La policía de Suecia halla tres fusiles en el centro educativo de Örebro donde un tirador mató a 11 personas

La policía ha encontrado tres armas largas y una gran cantidad de munición en el centro de educación para adultos de Örebro (Suecia) en el que un hombre mató el martes a 10 personas e hirió al menos a otras seis en el suceso de ese tipo más mortífero registrado en el país escandinavo. El jefe de policía de la ciudad, Lars Wiren, ha explicado en una conferencia de prensa este jueves que esos tres rifles del presunto asesino tenían licencia y fueron hallados junto a su cuerpo, después de que el tirador se suicidara, según la hipótesis que maneja ese cuerpo de seguridad. El atacante tenía permiso para un total de cuatro armas, detalló Wiren.

Los medios suecos y una fuente citada por Reuters han identificado al autor del tiroteo como Rickard Andersson, un desempleado de 35 años. Sin embargo, la policía aún no ha confirmado que esa sea su identidad. Sí ha dicho que cree que el autor de la masacre actuó solo. Las autoridades suecas han señalado que hasta ahora no hay pruebas de que el autor de los disparos tuviera “motivos ideológicos” y tampoco han aludido a otras posibles motivaciones.

El diario sueco Aftonbaldet ha descrito al supuesto asesino como una persona introvertida y solitaria, y cita a familiares, a quienes no identifica, que aluden a supuestos problemas de salud mental.

El ataque se produjo el martes, poco después del mediodía (la misma hora en la España peninsular), en el centro de educación de adultos Risbergska, en Örebro, una ciudad de más de 100.000 habitantes a unos 200 kilómetros al oeste de Estocolmo. Según los medios suecos, Andersson había sido alumno de esa escuela, aunque no acudía a clase desde 2021.

Sin identificar en ningún momento al autor del tiroteo, la jefa del equipo policial que investiga el tiroteo, Anna Bergqvist, sí apuntó durante la rueda de prensa de este jueves que el asesino —la policía está esperando unas pruebas genéticas para anunciar públicamente su nombre— “tenía alguna relación” con el centro atacado.

Como otros centros educativos para adultos en Suecia, el llamado Campus Risbergska ofrece también clases de sueco para extranjeros. La escuela tiene 2.700 alumnos, unos 800 de los cuales se matricularon en esos cursos de idioma destinados fundamentalmente a inmigrantes, según datos de las autoridades locales.

Tras la irrupción del tirador en el centro educativo, los alumnos se atrincheraron en las aulas y se escondieron bajo las camas para escapar del asesino. Los agentes que llegaron al lugar “cinco minutos después de que sonara la alarma” describieron luego la escena como un “infierno”, con muertos, heridos, gritos y humo provocado por “algún tipo de pirotecnia”, ha explicado el jefe policial durante su rueda de prensa.

Nada más llegar a la escuela los agentes, el tirador empezó a disparar también contra ellos, ha relatado Wiren. “Después de aproximadamente una hora, la operación terminó cuando el presunto autor fue hallado muerto con varias armas cerca de él”, 10 cargadores de munición usados y una gran cantidad de balas sin usar, ha afirmado el policía. Varios agentes tuvieron que ser atendidos por los servicios sanitarios por inhalación de humo.

Debate

Tras el tiroteo, al menos seis heridos —cuatro mujeres y dos hombres— fueron ingresados en el Hospital Universitario de Örebro. Cinco estaban graves por heridas de bala, aunque su estado ha mejorado desde el martes, según los medios suecos.

La policía sueca había precisado antes de la rueda de prensa de este jueves que no todos los muertos en el tiroteo habían sido identificados, y alegó que ese proceso requiere “cumplir con unos trámites”. Aunque la policía aún no ha revelado la identidad de las víctimas, la iglesia sirio-ortodoxa de Örebro ha confirmado en Facebook que uno de sus miembros, un hombre, está entre los muertos.

El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, que calificó la jornada del atentado como un “día negro” para Suecia, tiene previsto celebrar este jueves una reunión del Gobierno a la que ha invitado a todos los partidos de la oposición para dar una imagen de unidad política.

Un elevado porcentaje de suecos tiene licencia de armas, principalmente destinadas a la caza, al menos según los estándares europeos, aunque muy por debajo de Estados Unidos. Según la televisión pública SVT, el tirador de la escuela para adultos de Örebro se sirvió precisamente de una escopeta de caza.

Sin embargo, la oleada de violencia armada relacionada con bandas criminales que el país nórdico está sufriendo en los últimos años ha puesto de relieve el alto porcentaje de armas ilegales.

El tiroteo puede haber supuesto, además, el inicio de un debate sobre la seguridad en los centros educativos. A diferencia de lo que ocurre en muchos países, en Suecia el acceso a las escuelas no está estrictamente controlado. En declaraciones a la radio nacional sueca, la ministra de Educación, Lotta Edholm, ha avanzado que eso debería cambiar. “Creo que las escuelas, exactamente igual que la mayoría de los lugares de trabajo, deberían estar cerradas y que sea el director quien decida quién puede entrar”, ha declarado.

Entre 2010 y 2022, 10 personas murieron en siete incidentes violentos en escuelas, según el Consejo Nacional Sueco para la Prevención del Crimen. En uno de ellos, un agresor enmascarado de 21 años, impulsado por motivos racistas, mató en 2015 a un profesor y a un niño e hirió a dos personas más.