41 migrantes mueren en un naufragio cerca de la isla italiana de Lampedusa
Cuatro supervivientes relatan que pasaron cinco días a la deriva después de que volcara la embarcación en la que habían salido desde Túnez
Al menos 41 migrantes han fallecido cerca de la isla italiana de Lampedusa después de que la embarcación en la que viajaban volcara y se hundiera mientras navegaba por el canal de Sicilia, en el Mediterráneo. Según apuntan los medios locales, la barcaza había partido de la ciudad de Sfax, en Túnez, el pasado jueves, pero hasta este miércoles no se ha conocido lo ocurrido. Cuatro supervivientes de la tragedia, originarios de Costa de Marfil y Guinea-Conakry, han sido rescatados por un mercante maltés que se encontraba en la zona y trasladados en la mañana del miércoles por los guardacostas italianos a tierra firme. Allí han relatado lo sucedido a las autoridades.
Según la televisión pública italiana, RAI, los náufragos han explicado que en la barcaza viajaban 45 personas. Entre ellas había tres niños, que salieron al mar la mañana del pasado jueves en una embarcación metálica de siete metros de eslora que, después de unas seis horas de navegación, volcó al impactar contra una gran ola. Atendiendo a las primeras reconstrucciones y al testimonio de los supervivientes, que se encuentran en estado de shock, todos los pasajeros acabaron en el mar y solo 15 llevaban chalecos salvavidas, aunque desaparecieron en el agua igualmente.
Los supervivientes, después de pasar varias horas en el agua, consiguieron acercarse y subir a una embarcación sin motor —se desconoce si era la misma que volcó o una diferente, que podría ser una barcaza abandonada de las que los traficantes de seres humanos utilizan para transferir a los migrantes en alta mar— en la que pasaron cinco días a la deriva, en medio de olas de tres metros de altura. Hasta que el martes un avión de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex) los avistó cerca de las costas de Libia y alertó a los guardacostas italianos.
El fiscal jefe de la ciudad siciliana de Agrigento, Salvatore Vella, que ha abierto una investigación para esclarecer lo ocurrido y baraja un posible delito de favorecimiento de la inmigración ilegal y muerte a consecuencia de otro delito, ha explicado, según recoge el diario La Repubblica, que cuando los guardacostas italianos recibieron el aviso de Frontex advirtieron de inmediato a la Guardia Costera libia, ya que las corrientes habían llevado la embarcación a aguas de competencia libia. Pero las autoridades marítimas del país africano respondieron que “no podían intervenir debido a las condiciones del mar”, según la versión del periódico italiano. Roma ha reconocido que hay muy pocas esperanzas de encontrar a los 41 migrantes desaparecidos. El fiscal Vella considera que fue “un crimen” dejar partir a la embarcación de las costas tunecinas. “No sabemos cuántos son los muertos de estas salidas demenciales, incalculables, es imposible hacer solo una estimación”, ha denunciado el fiscal.
Ni el mercante que rescató a los supervivientes ni la Guardia Costera han avistado ningún cadáver por el momento. Probablemente, esto se deba a que los náufragos fueron rescatados varios días después del naufragio y a cierta distancia de donde ocurrió el hundimiento. Por el momento, se desconocen más detalles de lo ocurrido.
Los investigadores tomarán declaración a los supervivientes con la ayuda de mediadores culturales e intérpretes para tratar de reconstruir lo ocurrido y aclarar algunos detalles confusos. La Fiscalía sospecha, además, como señala Il Corriere della Sera, de que pueda tratarse también de un caso de piratería internacional, un nuevo fenómeno que se está registrando a lo largo de la ruta del Mediterráneo central, donde las embarcaciones de los migrantes son atacadas por saqueadores, que se hacen pasar por falsos pescadores tunecinos, para robarles dinero, teléfonos móviles y los motores de las barcazas para revenderlos.
Los supervivientes —tres hombres y una mujer— han sido trasladados a Lampedusa para ser atendidos por psicólogos y mediadores de la Cruz Roja en el centro de primera acogida de la isla, que tiene capacidad para unas 400 personas y en el que en este miércoles había cerca de 1.500 migrantes. Los medios locales señalan que, para aligerar la ocupación, unos 1.100 están siendo trasladados a otras estructuras de acogida que se encuentran en Sicilia.
Rescate del ‘Astral’
En la misma zona de Mediterráneo donde se produjo el naufragio, el barco humanitario de rescate Astral, de la ONG española Open Arms, ha localizado y asistido a una embarcación precaria en la que viajaban hacinadas una veintena de personas. Como señala la organización en sus redes sociales, han acompañado a la embarcación hasta cerca de la costa de Lampedusa, donde los migrantes que iban a bordo fueron rescatados por las autoridades italianas. “La emergencia humanitaria en el Mediterráneo es cada vez más crítica”, señala la ONG.
En los últimos días, las llegadas a las costas italianas se han incrementado y también los naufragios. Esta semana, los guardacostas italianos han recuperado los cuerpos de una madre y su hijo que murieron en el agua tras naufragar la embarcación en la que viajaban. En total, el fin de semana se registraron dos hundimientos, en los que hubo 57 supervivientes y en los que las autoridades calculan que perdieron la vida 34 personas, aunque solo han podido recuperar tres cadáveres.
Esclarecer completamente lo ocurrido en este tipo de tragedias y saber con certeza cuántas personas viajaban en las embarcaciones o están desaparecidas es complicado para los investigadores. Prácticamente, el único modo que tienen para obtener la información es a través de los testimonios de los supervivientes, que se encuentran confusos, en estado de conmoción y asustados, ya que a menudo reciben amenazas de los traficantes de personas para que no den detalles de la travesía, a lo que se suman las barreras idiomáticas y culturales.
En los últimos días, más de 2.600 personas llegaron a Lampedusa a bordo de una treintena de embarcaciones. Los migrantes fueron rescatados por patrulleras de la Guardia di Finanza, la Capitanía y el buque de la ONG Nadir y Frontex. Según los datos del Ministerio del Interior, en lo que va de año, han llegado a Italia a través del mar 93.700 migrantes. El año pasado, en el mismo periodo, llegaron 48.000 personas.
Según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), este año han fallecido o desaparecido cerca de 2.400 personas en aguas del Mediterráneo mientras trataban de alcanzar las costas europeas.
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