La ley que enfrenta a Biden y Trump destinaría más de 20.000 millones de dólares a la frontera
La norma que los republicanos rechazan aportaría fondos a las patrullas fronterizas, los agentes de asilo, los jueces migratorios y los servicios de acogida
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aprovechó este jueves su visita a la frontera con México en Brownwsville (Texas) para redoblar la presión sobre los republicanos para que aprueben una ley con la que contener la presión migratoria. Biden recordó que nada más llegar al cargo propuso un proyecto de ley para reformar “un sistema de migración roto”. Y que, en los últimos meses, demócratas y republicanos han estado negociando en el Congreso un acuerdo bipartidista de seguridad fronteriza. Ese acuerdo ha sido torpedeado por Donald Trump, que presionó a los republicanos para que lo rechazasen, y que este jueves participó en paralelo en otro acto en la frontera en Eagle Pass (Texas). La ley habría destinado más de 20.000 millones de dólares para dotar de personal y equipamiento a los servicios migratorios y fronterizos.
El proyecto, que parece haber naufragado, incluía fondos para las patrullas fronterizas, los agentes de asilo, los jueces migratorios y los servicios de acogida. Además, incluía una modificación legal que habría permitido a Biden devoluciones en caliente, suspendiendo las normas de asilo al superarse ciertos umbrales en el flujo de entradas. La legislación permite a los inmigrantes solicitar asilo, independientemente de cómo lleguen, y llegan en tal cuantía que desborda la capacidad de un sistema de inmigración infrafinanciado. Eso permite en la práctica que los inmigrantes se instalen mientras sus casos se demoran durante años. La ley habría activado la repatriación inmediata de migrantes al superarse los 5.000 cruces ilegales diarios de media en un periodo de cinco días.
Si fracasa el proyecto de ley definitivamente, Biden está analizando la posibilidad de aprobar un decreto con algunas medidas para dificultar el paso de inmigrantes o facilitar su expulsión. Entre las medidas que está estudiando el equipo de Biden figura la de invocar las facultades previstas en la Sección 212(f) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que otorga al presidente un amplio margen de maniobra para bloquear la entrada de determinados inmigrantes si ello fuera “perjudicial” para el interés nacional.
Trump recurrió repetidamente a esa norma durante su mandato, incluida su polémica prohibición de entrada a viajeros procedentes de países de mayoría musulmana, que Biden revocó nada más tomar posesión. El Gobierno de Biden analiza si se puede aplicar esa disposición al superarse cierto número de cruces ilegales, en línea con la disposición que incluía la ley propuesta. Pero si no se modifica la ley, cualquier decreto contra los cruces fronterizos será probablemente impugnado ante los tribunales.
En su intervención de este jueves en un centro de mando de la patrulla fronteriza en Brownsville, Biden pidió a los congresistas republicanos que mostrasen “un poco de agallas” y no se dejasen intimidar por las presiones de Trump. Pero también apeló directamente a su antecesor: “En lugar de decir a los miembros del Congreso que bloqueen esta legislación, únase a mí. O yo me uniré a usted”, dijo. “Podemos hacerlo juntos. Usted sabe y yo sé que es el proyecto de ley de seguridad fronteriza más duro, eficiente y eficaz que este país haya visto jamás. En lugar de jugar a la política con el tema, ¿por qué no nos unimos y lo hacemos?”, añadió.
Según la información facilitada por la Casa Blanca, estos son algunos de los puntos clave de la iniciativa que ha quedado (de momento, y quizá para siempre) bloqueada:
Patrullas fronterizas. El personal del cuerpo de las patrullas fronterizas se ha mantenido prácticamente estable en los últimos cuatro años, a pesar de que los encuentros fronterizos (eufemismo con el que se habla de las detenciones) han aumentado un 250% en el mismo periodo. En la actualidad, solo hay 20.000 agentes de la Patrulla Fronteriza. El proyecto de ley añadiría más de 1.500 nuevos agentes de Aduanas y Protección de Fronteras.
Agentes de asilo y reforma del sistema de asilo. La plantilla de oficiales de asilo ha permanecido estancada durante los últimos cuatro años y no hay un número suficiente de oficiales de asilo para hacer las revisiones iniciales. Como consecuencia de ello, cada caso de asilo suele tardar entre cinco y siete años en tramitarse y resolverse. En la actualidad, hay aproximadamente 1.000 funcionarios de asilo; el proyecto de ley añadiría 4.300 funcionarios de asilo adicionales y haría que el proceso de asilo fuera más rápido y justo.
Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Los centros de detención del ICE están actualmente por encima de su capacidad. Hoy en día, el ICE tiene aproximadamente 40.000 camas de detención. El acuerdo bipartidista las aumentaría a 50.000. Además, sin una acción inmediata del Congreso, el Departamento de Seguridad Nacional tendrá que transferir fondos al ICE de otras misiones críticas o reducir las operaciones del ICE para gestionar un déficit de varios cientos de millones de dólares.
Jueces de inmigración. En la actualidad hay un retraso de más de dos millones de casos para los jueces de inmigración. Cada caso de asilo suele tardar entre cinco y siete años en resolverse. Sin más jueces, estos plazos y retrasos seguirán creciendo. En la actualidad hay fondos para 734 jueces de inmigración. El proyecto de ley proporcionaría financiación para 100 jueces de inmigración adicionales y su personal asociado.
Lucha contra el narcotráfico. En la lucha contra el tráfico de fentanilo y otras drogas ilícitas, el acuerdo bipartidista financiaría la instalación de 100 máquinas de inspección de última generación para ayudar a detectar el fentanilo en los puertos de entrada de la frontera suroeste. También otorgaría al presidente la autoridad para imponer sanciones a los ciudadanos extranjeros implicados a sabiendas en un tráfico significativo de fentanilo por parte de una organización criminal transnacional.
Apoyo local. El proyecto de ley también incluye 1.400 millones de dólares para las ciudades y los Estados que están prestando servicios críticos a los recién llegados, y agilizaría los permisos de trabajo para las personas que están en el país y reúnen los requisitos.
Sigue toda la información internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
Más información
Archivado En
- Joseph Biden
- Donald Trump
- Greg Abbott
- Crisis migratoria
- Texas
- Fronteras
- Muro EEUU - México
- Inmigración
- Inmigración irregular
- Inmigrantes
- Inmigrantes latinoamericanos
- Partido Demócrata EE UU
- Partido Republicano EE UU
- Congreso EEUU
- Cámara Representantes EEUU
- Senado EEUU
- Elecciones EE.UU.
- Elecciones presidenciales
- Elecciones primarias
- Estados Unidos
- México
- América
- Norteamérica