La policía detiene a un sospechoso por el ataque a la residencia del gobernador demócrata de Pensilvania
El político y su familia fueron evacuados en la madrugada de este domingo por un “incendio intencionado”. Shapiro es una de las estrellas ascendentes del partido


La residencia del gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, estrella ascendente de un Partido Demócrata en apuros, sufrió un ataque en la madrugada de este domingo. Los policías que aporrearon la puerta de la mansión despertaron a Shapiro y su familia. Los agentes acudieron al lugar para responder a la denuncia de un incendio “provocado”.
Por la tarde, las autoridades comparecieron ante la prensa en Harrisburg, capital del Estado, para contar que habían detenido a un sospechoso, que saltó la verja de la finca, logró entrar por un breve lapso de tiempo en la casa y encendió una serie de fuegos con “material casero”. Se trata de Cody Balmer, un vecino de la ciudad de 38 años. Está acusado, dijeron, de intento de asesinato y de sendos delitos agravados de incendio provocado y asalto.
Shapiro compareció también con el fondo de la residencia atacada. Se emocionó un par de veces al contar cómo habían vivido él y sus cuatro hijos el suceso. Dando por hecho que había algún tipo de motivación política o religiosa en el atentado, el gobernador sentenció: “Este tipo de violencia se está volviendo demasiado común en nuestra sociedad, y me da igual si proviene de un bando u otro, si se dirige a un partido u otro, o a una persona u otra; no está bien y tiene que parar. Nos merecemos algo mejor. Tenemos la responsabilidad de ser mejores todos”.
“Gracias a Dios, nadie resultó herido y el incendio se controló”, había dicho Shapiro poco después de los hechos. “Cada día, seguimos comprometidos con la aplicación de la ley y aquellos que ayudan a proteger a nuestras comunidades. Así lo hicieron anoche por nuestra familia, y Lori y yo estamos eternamente agradecidos con ellos por ponernos a salvo”.
Las autoridades confirmaron después que el incendio se había desatado en una parte “distinta” de la residencia de la que usan Shapiro y su familia. También, que causó “una cantidad significativa de daño”. La policía ofreció una recompensa de hasta 10.000 dólares por cualquier información que condujera al arresto del responsable o los responsables del ataque.
Last night at about 2AM, my family and I woke up to bangs on the door from the Pennsylvania State Police after an arsonist set fire to the Governor’s Residence in Harrisburg.
— Governor Josh Shapiro (@GovernorShapiro) April 13, 2025
The Harrisburg Bureau of Fire was on the scene and while they worked to put out the fire, we were…
La última manifestación pública del gobernador llegó el sábado, cuando Shapiro, que profesa la fe judía, publicó una foto en redes sociales sentado en la mesa junto a su familia para celebrar el Seder, una cena ceremonial que marca el inicio de las vacaciones de Pascua.
Durante la fallida campaña de Kamala Harris para conquistar la Casa Blanca, Shapiro figuró en las quinielas para aspirar a la vicepresidencia junto a ella. Entonces ya era una de las estrellas ascendentes del Partido Demócrata, y, Pensilvania, uno de los Estados decisivos, de esos que los observadores de las elecciones estadounidenses citaban de carrerilla (Míchigan, Georgia, Arizona, Nevada, Wisconsin, Carolina del Norte…) cuando querían explicar que la contienda se decidirá por un puñado de votos. Finalmente, el elegido fue otro gobernador, Tim Waltz, de Minnesota, y el rival, Donald Trump, se llevó el Estado.
Shapiro se halla a mitad de su primer mandato como gobernador. Conquistó el puesto en unas elecciones en las que en 2022 venció a Doug Mastriano, un rival republicano promocionado por Trump. Tiene un perfil moderado, y eso lo hizo atractivo entre votantes, congresistas y senadores del partido rival en Pensilvania. En su contra, jugaron las críticas de la facción progresista de los demócratas por su apoyo a Israel. Fue muy activo en la condena del, a su juicio, creciente antisemitismo en los campus universitarios durante la oleada de protestas en solidaridad con Gaza. Según una encuesta de abril del año pasado, tenía un 54% de apoyos en el Estado, incluido el del 29% de los republicanos inscritos.
La residencia del gobernador en Harrisburg, capital de Pensilvania a unos 160 kilómetros al Oeste de Filadelfia, la ciudad más poblada del Estado, se construyó en 1968. Ha prestado servicio a ocho gobernadores desde entonces, y se puede visitar en su primera planta, donde se organizan con regularidad exposiciones de arte y sobre la historia de Pensilvania.
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