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Los latinos impulsan a Biden a la Casa Blanca

El candidato demócrata contó con un buen porcentaje del voto hispano en algunos Estados clave, pero el mayor apoyo de ese grupo a Trump ha generado críticas a la estrategia demócrata

Una mujer de Maryvale, un barrio de Phoenix (Arizona), recibe información sobre cómo votar de un grupo que trataba de movilizar a los votantes hispanos, el pasado 31 de octubre.Vídeo: EDGARD GARRIDO / REUTERS
Lorena Arroyo

Para Bianca Abigail Balderas, una joven de 22 años de Las Vegas (Nevada), las de 2016 fueron las elecciones más importantes de su vida. No solo porque era la primera vez que podía votar, sino porque quería evitar a toda costa que Donald Trump llegara al poder. “Sabíamos el daño que iba a hacer”, justifica esta hija de mexicanos. Pero aunque aquella vez no consiguió su objetivo, desde entonces no ha dejado de trabajar ni un día para sacarlo de la Casa Blanca. Con la organización comunitaria Make the Road, lleva años tocando puertas, haciendo llamadas y mandando mensajes para movilizar a la gente de su comunidad que generalmente no participa en las elecciones a que esta vez sí lo hicieran. Ahora, tras cuatro días de recuento agónico, Balderas celebra la victoria de Joe Biden.

“La gente dijo ya es suficiente y salieron a votar. Hemos visto a jóvenes, a la generación Z, votando mucho. Celebramos que Biden gane. La gente se siente aliviada porque sienten que sus vidas están en juego. Han votado porque han visto crecer el racismo y la división, mientras que el mensaje de Biden es unificar al país”, asegura Balderas. Los datos preliminares apuntan a que los jóvenes latinos como ella votaron más que nunca en estas elecciones. Según la Asociación Nacional de Latinos Electos y Designados (Naleo), 1,7 millones de hispanos de entre 18 y 29 años enviaron sus papeletas o fueron a un centro de votación por adelantado, un 313% más que en 2016. En términos generales, 8,2 millones de latinos votaron anticipadamente, un 56% más que en las elecciones de hace cuatro años.

Cubanos de Florida apoyan más a Trump

El voto de este grupo que abarca a 32 millones de votantes (un 13,3% del electorado nacional) se ha considerado clave para darle la presidencia a Biden en territorios decisivos como Wisconsin, Pensilvania, Nevada. Pero especialmente en Arizona, un Estado donde la participación masiva de la población de origen mexicano y el rechazo al mandatario impulsaron la candidatura del demócrata. El que fuera vicepresidente de Barack Obama se hizo a nivel nacional con dos tercios de los apoyos de los latinos, una cifra similar a la que consiguió Hillary Clinton en 2016, según encuestas a pie de urna.

Esos sondeos también reflejan un incremento del apoyo a Trump entre los hispanos en algunas zonas del país, como en áreas fronterizas de Texas, o en el sur de Florida, donde la estrategia de los republicanos de agitar el fantasma del socialismo sobre la candidatura demócrata, sumada a una fuerte campaña de desinformación y teorías conspirativas en español, les funcionó bien entre la numerosa comunidad cubana, así como en ciertos sectores de Miami con amplia población de exiliados nicaragüenses y venezolanos que huyeron de Gobiernos de izquierdas y que cargan un trauma contra todo lo que les recuerde a esos sistemas.

El apoyo a Trump entre los estadounidenses de origen cubano del sur de Florida y otras noticias que destacaban que el presidente había logrado aumentar en cuatro puntos el apoyo de los latinos hasta el 32% generó críticas a la estrategia demócrata, incluso en el seno del propio partido. “Llevamos tiempo haciendo sonar la alarma de las vulnerabilidades de los demócratas con los latinos. Hay una estrategia y un camino, pero no se le ha puesto el esfuerzo necesario”, escribió en su cuenta de Twitter la congresista de Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez, de origen puertorriqueño, la noche de las elecciones. “Tenemos trabajo que hacer”.

