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El tirador de Colorado que atacó un club gay en 2022 enfrenta 50 nuevos cargos por delitos de odio

Anderson Lee Aldrich purga desde junio pasado la cadena perpetua por el asesinato de cinco personas en un tiroteo de noviembre de 2022

Anderson Lee Aldrich
Aldrich es captado durante su ataque por una cámara de seguridad del Club Q, de Colorado Springs.EL PASO COUNTY DISTRICT ATTORNEY (via REUTERS)
Luis Pablo Beauregard

Anderson Lee Aldrich, de 23 años, ha sido acusado este martes de 50 nuevos cargos federales de delitos de odio por el tiroteo que perpetró en noviembre de 2022 en un club nocturno de la comunidad LGTBIQ en Colorado Springs (Colorado). El asesino de cinco personas, quien ya purga la cadena perpetua en una prisión de Wyoming, se ha declarado esta mañana no culpable de las acusaciones formuladas por las autoridades federales y de otros 24 cargos por el uso de armas de fuego.

La declaración de no culpabilidad ha sido un jarro de agua fría para las familias de las víctimas. “Este ha sido un acto cobarde, horrible, estúpido y lleno de odio”, aseguró a la agencia AP Jeff Aston, el padre de Daniel Aston, quien murió en el ataque. “Lo más cercano a la justicia que me imagino es que [Aldrich] tuviera que sufrir tanto como el sufrimiento que ha causado a las víctimas y sus familiares”, añadió Aston.

Aldrich fue sentenciado a cadena perpetua en junio de 2022. Entonces se declaró culpable de cinco cargos de homicidio y de otros 46 por intento de asesinato por las víctimas que dejó su ataque al Club Q, el 19 de noviembre de 2002. El lugar era considerado un santuario para la comunidad, ubicada a 114 kilómetros al sur de Denver. El castigo, otorgado por un juez estatal, llegó siete meses después del tiroteo, un nuevo golpe a la población LGTBIQ de Estados Unidos. En 2016, otra matanza dejó 49 muertos en el club Pulse de Orlando.

La sentencia no fue el punto final de los problemas legales de Aldrich, quien se identifica como no binario y usa los pronombres nosotros/ellos. La Fiscalía de distrito cree que esta es una hueca afirmación que pone en duda, pues la considera una estrategia para evitar la llegada de los cargos por delitos de odio. Los fiscales aseguran que no existe evidencia de que Aldrich se llamara no binario antes del ataque.

El FBI anunció el verano pasado que estaba realizando una investigación de los hechos. La institución federal debía corregir su récord, pues había recibido información que alertaba que Aldrich representaba un peligro para la sociedad. Los abuelos del sospechoso lo denunciaron con una llamada en junio de 2021, asegurando que este estaba construyendo una bomba en el sótano y los había amenazado de muerte. Aldrich fue detenido, pero la Agencia Federal de Investigación cerró el caso en julio de aquel año porque los familiares se negaron a cooperar con las autoridades. El sujeto había hecho pública su intención de convertirse en un asesino serial.

Durante el juicio del año pasado, los asesinos no explicaron qué motivó sus acciones. Aldrich habían acudido al club al menos en seis ocasiones, incluida la noche del asesinato masivo. Esa velada, después de estar en el club, salieron a la calle y se dirigieron al coche. Después volvieron vestidos con armadura corporal y armados con un rifle AR-15 con el que comenzaron a abrir fuego. El tiroteo terminó cuando un militar que estaba en el lugar tomó el cañón del arma y golpeó a los tiradores hasta que arribó la policía.

En llamadas telefónicas con la prensa, el asesino justificó sus hechos asegurando que en el momento del ataque, cuando tenía 22 años, abusaba de una gran cantidad de drogas y esteroides. En una conversación con periodistas de AP aseguró que el tiroteo no fue provocado por su odio a los homosexuales. Los fiscales mostraron durante el juicio que Aldrich administraba un sitio de Internet que permitió la publicación de un video de práctica de tiro de contenido supremacistas y neo nazi. Un detective aseguró que en algunos foros el homicida dejó claro su odio por las minorías, incluido el colectivo LGTBIQ.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

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