Scherer acusa a Gertz y Sánchez Cordero de una conspiración en su contra por “venganzas personales”
El exconsejero jurídico del Gobierno carga con dureza contra el fiscal general y la exsecretaria de Gobernación profundizando la guerra abierta en el entorno del gabinete
Más fuego en la batalla abierta en las altas esferas del poder mexicano. Julio Scherer, el exconsejero jurídico de la Presidencia y brazo de derecho de Andrés Manuel López Obrador hasta su salida del gabinete el año pasado, ha cargado este fin de semana con dureza contra el fiscal Alejandro Gertz y Olga Sánchez Cordero, exsecretaria de Gobernación y actual presidenta del Senado. En un artículo publicado en Proceso, Scherer acusa a ambos de armar una “trama perversa” en su contra motivada por “venganzas personales”. En su texto denuncia un puñado casos judiciales en los que estarían intentando involucrarle tanto a él como a su entorno más cercano. El cerco judicial se ha plasmado de momento en la denuncia de la Fiscalía contra un despacho de abogados cercano a Scherer por extorsión, tráfico de influencias y lavado de dinero.
El artículo de Scherer hace mención del caso, desatado tras la denuncia de Juan Collado, el abogado de altos políticos, como Enrique Peña Nieto, encarcelado hace más de dos años por lavado de dinero y delincuencia organizada. En busca del salvavidas del testigo colaborador, Collado señaló que los abogados denunciados le habían pedido casi 100 millones de dólares para tramitar su salida de prisión esgrimiendo su cercanía con Scherer, entonces todavía consejero jurídico de la Presidencia. La audiencia por esta causa estaba prevista para el ocho de marzo pero se pospuso hasta el mes siguiente.
Scherer se defiende en su artículo argumentando que su “única participación en el caso de Juan Collado fue recibir y escuchar a sus hijos, siempre a petición suya y siempre remitiéndolos a la fiscalía.”. Y añade que fue la familia quien le propuso entregar los casi 100 millones de dólares, procedentes de una cuenta en Andorra, en calidad de reparación del daño en el marco del juicio contra su padre. Scherer afirma que el presidente Andrés Manuel López Obrador estaba al tanto y fue quien rechazó la propuesta. El exconsejero de la Presidencia señala además a Sánchez Cordero, “cercanísisma a la familia Collado”, como la persona que intermedió en las negociaciones.
Tanto Scherer como Sánchez Cordero fueron relevados de sus cargos casi simultáneamente por el presidente en septiembre del año pasado. El relevo se enmarcó en un cambio de cara profundo dentro del Gabinete para dar entrada a perfiles más cercanos todavía al presidente. El ruido de la polémica acompañó de fondo la salida de ambos. Eran públicas sus disputas por un supuesto exceso de intervencionismo de Scherer en ámbitos de competencia de la entonces secretaria de Gobernación.
Hijo del fundador del semanario Proceso, uno de los periodistas más prestigiosos y críticos durante las últimas décadas del priismo, el texto Scherer recoge tanto las tensiones con Sánchez Cordero como con Gertz. Sobre el fiscal reconoce que fueron muy cercanos durante un tiempo pero una publicación precisamente en la revista Proceso, una investigación sobre su patrimonio, provocó la ruptura. “Explotó de rencor”, apunta en su columna, para después recriminarle “sólo un favor” que le había pedido y que Scherer se lo habría negado: “impedir que su cuñada Laura Morán y la hija de esta, Alejandra Cuevas Morán, obtuvieran un amparo por la acusación del homicidio de su hermano Federico Gertz Manero”.
El pleito con su familia política es tan solo una de las diputas que el fiscal tiene abiertas, a las que hay que sumar las tensiones en la Universidad de las Américas de Puebla, el conflicto permanente con Santiago Nieto o el enfrentamiento contra el propio Scherer. “Usted podía haber elegido entre un fiscal amigo o un fiscal enemigo”, le habría dicho Gertz en tono de amenaza, a quien acusa abiertamente de hacer “uso de la Fiscalía como si fuera su despacho privado para privilegiar el avance de sus asuntos personales”. El exconsejero denuncia un “modus operandi extorsivo” según el cual en la Fiscalía estaría intento fabricar casos contra él ofrenciendo ayuda a distintos personajes públicos encarcelados -de Collado a la actriz Gómez de Mont- a cambió de testificar contras Scherer.
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