Según Paola Ramos, autora de Latinx: En busca de las voces que redefinen la identidad latina y que trabajó en la Casa Blanca de Obama y en la campaña de Hillary Clinton de 2016, el problema del Partido Demócrata es que sólo se acuerda del voto latino unos meses antes de las elecciones y no ha hecho un verdadero trabajo para entender la diversidad y los cambios generacionales dentro de la comunidad. “Eso implica que cuando estás haciendo campaña no sabes bien en qué idioma, cuál es el mensaje y te pierdes con las personas jóvenes. Nunca se piensa en el afro-latino, el latino queer milenial, que somos muchos, tampoco sabes muy bien dónde está el latino indígena que no se identifica como un latino, jamás piensas en él, y así hay miles de ejemplos. Nadie ha sabido cómo hacerlo”, afirma.

Esa diversidad en el origen, el género y las experiencias con la migración dentro de la comunidad latina ha hecho que Trump tenga más apoyo entre los ciudadanos de origen cubano, -que hasta hace poco tiempo tenían privilegios en cuestiones migratorias-, respecto a mexicanos o centroamericanos, o que al candidato republicano lo hayan votado más hombres que mujeres latinas, o los que hablan inglés en casa respecto a los que hablan español, según una encuesta de la web de sondeos Latino Decisions.

Desconocimiento de la diversidad latina

Antonio Arellano, director de JOLT, una organización no gubernamental creada en 2016 en Texas tras la llegada de Trump al poder para promover el voto latino, coincide con Ramos en que los demócratas han fallado al acercarse a esta comunidad sin tener en cuenta su diversidad, mientras que en otras partes simplemente los han ignorado. “Si vas a la frontera, ves que el Partido Republicano invirtió. En la autopista ves un rótulo tras otro y un anuncio tras otro de los republicanos. ¿Dónde están los demócratas? No lo sé. Si tú no inviertes en la comunidad latina, no te sorprendas. El Partido Demócrata piensa que los latinos van a llegar a una party (una fiesta) que no los invitaron. Y eso no es así. Si tú quieres ganar el voto latino tienes que invertir en empoderar a la comunidad y crear políticas y plataformas que nos beneficien”, sostiene.

Su organización ha trabajado especialmente para promover la participación electoral entre los jóvenes latinos con iniciativas que iban desde inscribir votantes en fiestas de quinceañeras a tocar puertas o realizar llamadas a decenas de miles de viviendas de barrios hispanos para informar del poder que tiene la comunidad, que ya es el 40% de la población en Texas, pero que vota en menor medida que otros grupos. Este año, los demócratas soñaron con cambiar de color este Estado que tradicionalmente apoya a los republicanos. Aunque Biden aumentó sus márgenes de votación respecto a Clinton en 2016, perdió por cinco puntos frente a Trump, una diferencia que, según los expertos, podría haber estrechado con un mayor acercamiento a los hispanos que se sienten ignorados por las campañas y no van a votar.

Sobre el terreno, son los grupos como el de Arellano o el de Bianca Balderas en Nevada los que están luchando para que aumenten los índices de participación entre los latinos, que a nivel nacional no suelen superar el 50% en las elecciones. Ahora, aunque la joven de Las Vegas ha conseguido sacar a un presidente que consideraba dañino para su comunidad, matiza que no dejarán de ejercer su poder para asegurarse de que los demócratas los sigan escuchando una vez que lleguen a la Casa Blanca. “El trabajo no termina aquí. Vamos a seguir empujando por las cosas que queremos como la salud universal”, afirma.

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Sobre la firma

Lorena Arroyo
Editora y jefa de la edición América de EL PAÍS. Cubre Centroamérica, el Caribe e inmigración. Antes trabajó en Univision Noticias en Washington y Miami, en BBC Mundo y en la agencia EFE en Brasil, Bolivia y Madrid. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Periodismo de Investigación, Datos y Visualización.

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