Harris y Trump llegan a la recta final de la campaña empatados en el voto popular
Las últimas encuestas muestran que la ligera ventaja de la candidata demócrata sobre el republicano se ha estrechado estas semanas
Las encuestas no terminan de dar un favorito claro en las presidenciales estadounidenses del próximo 5 de noviembre. Los últimos sondeos publicados muestran que las elecciones están igualadas incluso en el voto popular. Ese es un escenario que, en principio ―aunque no necesariamente―, favorece a Donald Trump. En 2016, el republicano fue elegido presidente ...
Las encuestas no terminan de dar un favorito claro en las presidenciales estadounidenses del próximo 5 de noviembre. Los últimos sondeos publicados muestran que las elecciones están igualadas incluso en el voto popular. Ese es un escenario que, en principio ―aunque no necesariamente―, favorece a Donald Trump. En 2016, el republicano fue elegido presidente a pesar de que Hillary Clinton logró casi tres millones de votos más (48,0% frente a 45,9%). En 2020, Joe Biden ganó por siete millones de votos, pero habría bastado que apenas 22.000 personas distribuidas en tres Estados (Georgia, Arizona y Wisconsin) hubieran votado por Trump en lugar de Biden para que el republicano hubiera seguido en la Casa Blanca.
La última encuesta ha sido la publicada por el canal de noticias CNN, este viernes. Otorga a cada uno de los dos candidatos un 47% en el voto popular. Y también muestra que la pelea se mantiene muy igualada en los Estados decisivos, con márgenes de uno a tres puntos. Trump lideraría en Arizona (50%-47%), Georgia (50%-48%) y Carolina del Norte (49%-48%). Por su parte, Harris iría por delante en Wisconsin (49%-46%), Míchigan (49%-46%) y tendría también una mínima ventaja en el más importante de los Estados clave, Pensilvania (48%-47%).
También este viernes se ha publicado la encuesta de The New York Times y Siena College, que otorga un empate a ambos con un 48% de los votos. Esa igualdad supone un retroceso claro de la demócrata desde la anterior entrega del diario neoyorquino, a principios de mes, que le daba una ventaja de tres puntos (49%-46%). Los datos publicados este viernes no desglosan la intención de voto en los siete Estados decisivos que decantarán la balanza a la hora de la verdad. Sí muestran la enorme brecha de género entre los votantes. Mientras que Harris supera a Trump con un 54%-42% entre las mujeres, el republicano supera a la demócrata con un 55%-41% entre los hombres.
La encuesta sigue a otra publicada el jueves por The Wall Street Journal, que otorgaba a Trump una ventaja de tres puntos en el voto popular (49%-46%), dándole la vuelta al anterior sondeo del mismo medio, en el que Harris iba dos puntos por delante. Otra de la CNBC le daba a Trump una diferencia de dos puntos (48%-46%). En sentido contrario, una encuesta publicada unos días antes por Reuters/Ipsos, le daba a Harris una ventaja de tres puntos (48%-45%). El agregador FiveThirtyEight aún sitúa a Harris en cabeza, a un punto de distancia de Trump.
La elección del presidente no depende de la victoria en el voto popular, sino en el Colegio Electoral, compuesto por 538 votantes, compromisarios o delegados que representan a los Estados. Cada uno cuenta con el equivalente a su número de congresistas (contando senadores, siempre dos por Estado; y representantes, de 1 a 52, en función de la población). A eso se suman tres votos para la capital, el Distrito de Columbia (DC). Con mínimas excepciones, el candidato que vence en un Estado se lleva todos sus votos electorales, sin importar la diferencia.
Los Estados decisivos
En muchos Estados no hay apenas duda de quién va a ganar. Harris tiene prácticamente en el bolsillo 226 votos del Colegio Electoral, mientras que Trump puede contar con 219. Hacen falta 270 para ganar. La batalla está en los otros 93, repartidos en siete Estados en los que vive aproximadamente el 15% de una población de 335 millones de personas: Pensilvania, Georgia, Carolina del Norte, Míchigan, Arizona, Wisconsin y Nevada.
Es frecuente que los demócratas ganen por una mayoría muy amplia en California, el Estado más poblado, y Nueva York, el cuarto con más votantes. Aunque en la práctica da lo mismo ganar en esos Estados por un voto que por millones, es la ventaja en esos territorios, principalmente, la que ha permitido al candidato demócrata ganar en siete de las últimas ocho elecciones en el voto popular. En dos de ellas (George W. Bush contra Al Gore y Donald Trump contra Hillary Clinton), el Colegio Electoral le dio la vuelta a la preferencia de la mayoría de los estadounidenses.
Las cosas, sin embargo, están cambiando. Las encuestas ―y los resultados de las elecciones legislativas de 2022― apuntan a que la ventaja de los demócratas se ha reducido en el Estado de Nueva York, mientras que la de los republicanos se ha ampliado en Florida. Son Estados considerados no competitivos en la elección presidencial, en los que el estrechamiento o ampliación de las diferencias no tiene repercusión sobre el Colegio Electoral, puesto que no se espera un cambio de signo. En esas condiciones, como señalaba este viernes el analista de The New York Times Nate Cohn, ha dejado de ser inconcebible un escenario en el que Trump se imponga en el voto popular, pero Harris logre mayoría en el Colegio Electoral.
Ambos candidatos batallan en los siete Estados decisivos. Trump parece tener algo de ventaja en Georgia, Carolina del Norte y Arizona, pero la gran esperanza de los demócratas está sobre todo en lo que ellos han bautizado como el Muro Azul, los tres Estados decisivos del cinturón del óxido (Pensilvania, Míchigan y Wisconsin). Son tres Estados que ganó Obama en 2008 y 2012; Trump, en 2016, y Biden, en 2020, los únicos que encadenan cuatro elecciones en las que quien gana allí, acaba en la Casa Blanca. El que tiene más peso de esos tres Estados (y de los siete decisivos) es Pensilvania, con 19 votos electorales, donde la CNN da a Harris una ventaja de un punto (48%-47%). Por eso, los candidatos están pasando allí gran parte de la campaña. Harris da un mitin en Filadelfia este domingo, mientras que Trump tiene previsto otro en Allentown el martes, pero a buen seguro no serán sus últimas paradas en Pensilvania antes del 5 de noviembre.