Europa prepara contra reloj escenarios para Ucrania ante el regreso de Trump
Las reuniones se multiplican para preparar la hipotética negociación para finalizar la guerra. Los líderes de la UE debaten reforzar la ayuda militar y la posible presencia de tropas internacionales
La cuenta atrás ha empezado. Donald Trump regresará el 20 de enero a la Casa Blanca con la idea de resolver rápidamente el futuro de Ucrania, y sus socios europeos se preparan contra reloj para unos tiempos llenos de riesgos e incertidumbres. Las cumbres se multiplican, como las reuniones entre ministros y los contactos para preparar las posibles negociaciones y los escenarios ante la posible resolución de la guerra de Rusia a las puertas de Europa.
¿Qué hacer? Esa es la pregunta que sobrevoló este jueves una reunión de ministros de Exteriores de los grandes países de la UE en Berlín con sus homólogos ucranio y británico, y en otra en Varsovia entre el primer ministro polaco, Donald Tusk, y el presidente francés, Emmanuel Macron. ¿La respuesta? Una doble garantía. Primero, “no se hará una paz a espaldas de los ucranios”, como prometió la anfitriona de la reunión berlinesa, Annalena Baerbock. Segundo, según la ministra alemana, Ucrania necesitará “garantías de seguridad a largo plazo”.
Todo se mueve en Europa ante un invierno que puede resultar decisivo para Ucrania. Todo se mueve en estas semanas previas a la investidura de Trump, que alguna vez ha declarado su intención de resolver con el presidente ruso, Vladímir Putin, la guerra de Ucrania “en 24 horas”, y que vuelve a amenazar con dejar desprotegidos a los socios de la OTAN “si no pagan sus facturas.” Es decir, si no aumentan el gasto en defensa, de modo que se reduzca la dependencia del paraguas estadounidense.
Macron, debilitado en su país en plena crisis política, ya reunió el fin de semana en París a Trump y al presidente ucranio, Volodímir Zelenski. Y este jueves , encontró tiempo para viajar a Varsovia y reunirse con Tusk, expresidente del Consejo Europeo y al frente de un país, cuyo gasto militar debe alcanzar un 4,7% del PIB en 2025. Al mismo tiempo, aparecen nuevos formatos, como el que reunió en la pintoresca Villa Borsig, junto al lago de Tegel de Berlín, a los jefes de la diplomacia de los principales países de la UE. Integran esta avanzadilla europea, que ya se reunió en noviembre en Varsovia, Alemania, Francia, Polonia, Italia y España, más el Reino Unido, arrimado de nuevo al club europeo y a la cooperación en materia militar. A la reunión también asistieron la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, y el ministro ucranio de Exteriores, Andrii Sybiha.
“Aumentaremos la ayuda militar, económica y financiera a Ucrania, incluyendo la movilización de fondos europeos adicionales”, dicen los ministros en una declaración conjunta. Y añaden: “Nos comprometemos a proporcionar a Ucrania sólidas garantías de seguridad, incluida una prestación fiable a largo plazo de apoyo militar y financiero”.
En los foros diplomáticos y las cumbres de estos días, se abordan las medidas para reforzar militarmente a Ucrania ante las negociaciones de paz y las posibles garantías para que en el futuro Rusia no vuelva a agredirla. Zelenski ha sugerido que pertenecer a la OTAN sería un seguro para su país en el caso de un acuerdo que obligase a la cesión de territorios, pero EE UU y Alemania son reacios a invitar formalmente a Kiev a ingresar en la Alianza Atlántica.
Se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de enviar una fuerza de paz europea, fuerza que algunos analistas cifran en 40.000 militares. La idea de tener tropas europeas en suelo ucranio recuerda a la propuesta que Macron lanzó en febrero, y que descolocó a muchos de sus socios, para enviar instructores militares.
“Francamente, podemos trabajar sobre la posición de Emmanuel”, dijo Zelenski esta semana en una declaración en Kiev junto al líder democristiano alemán Friedrich Merz, favorito para ganar las elecciones de febrero en Alemania. Podría ser, según el presidente ucranio, una garantía para la seguridad de Ucrania a la espera del ingreso en la OTAN. Pero, aunque la ministra alemana Baerbock se ha mostrado abierta a esta posibilidad, ni el canciller Olaf Scholz ni el propio Merz consideran que sea el momento de abordarla.
“Antes de tener una misión de mantenimiento de paz necesitamos paz en Ucrania, y para eso Rusia debe dejar de bombardear”, señaló Kallas, la alta representante.
“En estos momentos, este no es el punto principal”, dijo en Berlín el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares. “El punto principal en estos momentos es cómo conseguir una ayuda que sea predecible desde el punto de vista de las entregas y que sea sostenible desde el punto de vista de la financiación”.
El nombre de Trump no aparece en la declaración final de la reunión de Berlín, y raramente se citó en las declaraciones públicas de los ministros, ni en Varsovia. Pero Trump explica la intensa actividad diplomática estos días y justifica desde los acelerados preparativos para una posible posguerra en el país invadido hasta los planes para crear un fondo de defensa europeo de 500.000 millones de euros. En Europa, los planes para el 20 de enero, el día que el nuevo presidente se instale de nuevo en Washington, y lo que vendrá después, han empezado ya.
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