Parir en el siglo XXI: un documental sobre parto respetado
En el reportaje visual se recogen las historias de cinco mujeres –antes y durante la crisis del coronavirus– durante su embarazo, parto y posparto. Se estrena este jueves 19 de noviembre
Paula Montón, Mireia Pepiol, Ester Pons, Graciela Rangel y Àngels Pérez Santos son madres y todas ellas han pasado por un parto. Un parto respetado. Esto, que no debería algo noticiable, en realidad lo es hoy, en el contexto de un parto hospitalario en el siglo XXI. Lo demuestran las tasas de inducciones, cesáreas, episiotomías y secuelas tras el parto. También la existencia de asociaciones en defensa de los derechos de las mujeres en sus procesos reproductivos, como El parto es nuestro, o de informes como el presentado en 2019 por Dubravka Šimonović, Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer de Naciones Unidas, en el que la violencia obstétrica se hacía visible a nivel internacional. Hay más. Sobre violencia obstétrica, investigadoras de Pontevedra y Castellón publicaban el pasado 22 de octubre un estudio sobre este problema en España. De la muestra de más de 17.000 mujeres se arrojan cifras preocupantes como que el 38,3% percibieron haber sufrido violencia obstétrica, que el 44,4% percibieron que fueron sometidas a intervenciones innecesarias o que el 83,4% manifiestan que los profesionales que las atendieron no les pidieron consentimiento informado. “España tiene un grave problema de salud pública y de respeto a los derechos humanos de las mujeres”, manifestaban sus autoras. A principios de octubre el Ministerio de Igualdad se comprometía con la Fundación CERMI Mujeres a legislar contra la violencia obstétrica y toda aquella que se produzca en este ámbito. El trabajo por lograrlo continúa.
Vuelvo a Paula, Mireia, Ester, Graciela y Àngels. Ellas son las protagonistas de Parir en el siglo 21, un documental interactivo, producido por Barret Cooperativa en colaboración con Lab RTVE y À Punt media, sobre la atención respetuosa al nacimiento y que se estrena este jueves 19 de noviembre. En él se recogen las historias de cinco mujeres –antes y durante la crisis del coronavirus– durante su embarazo, parto y postparto. El escenario, el hospital público de La Plana (en Vila-real, Castellón), no ha sido una elección al azar. Según cuenta su directora, Claudia Reig Valera, creyeron interesante contar cómo era un parto desde “un hospital que no viese el embarazo y el parto como una enfermedad sino como un proceso natural”. Menciona Claudia a Àlex Badia, director de la parte interactiva del documental, porque el nacimiento de su propio hijo ocurrió en pleno rodaje, algo que ha influido en la propia concepción del documental. Y viceversa. “A mi pareja lo que íbamos grabando no solo le resultaba interesante, sino que respondía a muchas de sus preguntas e inquietudes. Las protagonistas del documental no podían ser otras que las cinco mujeres que dan a luz; ellas son el centro de la acción y de la historia que contamos. También las matronas de La Plana, que trabajan para favorecer que las mujeres sean dueñas de sus partos. El documental es un reflejo de esta filosofía”, cuenta Àlex.
Elaborar un plan de parto: información para poder decidir
Àngels Pérez es madre de dos hijos. Su segundo parto, en plena pandemia, forma parte de lo que vemos en el documental sobre la atención al parto en época COVID. Cuenta Àngels que antes de su primer embarazo conocía lo que era el parto respetado por algunas noticias que había leído o escuchado sobre violencia obstétrica, sin embargo, no fue hasta que se quedó embarazada cuando profundizó más en lo que realmente significaba esto. “Tras informarme decidí ir completando mi plan de parto, y con él en mano empecé a llamar a diferentes hospitales para hablarles de mis preferencias. Confirmé mis sospechas cuando al llamar a un hospital público de Valencia para comentarles mi plan de parto me dijeron que allí no hacían partos a la carta. Me quedé helada porque no estaba pidiendo nada extraordinario que no estuviese en mi plan de parto”. Àngels siguió investigando hasta que le hablaron del hospital de la Plana y tras la primera visita en la semana 22 de embarazo dice que ya no quiso pisar otro hospital. “Desde el primer momento me sentí como en casa. Me informaron de cada paso que daban y me pedían permiso para cualquier intervención. Me sentí respetada. Y eso era todo lo que pedía”, explica, y añade que pese a tener un hospital a 10 minutos de su casa prefirió desplazarse 50 kilómetros para sentirse bien acompañada en un momento tan importante de su vida. “Como con todo en esta vida, tener información te da el poder de tomar decisiones más libres. Estar informada me permitió recordar mis dos partos con amor y nostalgia. No sé qué recuerdo me quedaría de no haberlos vivido allí”.
