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Los bombardeos de Israel en Siria provocan al menos nueve muertos en el suroeste

El Gobierno de Netanyahu advierte al nuevo régimen de Damasco de que pagará “un precio muy alto” si amenaza al Estado judío

Guerra entre Israel y Gaza
Luis de Vega

Israel no se olvida de Siria, uno de los siete frentes de batalla que mantiene abiertos en la región, y sigue atacando ese país con frecuencia cuatro meses después del fin de la dictadura de Bachar el Asad. El Gobierno que lidera el primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha lanzado amenazas al nuevo Gobierno de Damasco, al que quieren alejar de la influencia turca. Lo ha hecho horas después de bombardear en la noche del miércoles al jueves instalaciones militares de Damasco y Hama, donde la base aérea militar resultó prácticamente destruida, según el Ministerio de Exteriores sirio. Los ataques en el suroeste del país han provocado, además, nueve muertos. “Si permites que fuerzas hostiles a Israel entren en Siria, pagarás un precio muy alto”, ha dicho el ministro israelí de Defensa, Israel Katz, dirigiéndose al presidente provisional, Ahmed al Shara. Se trata de “un mensaje claro y una advertencia para el futuro: no permitiremos que se ponga en peligro la seguridad del Estado de Israel”, ha agregado con firmeza.

Desde París, el titular de Exteriores israelí, Gideon Saar, ha remarcado ante los periodistas el “papel negativo” que Turquía desempeña en algunos países como Siria o Líbano. Las autoridades de Ankara “están haciendo todo lo posible para que Siria sea un protectorado turco”, ha señalado de visita en la capital francesa, informa Reuters.

Katz ha recordado que va a seguir manteniendo de manera indefinida a su ejército ocupando las nuevas zonas del territorio sirio sobre las que avanzaron las tropas coincidiendo con la caída del régimen de Asad el pasado diciembre. Esas zonas se unen al territorio que ya ocupaban desde hace décadas y que dan por anexionado como los Altos del Golán. “Las fuerzas del ejército de Israel seguirán desplegadas y operando en la cima del Monte Hermón y en las zonas de seguridad y tampón (en suelo sirio), para proteger a las comunidades de los Altos del Golán y Galilea”, ha dicho Katz. Se trata de una medida de presión, justifica, frente a posibles intentos por parte de la nueva Administración siria de permitir el despliegue en su territorio de fuerzas hostiles a Israel.

Precisamente, esa región del suroeste de Siria ha sido escenario de ataques también en las últimas horas que se han saldado, según las autoridades locales, con la muerte de nueve personas en el bombardeo durante una “incursión” de las tropas de ocupación israelíes cerca de la localidad de Nawa. Es, hasta el momento, el mayor avance que los militares israelíes han llevado a cabo en suelo sirio en el actual conflicto, afirma el gobierno provincial de Deraa en un comunicado. Nawa se ubica a una quincena de kilómetros de los Altos del Golán, territorio sirio que Israel ocupa desde hace más de medio siglo.

La versión del ejército del Estado judío es que respondieron por tierra y por aire después de que sus militares fueran atacados por hombres armados en el entorno de Tasil, localidad cercana a Nawa que ocupan desde diciembre, mientras llevaban a cabo una operación para “confiscar armas y destruir la infraestructura terrorista”, término que suelen emplear para referirse a la resistencia armada a la ocupación. Varios de esos atacantes fueron eliminados sin que los soldados israelíes sufrieran bajas, añaden los portavoces castrenses.

Los ataques israelíes de las últimas horas suponen una “escalada injustificada” y “un intento deliberado de desestabilizar a Siria”, alerta el Ministerio de Exteriores en un comunicado en el que solicita ayuda a la comunidad internacional. La ofensiva del Estado judío tiene lugar “en un momento en que Siria se esfuerza por reconstruirse tras 14 años de guerra” y “estos insistentes ataques forman parte de una clara estrategia israelí para normalizar la violencia en el país, socavando los esfuerzos de recuperación y consolidando una cultura de impunidad”, agrega el texto publicado por la agencia oficial Sana.

Pese a tener en plena ebullición la guerra en Gaza y haber retomado los ataques sobre Líbano, Israel no quiere dar la impresión de que se distrae en otras parcelas de Oriente Próximo donde se siente amenazado. Lo hace ahora además con el salvoconducto que supone el apoyo casi a ojos cerrados de la nueva administración de Estados Unidos con el presidente Donald Trump al frente. El ejército estadounidense bombardea desde el mes pasado posiciones de la guerrilla hutí de Yemen, sostenida por Irán y aliada de los palestinos de Hamás.

Mientras, Siria trata de buscar su sitio tras medio siglo de dictadura bajo la dinastía Asad. Las fuerzas de Bachar el Asad, huido a Rusia en diciembre, tras la caída de su régimen, han sido desplazadas por la Administración que lidera, supuestamente de manera transitoria, Ahmed al Shara. Este excombatiente yihadista tomó Damasco bajo el nombre de guerra de Abu Mohamed Al Julani y ha cambiado el terno de camuflaje por el traje y la corbata en un intento de lavar la cara de la nueva autoridad tras liderar la milicia islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS).

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Sobre la firma

Luis de Vega
Ha trabajado como periodista y fotógrafo en más de 30 países durante 25 años. Llegó a la sección de Internacional de EL PAÍS tras reportear en la sección de Madrid. Antes trabajó en el diario Abc, donde entre otras cosas fue corresponsal en el norte de África. En 2024 ganó el Premio Cirilo Rodríguez para corresponsales y enviados especiales.
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