El Gobierno de México pone en la mira los lujos y riquezas de La Luz del Mundo
La Unidad de Inteligencia Financiera presenta cinco denuncias contra la iglesia de Naasón Joaquín, acusado de abuso de menores en EE UU, por transacciones a paraísos fiscales y enriquecimiento ilegal
Enriquecimiento ilícito. Lavado de dinero. Transferencias a paraísos fiscales. Compra de bienes y servicios de lujo. Esas son las señales de alerta que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de México ha detectado sobre la iglesia La Luz del Mundo y la base de cinco denuncias que ha presentado esta semana ante la Fiscalía General de la República. La UIF sigue el rastro de “movimientos financieros inusuales”, han confirmado fuentes gubernamentales a EL PAÍS, y ha abierto un nuevo frente legal contra la organización religiosa que lidera Naasón Joaquín García, a la espera de juicio en California por 32 delitos, como abuso de menores y posesión de pornografía infantil.
La causa de la UIF contra La Luz del Mundo cuestiona que la iglesia de Naasón Joaquín sea en realidad una organización religiosa sin fines de lucro. “[Estos grupos religiosos] ejecutan a través del sistema financiero nacional actos jurídicos con fines eminentemente lucrativos, lo cual representa una inconsistencia, dada su naturaleza”, se lee en un comunicado de esta oficina, que depende de la Secretaría de Hacienda. Las autoridades abundan en que su constitución como asociaciones religiosas les permite eludir el escrutinio del fisco y pagar menos impuestos en varios países.
El boletín de prensa, que no alude directamente a esta iglesia, detalla que estas organizaciones obtienen recursos financieros por una serie de inversiones y que después no declaran los ingresos a Hacienda. Las señala también por hacer transferencias bancarias por montos elevados, sin que se pueda identificar la relación que tienen con los destinatarios, una acusación que se ha señalado como lavado de dinero por la prensa local. Acusa, además, que se mueve dinero a “países clasificados como paraísos fiscales”, ya sea a personas físicas o morales por cantidades “significativas”.
El pago de tarjetas de crédito y la adquisición de autos de lujo o blindados son otros de los movimientos que cuestiona la UIF como no acordes a una organización sin beneficio de lucro. También se señala que se compran propiedades por debajo de su valor del mercado para no provocar sospechas tras las operaciones. “[Estas asociaciones] son vulnerables al uso indebido por parte de grupos de la delincuencia incluyendo los terroristas, ya que con frecuencia están sujetas a muy poca supervisión por parte de las autoridades”, afirma el comunicado. “Han omitido enterar a la autoridad hacendaria sobre sus ingresos y por tanto, han generado riqueza de manera ilegal, ubicándolas en un supuesto de comisión de delitos fiscales y operaciones con recursos de procedencia ilícita”, se agrega.
“¡Cuántas humillaciones, cuántas burlas, cuántas ofensas, cuántas mofas hemos tenido que soportar! El escarnio público, el que se mofen de mi persona o la iglesia, el linchamiento mediático”, dice Joaquín García, en un mensaje difundido el pasado fin de semana por los portavoces de la iglesia. “Y es que cuando los días son difíciles y es muy probable que se compliquen aún más, es porque una gran bendición se aproxima”, señaló el líder religioso, conocido como el apóstol de Jesucristo por sus seguidores, sobre su juicio en Estados Unidos, previsto para empezar el próximo 6 de enero. EL PAÍS buscó a uno de los voceros de La Luz del Mundo para que fijara una postura sobre esta última acusación, pero no ha recibido una respuesta.
No es el primer choque entre la UIF y La Luz del Mundo, que fue fundada en la ciudad mexicana de Guadalajara en 1926 y asegura tener más de cinco millones de fieles en alrededor de 60 países. En marzo pasado, la oficina que persigue los delitos financieros congeló cuentas y activos de la iglesia por un valor de casi 390 millones de pesos (más de 19 millones de dólares). El anuncio de las sanciones financieras se dio al mismo tiempo que se hizo pública una investigación sobre trata de personas dentro de la iglesia, por parte de la Fiscalía. “El caso tiene que ver con el bloqueo de seis personas relacionadas con un grupo religioso en donde había donativos que se daban a la iglesia y una práctica de pornografía infantil y de explotación de naturaleza sexual”, dijo Santiago Nieto, titular de la UIF. El Gobierno mexicano, sin embargo, ha sido críptico con los avances de las investigaciones, lo que derivó en un pronunciamiento de diputados de oposición en agosto pasado.
Joaquín ha sido señalado en múltiples ocasiones por su estilo de vida oneroso y por tener un patrimonio valuado en decenas de millones, de acuerdo con la acusación en su contra en California e investigaciones periodísticas. El sumario judicial cita viajes en aviones privados, largas maratones de compras en tiendas de Beverly Hills y construcciones con detalles de columnas en oro. Fuentes que pertenecieron a la cúpula y abandonaron la iglesia critican además que La Luz del Mundo “no paga sueldos ni impuestos” a las bases de menor jerarquía de la organización, y que el flujo de diezmos no ha parado pese al encarcelamiento del llamado apóstol.
Pese a las acusaciones en los tribunales, una investigación de este diario encontró que el grupo religioso recibió en junio pasado entre 350.000 y un millón de dólares en ayudas del Gobierno de Donald Trump por la pandemia. La cúpula de la iglesia defiende la honorabilidad y la inocencia de su líder, que lleva más de un año tras las rejas y tiene una fianza fijada en más de 90 millones de dólares.
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