España desclasifica y entrega en la OEA documentos relativos al golpe de Estado en Chile

España también ha querido aportar su granito de arena a la recuperación de la memoria democrática en Chile. Este martes ha anunciado ante la Organización de Estados Americanos (OEA) la desclasificación y entrega de documentos relativos al golpe de Estado de 1973, cuando se cumplen 50 años de la asonada que depuso al Gobierno socialista de Salvador Allende y dio paso a la dictadura militar que Augusto Pinochet encabezó durante 17 años.

En la reunión ordinaria del consejo permanente de la OEA, dedicada este martes a la conmemoración del aniversario, la observadora permanente española Carmen Montón ha indicado que en un “gesto de afecto y de amistad” se entregaban a los representantes chilenos los documentos que se guardaban en el archivo de la misión observadora española relativos al golpe en 1973 y a la misión de Chile en la OEA en los años 1972, 1973 y 1974.

“La figura de Salvador Allende sigue siendo una fuente de inspiración para las fuerzas políticas progresistas que defienden la justicia social, el crecimiento económico sostenible y la democracia”, cinco décadas después de la muerte del presidente legítimo chileno, ha subrayado Montón al pronunciar el anuncio. “Sigue vigente el mandato irrenunciable de proteger a la mayoría social, la clase media y trabajadora”.

“Queremos contribuir a recuperar la memoria histórica, dar luz a lo sucedido con el propósito ayudar a construir un presente y un futuro para todos y todas preñado de libertad, paz y prosperidad”, ha indicado una emocionada Montón en su intervención ante el consejo permanente de la OEA.

Entre los documentos desclasificados figura la conmovedora despedida del embajador del Gobierno de Allende ante la OEA, Luis Herrera, el 26 de septiembre de 1973, quince días después del golpe. “La Historia dirá si los planteamientos fueron justos o equivocados, pero nos fuimos con la conciencia limpia”, decía entonces el embajador en la salida de su puesto. “Creíamos en una unidad espiritual del continente latinoamericano, y luchamos por lograrla”, agrega, según se lee en el documento 496.

Por su parte, el secretario general de la organización, Luis Almagro, ha subrayado la figura de Allende y las “consecuencias nefastas, devastadoras” del recurso al golpe de Estado para derrocar de manera ilícita a un régimen democrático. Esas consecuencias “las pagan los pueblos”, recordó, al evocar las violaciones de los derechos humanos y los miles de muertos y desaparecidos durante los años de la dictadura en Chile. “Nada justifica, bajo ningún concepto, el quiebre de la institución democrática en un Estado de Derecho”, ha subrayado el alto funcionario.

El representante permanente de Chile ante la OEA, Sebastián Kraljevich, destacó en la sesión el grave impacto del golpe de Estado, primero, y la dictadura, después, en todo el continente americano, “con consecuencias que siguen presentes hasta hoy en los más variados ámbitos de la vida social, desde la política y la economía a la cultura y los derechos humanos”.

“Ocho de cada diez familias de desaparecidos todavía siguen buscándolos”, recordó. El efecto del golpe “está también presente en los desafíos y turbulencias que enfrentan nuestras democracias imperfectas, donde miradas autocráticas las tensionan cada día”, dijo.

La puerta de entrada a la sede de la institución, en pleno centro de Washington, llevará a partir de ahora y de modo permanente “el nombre del presidente Salvador Allende Gossens”, ha anunciado la OEA. El reconocimiento se otorga “en los mismos términos que se han aplicado a las figuras históricas del hemisferio que son honradas en la sede de la organización”, a las que se rinde homenaje imponiendo su nombre a las distintas salas.

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