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Israel y Hamás avanzan hacia un pacto para mantener el alto el fuego en Gaza

El movimiento islamista manifiesta su “compromiso” con el acuerdo, incluida la entrega de tres rehenes este sábado, que había detenido

Camiones con ayuda humanitaria, en Rafah, en el sur de Gaza, este jueves.
Camiones con ayuda humanitaria, en Rafah, en el sur de Gaza, este jueves.Hussam Al-Masri (REUTERS)
Antonio Pita

Los esfuerzos de los países garantes del alto el fuego en Gaza parecen dar sus frutos, a tenor de los mensajes lanzados —públicamente o en forma de filtraciones— por Israel y Hamás sobre la crisis desatada por el movimiento islamista el lunes, al anunciar que no liberaría este sábado a los tres rehenes correspondientes, citando vulneraciones previas del Gobierno de Benjamín Netanyahu. Hamás ha asegurado en un comunicado que los mediadores egipcios y cataríes están cerrando los últimos “obstáculos y diferencias”, mientras que Israel guarda silencio y se limita a desmentir que exista un acuerdo. La base del diálogo es que Hamás entregue el sábado a los tres rehenes que le corresponden e Israel permita la entrada de más ayuda humanitaria, uno de los incumplimientos que señalaban los islamistas y que más afecta al día a día de la población en una Gaza devastada. Si se confirma, el frágil alto el fuego habrá superado su mayor crisis en menos de un mes de vida, pero no sus principales obstáculos: el plan de limpieza étnica de Donald Trump —que ha llenado de nubarrones el futuro de Gaza que proyectaba el acuerdo— y las escasas ganas de Netanyahu de llevarlo a buen puerto. De momento, Israel lleva diez días de retraso sobre el plazo marcado para comenzar la negociación sobre la segunda fase.

En realidad, el aumento de ayuda ya se viene materializando desde la amenaza de Hamás. El Ejecutivo de Netanyahu permitió este miércoles la entrada de 800 camiones, un cuarto más de los que estipula el acuerdo, en compensación —como exigía Hamás— por las semanas previas. Según el diario israelí Haaretz, Israel aumentará la entrada de ayuda, principalmente tiendas de campaña, gas y equipos médicos. El nudo gordiano está en qué sucederá con dos elementos clave de la denominada parte humanitaria del pacto. Una es la entrada de maquinaria pesada, para poder desescombrar, y otra, de las caravanas como sustitutos temporales de las casas (más del 90% están destruidas o dañadas, según cifras de la ONU), sobre todo en estos días de frío y lluvia, en los que se anegan las tiendas de campaña. Forman una larga fila en la parte egipcia del paso fronterizo, a la espera del ingreso.

El texto del acuerdo, firmado el mes pasado, reza que Israel permitiría ya en la actual fase del acuerdo (la primera) “introducir el equipamiento necesario para [...] retirar escombros y desechos” y “facilitar la entrada de los suministros y requisitos necesarios para alojar y albergar a los desplazados que perdieron sus hogares durante la guerra: al menos 60.000 viviendas temporales (caravanas) y 200.000 tiendas de campaña”. Al anunciar que incumpliría el pacto, Hamás denunció otras vulneraciones previas y repetidas de Israel: el ingreso de las tropas más allá de la zona tampón de 700 metros; bombardeos o disparos puntuales (el último, este jueves), que han dejado cerca de 30 muertos; trabas a la salida de heridos a través de Rafah...

Israel y Hamás discrepan sobre las cifras. Las autoridades militares del primero aseguran que han entrado ya 400.000 tiendas de campaña y responsabiliza del asunto de las caravanas a los países encargados de enviarlas. El Gobierno islamista cifra en solo 73.000 las tiendas de campaña que han ingresado. Naciones Unidas no da cifras exactas.

Tras unas horas intoxicado por el mensaje del presidente de EE UU, Donald Trump, de que se abrirían “las puertas del infierno” si no veía el sábado a todos (76) los rehenes israelíes de vuelta, el Gobierno de Netanyahu ha acabado conformándose con lo estipulado en el pacto: tres. Lo ha confirmado este jueves su portavoz, David Mencer.

Dos días antes, se sucedieron las filtraciones contradictorias sobre el número que Netanyahu esperaba: tres, los nueve vivos de la primera fase, todos los que tiene Hamás, entre vivos y muertos... El primer ministro se cuidó de no mencionar cifras en el vídeo en el que amenazaba con dar por muerto el alto el fuego y con reanudar los “intensos combates” en Gaza si Hamás no entregaba rehenes, en abstracto, el sábado.

En cualquier caso, el ejército mantiene un despliegue reforzado de tropas dentro de la Franja y en los alrededores y ha movilizado reservistas, con vistas a “cualquier escenario”. Y en la tarde del jueves ha dado cuenta de un inusual lanzamiento de cohete desde Gaza. No llegó a cruzar a territorio israelí y mató a un adolescente palestino. La aviación bombardeó el lugar del disparo, que no ha reivindicado ningún grupo armado.

Protesta para pedir la liberación de rehenes israelíes, este jueves en Tel Aviv.
Protesta para pedir la liberación de rehenes israelíes, este jueves en Tel Aviv.Nir Elias (REUTERS)

Ya el miércoles por la noche, el diario en árabe Al Araby Al Yadid hablaba de que el diálogo “se encaminaba hacia el éxito” tras una reunión en El Cairo entre el responsable de los servicios de inteligencia de Egipto (otro de los garantes), Hassan Rashad, y la delegación de Hamás, que se ha quedado en la ciudad. Un portavoz de Hamás, Abdul Latif al-Qanou, se ha mostrado este jueves confiado en que el acuerdo seguirá en pie. “No nos preocupa el [posible] colapso del acuerdo de alto el fuego en Gaza. Estamos deseosos de implementarlo y de obligar a la ocupación [Israel] a hacerlo plenamente”, señaló.

En la víspera, uno de sus líderes, Sami Abu Zuhri, reiteró lo que ya señalaba Hamás en un comunicado al lanzar el órdago: si el objetivo hubiese sido dar al traste con el acuerdo, habría anunciado su rechazo a entregar a los rehenes con pocas horas de antelación, pero eligió hacerlo cinco días antes para forzar a los mediadores a presionar a la otra parte. También en Israel impera el optimismo, aunque cada vez aprieta más el reloj. Este viernes, Hamás debería desvelar ya la identidad de los tres próximos rehenes y el Ejecutivo de Netanyahu, la de los presos palestinos que excarcelará.

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Sobre la firma

Antonio Pita
Corresponsal para Oriente Próximo, tras cubrir la información de los Balcanes en la sección de Internacional en Madrid. De vuelta a Jerusalén, donde ya trabajó durante siete años (2007-2013) para la Agencia Efe. Licenciado en Periodismo y Máster de Relaciones Internacionales y Comunicación por la Universidad Complutense de Madrid.
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