Biden apela al voto negro y condena el supremacismo blanco desde el púlpito
Manifestantes propalestinos interrumpen la intervención del presidente en la iglesia Mother Emanuel en su segundo acto de campaña de 2024
En una mezcla de sermón y mitin político, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hizo este lunes la segunda parada de 2024 de la campaña para su reelección. Biden se desplazó a Charlestone, en Carolina del Sur, a la iglesia Mother Emanuel donde en 2015, cuando él era vicepresidente, un supremacista blanco de 21 años asesinó a nueve feligreses negros para provocar una guerra racial. Carolina del Sur, como recordó el presidente, fue el Estado en el que empezó a abrirse paso en las primarias demócratas de 2020 gracias al voto negro, al que ahora apela, al tiempo que condena el racismo y la violencia política.
En Mother Emanuel, dijo Biden desde el púlpito, “la palabra de Dios fue atravesada por balas de odio, de rabia, impulsadas no solo por la pólvora, sino por un veneno, un veneno que durante demasiado tiempo ha perseguido a esta nación”, precisando que se refería al “supremacismo blanco”. “A lo largo de nuestra historia, ha destrozado esta nación. Esto no tiene cabida en América. Ni hoy, ni mañana, ni nunca”, indicó el presidente, que resaltó cómo los que asaltaron el Capitolio hace tres años llevaban banderas confederadas y trazó un paralelismo entre los perdedores de la Guerra de Secesión y el perdedor de las elecciones de 2020, Donald Trump.
“Tras la Guerra Civil, los confederados derrotados no podían aceptar el resultado de la guerra: habían perdido. Así que, dicen, abrazaron lo que se conoce como la Causa Perdida, una mentira interesada de que la Guerra Civil no fue por la esclavitud sino por los derechos de los estados. Y han llamado a eso la causa noble. Esa fue una mentira (...) que tuvo terribles consecuencias”, dijo Biden.
“Así que, permítanme ser claro para aquellos que parecen no saberlo: La esclavitud fue la causa de la Guerra Civil. No hay negociación sobre eso” remachó, semanas después de que la republicana Nikki Haley omitiese la esclavitud como causa de la guerra, al ser preguntada al respecto, algo por lo que ha acabado disculpándose. Haley era gobernadora de Carolina del Sur en 2015, cuando se produjo la matanza de Mother Emanuel y ganó reconocimiento nacional por su respuesta, que incluyó la firma de una ley para retirar la bandera confederada del Capitolio estatal.
“Ahora estamos viviendo en una era de una segunda causa perdida. Una vez más, hay algunos en este país tratando de convertir una pérdida en una mentira, una mentira que, si se le permite vivir, traerá una vez más un daño terrible a este país. Esta vez, la mentira es sobre las elecciones de 2020, las elecciones en las que ustedes hicieron oír sus voces y dieron a conocer su poder”, continuó Biden que siguió hilando ambas tramas.
“El 6 de enero vimos algo que nunca habíamos visto, ni siquiera durante la Guerra Civil. Insurrectos ondeando banderas confederadas dentro de los salones del Congreso construidos por americanos esclavizados. Una turba atacó y llamó con esos viles nombres racistas a los oficiales negros, a los veteranos negros que defendían la nación” denunció.
Biden ha decidido presentarse como baluarte de la democracia ante la amenaza que considera que Trump, su probable rival en las presidenciales, representa para ella. En esta ocasión, sin embargo, puso el acento en cuestiones de igualdad y derechos civiles, para tratar de atraer al electorado negro, que tan importante fue para Biden hace cuatro años. “Es gracias a esta congregación y a la comunidad negra de Carolina del Sur y no exagero (...) que estoy aquí hoy como vuestro presidente”, admitió.
El presidente ha insistido por ello en algunos logros de su presidencia que considera que han beneficiado especialmente a la población afroamericana, como las inversiones en infraestructuras, las ayudas para el despliegue de internet de alta velocidad, la creación de empleo, las quitas y moratorias a la deuda estudiantil o el abaratamiento de medicamentos.
Ataques a Trump
El presidente ha iniciado 2024 con ataques directos contra Donald Trump que había evitado durante la mayor parte de su presidencia. Ahora parece haberse puesto el traje de campaña para tratar de recuperar terreno en las encuestas. Movilizar al electorado contrario al expresidente es una de las mejores bazas que tiene en su poder.
Biden ha repetido parte del discurso que dio en Blue Bell (Pensilvania) el viernes pasado, pero también ha incorporado nuevos ataques. Los intercambios de golpes en la distancia demuestran el marcaje a que se tienen sometidos el uno al otro. “Solo hace unos días, el derrotado expresidente fue preguntado por el reciente tiroteo en Iowa. ¿Lo habéis oído? Es difícil de creer. ¿Sabes cuál fue su respuesta, todos esos niños muertos? ‘Tenemos que superarlo”, fin de la cita. Os lo prometo”, dijo Biden persignándose. “Mi respuesta es: tenemos que pararlo”.
Al poco de iniciar su intervención, el presidente se había visto interrumpido por un grupo de manifestantes propalestinos. También acudieron algunos a protestar en el exterior del recinto donde se celebró el mitin del pasado viernes, en lo que parece que va a ser una incómoda presencia para él a lo largo de la campaña. Uno de los asistentes se levantó y dijo: “¡Si realmente les importan las vidas perdidas aquí, entonces deberían honrar las vidas perdidas y pedir un alto el fuego en Palestina!”. Varios más reclamaron a gritos un alto el fuego en Gaza. La mayoría de los asistentes, mientras, coreaba “¡Cuatro años más! ¡Cuatro años más!”, en referencia a su reelección ara un segundo mandato.
Biden se explicó: “Entiendo su pasión. Y he estado trabajando en silencio con el Gobierno israelí para conseguir que reduzcan y salgan significativamente de Gaza. He estado usando todo lo que puedo para hacer eso”. Una vez desalojados los que protestaban, uno de los miembros del público le dio la razón: “No se dan cuenta de eso. Usted es un buen hombre”.
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