Un pueblo en Chiapas rehúsa a ser vacunado contra el coronavirus

Un poblado indígena de México se ha rebelado contra las vacunas que hacen frente a la pandemia de covid-19. Las autoridades de San Juan Cancuc, localizado en las montañas del Estado de Chiapas, han informado a través de un documento oficial que en las 45 comunidades que conforman el municipio no se permitirá que la población se vacune contra la covid-19, a pesar de que México sigue rompiendo récords de contagios debido al nuevo coronavirus.

José López López, presidente municipal de San Juan Cancuc, informó el 1 de febrero a través de un oficio a las autoridades sanitarias, que en una asamblea realizada el 28 de enero con representantes de las comunidades que conforman su localidad, discutieron sobre los “efectos adversos” de las vacunas en la población, por lo que decidieron “de manera mayoritaria” que en el poblado no se llevará a cabo “ninguna” campaña de vacunación, ni para los ancianos ni otro habitante de San Juan. El documento deja registrado, sin embargo, que dos personas se opusieron a la controvertida decisión y manifestaron su voluntad de ser vacunados. El oficio fue enviado a Octavio Coutiño jefe de distrito de Salud de la región de San Cristóbal de las Casas.

Las autoridades locales alegan que la pandemia no ha tocado a sus comunidades, pertenecientes a la etnia maya tzeltal, y por lo tanto no ha causado las alarmas que sí genera en el resto del país, con más de 166.000 fallecidos por covid y casi dos millones de contagiados. Estos poblados se rigen por una forma de gobierno autónoma, en la que las decisiones se toman a partir de reuniones con los pobladores y basadas en sus creencias y costumbres indígenas.

Chiapas es uno de los Estados más rezagados de México. El 76% de su población está en situación de pobreza y más del 30% en extrema pobreza, según datos de 2018 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Solo el 5% de sus habitantes es considerado como no pobre. En varios municipios sus pobladores han rechazado las estrategias que las autoridades sanitarias han tomado para hacer frente a la covid. En el municipio Venustiano Carranza, según autoridades locales, en julio morían 20 personas a diario. El Gobierno municipal intentó adoptar medidas como el cierre de negocios, pero los habitantes enardecidos lo impidieron y como medida de protesta quemaron la alcaldía.

Otros funcionarios de San Juan Cancuc reaccionaron a la decisión que tomaron los líderes del municipio contra la campaña de vacunación y dijeron que es resultado de la falta de información sobre la importancia de las vacunas, aunque desde el Gobierno federal se ha hecho hincapié en la urgencia de vacunarse cuando las dosis estén listas. “Es mala (..) la información porque (les hacen creer que) las vacunas traen enfermedades” y que si los inyectan les “va a pasar algo”, afirmó Marcelino García, director de Protección Civil del municipio, a France Presse.

El Gobierno de México ha anunciado una ambiciosa apuesta por las vacunas. El presidente Andrés Manuel López Obrador —quien retomó este lunes su conferencia de prensa matutina tras estar contagiado de covid— ha informado este lunes que esta semana llegarán al país un millón de dosis de la vacuna de AstraZeneca y la Universidad de Oxford, de un total de 77 millones de vacunas que han sido negociadas con la farmacéutica. México también ha cerrado contratos para adquirir 35 millones de dosis de la china CanSino, 24 millones de la rusa Sputnik V y más de 34,4 millones de Pfizer, la primera vacuna que se comenzó a aplicar al personal médico, pero cuya segunda dosis sigue pendiente por problemas de abastecimiento.

El Gobierno también ha habilitado un sitio en Internet para que los adultos mayores puedan registrarse para acceder a la campaña de vacunación, aunque el sitio colapsó en las primeras horas debido a la alta demanda de registro, según informó el subsecretario de salud, Hugo López-Gatell, a cargo de la respuesta gubernamental a la emergencia causada por la pandemia. Ese sistema ha sido criticado por organismos como Amnistía Internacional, que el viernes denunció que excluye a “una gran parte de la población” que no cuenta con la Clave Única de Registro de Población (CURP), requisito solicitado durante el proceso de registro en el sitio web. Otros organismos también han denunciado la exclusión a amplios sectores de la población que en México no cuentan con acceso a Internet, como ocurre en las regiones indígenas de Chiapas.