que, a pesar de haber sido condenado, no había entrado en prisión por su condición de eurodiputado, que le otorgaba inmunidad hasta que el Parlamento Europeo votó retirársela por unanimidad. Lagós fue extraditado en mayo para cumplir su pena.
Antes de escapar, Pappás anunció a través de su abogado que no pensaba acatar la sentencia contra la cúpula de su partido, honrando así una larga tradición familiar. Su padre, teniente general de las Fuerzas Armadas, participó en el golpe de Estado de los coroneles de 1967 y hay imágenes del propio Pappás enseñando a su hijo el saludo nazi en vídeos que fueron requisados por la policía.
Durante estos nueve meses, la policía vigiló a un total de 300 personas relacionadas con él, incluso en monasterios como el del Monte Athos y en las vecinas Rumanía y Serbia, pero la pandemia de coronavirus y el largo confinamiento aplicado en Grecia para contener la propagación del virus complicaron la investigación.
La condena al partido neonazi el pasado otoño fue celebrada por miles de personas en las calles de Atenas y se entendió como una reivindicación de la democracia tras un proceso judicial de cinco años, uno de los más significativos en la historia del país. Creado a comienzos de la década de 1980 por Nikolaos Mijaloliakos, Aurora Dorada fue durante 30 años el grupúsculo más violento de la extrema derecha griega y llegó a ser la tercera fuerza política.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.