El plan de parto consiste en un documento en el que la mujer expresa sus deseos y preferencias con respecto al proceso de parto. Además de los testimonios, el documental muestra cómo elaborar un plan de parto. Dice Àlex Badia que uno de los objetivos del documental era ofrecer información útil para las mujeres embarazadas, por lo que mostrar el plan de parto era esencial. Para redactar el plan de parto interactivo –que se puede rellenar en la web–, se basaron en los documentos oficiales del Ministerio de Sanidad y de la consejería de sanidad valenciana. Para adaptarlo, actualizarlo y enriquecerlo ha sido fundamental la colaboración de Soledad Carreguí, matrona supervisora del servicio de partos del hospital; Lourdes Pascual, miembro de la asociación El parto es nuestro; y Desirée Mena, del Grupo de Investigación en Enfermería de la Universitat Jaume I de Castellón. “No se nos pasó por la cabeza hacer este documento sin contar con sus conocimientos y su experiencia como profesionales y activistas”, señala.
Para Soledad Carreguí es muy importante que las mujeres lleguen al hospital con el plan de parto por delante “porque es algo que la mujer, de forma meditada, ha podido analizar, valorar los pros y los contras de según qué intervenciones, y a partir de ahí va a poder decidir lo que quiere para su proceso”. El plan de parto, para la matrona, es una garantía de que esa mujer está informada y es una primera puerta de negociación con quien la atiende. “Cuando las cosas están tan claras e implicadas entre las dos partes, entre la persona que va a ser cuidada y la que cuida, se puede establecer una relación de mayor confianza y la experiencia va a ser más satisfactoria”, señala. Advierte también que es cierto que ese plan puede cambiar durante el mismo parto porque la mujer decida finalmente otra cosa (por ejemplo, puede que inicialmente considere mejor el expulsivo sentada, pero después, durante el proceso, prefiera que sea de pie), o porque puede que haya cosas que pida en ese plan de parto que no le puedan ofrecer debido al entorno o a circunstancias justificadas.
Saber acompañar un parto normal
Según Claudia Reig, “la información es fundamental para que la mujer pueda saber a qué se va a enfrentar, a qué tiene derecho y, en base a esto, que pueda tomar decisiones durante el proceso de manera libre”. Pero, advierte: "luego están los profesionales, que deben saber acompañar a las mujeres en el parto. Para Soledad Carreguí es muy importante que las mujeres vivan su parto en primera persona, que sean ellas las protagonistas de su proceso. “Nosotros estamos ahí para ayudar, pero el trabajo de parto lo tiene que hacer la mujer. Las mujeres no somos chiquititas, tenemos que hacernos grandes y saber que podemos hacerlo. Si la mujer logra hacer aquello para lo que su cuerpo está preparado, siente que lo ha hecho, que ha sido capaz, y eso se lo va a llevar para toda la vida. La sociedad nos ha robado el parto y devolverle a la mujer esa capacidad inmensa, eso es para siempre”.
Àngels cuenta en el documental que le costaba manejar la incertidumbre ocasionada por la situación que estamos viviendo, por no saber cómo iba a ser la cuestión de rutinas o protocolos. Le pregunto por sus mayores temores y fueron, sin duda, los cambios en las rutinas y protocolos. “El mayor miedo a parir en plena pandemia era que los protocolos cambiaran y que no pudiese vivir mi parto con la misma humanidad que viví el primero. En un momento dado, temí no estar acompañada por mi pareja, que no se respetaran mis decisiones, que no me dejaran moverme si así lo necesitaba. También temí que en caso de complicación estuviesen los quirófanos saturados. Sentí mucho estrés”, cuenta. Àngels pudo vivir su parto deseado y asegura que el contacto con las matronas fue excepcional.
Reconoce Claudia que hay matronas a las que les da miedo que el documental idealice en cierto modo el parto, porque no recoge lo que también puede salir mal, pero tanto ella como Àlex creen que Parir en el siglo 21 puede contribuir a que se vea el parto normal como el momento íntimo y poderoso que puede ser si se respeta a la mujer que está pariendo, sus tiempos y su autonomía. “Es lo que hemos visto en el paritorio de La Plana”, dicen. También esperan estar ayudando a mostrar que la asistencia siempre puede ser respetuosa, aunque haya complicaciones o sean necesarias intervenciones urgentes.
Por último, le pregunto a Àngels si tenía algún reparo o miedo a participar en el documental. Ella responde que no, que si logra aportar algo sobre parto respetado a otras mujeres estará enormemente feliz de haberlo hecho. “Incluso en tiempos de pandemia el parto es nuestro: es un acto único del que somos dueñas y hay personas maravillosas que pueden ayudarte a conseguir que tengas tu parto deseado”, concluye.
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