Perú crema los restos del terrorista Abimael Guzmán por orden de la Fiscalía
El cadáver fue incinerado la madrugada de este viernes tras casi dos semanas de debate sobre su destino final
El cadáver del fundador del grupo terrorista Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, ha permanecido 12 días en la morgue del Callao, en Lima, hasta que la madrugada de este viernes representantes de la Fiscalía y los ministerios de Justicia e Interior lo trasladaron al crematorio del hospital de la Marina, en el mismo distrito, donde ha sido cremado. El procedimiento fue posible luego de que el Congreso aprobara –hace una semana– una norma que habilita a un fiscal a ordenar la cremación de los restos de los condenados por terrorismo o traición a la patria, al igual que miembros de cúpulas de organizaciones subversivas que fallezcan en prisión. El presidente Pedro Castillo promulgó la ley el sábado pasado. El Ministerio Público indicó que la fiscalía del Callao a cargo de las evaluaciones de identidad de los restos terminó el miércoles esa labor. Los resultados de una prueba de ADN fueron los que más tardaron en conocerse.
Guzmán falleció el pasado 11 de septiembre a los 86 años por una neumonía, luego de complicaciones de salud a mediados de julio. Nacido en Arequipa, estudió Derecho y Filosofía, fue profesor y autoridad administrativa de la Universidad San Cristóbal de Huamanga (en Ayacucho) y durante los años 70 fundó la agrupación política maoísta y sectaria que actuaba especialmente entre los sindicatos. La organización inició la “lucha armada” en mayo de 1980 con el fin de tomar el poder del Estado y destruir el sistema democrático. En 20 años, las acciones terroristas de Sendero Luminoso causaron más de 31.000 muertes. El período de conflicto interno dejó como saldo más de 69.000 víctimas fatales, de acuerdo al informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, elaborado en 2003.
Elena Iparraguirre, la esposa del fundador de la organización terrorista, solicitó al Ministerio Público los restos de Guzmán, pero la petición fue denegada. La ley que emitieron el Parlamento y el Ejecutivo referida a los restos de los integrantes de las cúpulas de los grupos terroristas dispone que la cremación se realiza previa necropsia, y se sustenta en la protección de “la seguridad nacional y el orden interno” que podrían ser afectados durante el traslado, sepelio o inhumación de dichos cadáveres.
Un comunicado del Ministerio de Interior reportó la mañana del viernes que apoyó las acciones del Ministerio de Justicia de dispersión de las cenizas “con tiempo y lugar de naturaleza reservada, como indica la ley”. El diario La República informó que los ministros de Justicia, Aníbal Torres, y de Interior, Juan Carrasco, estuvieron durante la cremación junto con una fiscal.
La norma que prevé la cremación de los cadáveres de los cabecillas terroristas alcanzará a casi una decena de reos, entre ellos, Iparraguirre, quien cumple una condena de cadena perpetua desde que un grupo de inteligencia de la policía antiterrorista detuvo a Guzmán y la cúpula de Sendero Luminoso en Lima en septiembre de 1992. Guzmán había sido condenado a cadena perpetua por un tribunal formado por jueces no identificados -jueces sin rostro- y sin las garantías del debido proceso. Una resolución del Tribunal Constitucional resolvió –en la década pasada– que lo juzgaran nuevamente y lo volvieron a condenar a cadena perpetua por las masacres de Lucanamarca (Ayacucho, en 1983) y en Tarata (Lima, en 1992). En el primer caso, miembros de Sendero Luminoso asesinaron a 69 campesinos, y en la capital, hicieron estallar un coche bomba que causó 25 muertos y más de 200 heridos.
El exsecretario ejecutivo de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, el abogado Ronald Gamarra, comentó a EL PAÍS que hubiera esperado una solución intermedia sobre el destino del cadáver del cabecilla terrorista. “Hablo como una persona comprometida con los derechos humanos: pudo haber una solución que respetara el derecho de la esposa a disponer de los restos y a la vez proteger el orden y la seguridad del Estado”, comentó a este diario. El especialista añadió que hubiera pensado lo mismo de los restos de Osama Bin Laden.
Gamarra, exprocurador anticorrupción, dijo además que se podría esperar acciones judiciales internacionales por un supuesto derecho afectado, dado que la norma aprobada hace una semana tiene nombre propio. “No promuevo dichas acciones, pero son probables”, precisó. Algunos de los reos con destino similar en un crematorio son Oscar Ramírez Durand, alias ‘Feliciano’, y Florindo Flores Hala, alias ‘Artemio’, que no fueron detenidos junto con Guzmán, sino en años posteriores. Ramírez cayó en una operación policial en 1999, mientras que Flores se mantuvo escondido entre la sierra y la Amazonía peruana, con una columna armada dedicada al narco, y fue finalmente detenido en 2012.
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